lunes, 3 de julio de 2017

PERÓN, BELGRANO Y RECONOCIMIENTO A SEBASTIÁN SAK Y LUIS ALBERTO TORRES

PERÓN, BELGRANO Y RECONOCIMIENTO A SEBASTIÁN SAK Y LUIS ALBERTO TORRES
(20 de junio de 2017)
 
El martes 20 de junio, en horas de la mañana, el Movimiento “Primero la Patria” festejó y conmemoró el retorno definitivo del general Juan Domingo Perón en 1973, haciendo mención a otros importantes sucesos históricos acaecidos en el mes en curso: la irrupción del GOU el 4 de junio de 1943, el último discurso público de Perón el 12 de junio de 1974, el retorno definitivo el día 20 de 1973 y el discurso que pronunció por televisión el día 21. 
La celebración se llevó a cabo en el salón Torre del Sol, sito en Belgrano 1053 (Banfield oeste)
Se conmemoró también a los fusilados en 1956 por la tristemente célebre Revolución Libertadora.
La jornada contó con la presencia del dirigente peronista Mario Cafiero, ex diputado nacional y precandidato por la Alianza Creo 2017 en las próximas elecciones legislativas. También estuvieron presentes miembros de la Agrupación “18 de Febrero”, del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos.
José Arturo Quarracino, secretario político del Movimiento, pronunció unas palabras iniciales, explicitando el sentido de la conmemoración histórica que se efectuaba y el por qué del reconocimiento que el Movimiento hacía a dos grandes dirigentes políticos del Peronismo: Luis Alberto Torres y Sebastián Sak, a quienes se les entregó sendos placas de reconocimiento y agradecimiento a su larga, incansable y fecunda labor política al servicio de la gran Causa nacional.
Ambos homenajeados agradecieron el reconocimiento que se les brindó, aportando una autocrítica histórica a la relación y vínculo de la Juventud Peronista con Perón y a la necesidad de estudiar y repensar el pensamiento doctrinario justicialista, en particular para las generaciones que no lo conocieron en vida.
Posteriormente habló el dirigente Mario Cafiero, resaltando la personalidad y la vida política de ambos homenajeados, con quienes compartió varios años de militancia.
Por último, habló el dirigente Juan Carlos Vacarezza, secretario general del Movimiento “Primero la Patria”, quien resaltó el aporte patriótico hecho por ambos dirigentes –Sak y Torres- y la necesidad de continuar y prolongar su ejemplo, en orden a los graves momentos que vive la Argentina.
La jornada terminó con la entonación de la Marcha Peronista, luego de lo cual hubo un refrigerio compartido por todos los presentes.
[Publicado en Política del Sur, 27 de junio de 2017, Año 11 No. 541]
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sábado, 24 de junio de 2017

NO LLORAR COMO NENAS LO QUE NO SABEMOS DEFENDER COMO HOMBRES

NO LLORAR COMO NENAS LO QUE NO SABEMOS DEFENDER COMO HOMBRES
 
 


El mes de junio es un mes cargado de acontecimientos inolvidables en la memoria del Justicialismo y de la Patria Grande Hispanoamericana.



4 de junio. En este día se conmemoran dos momentos fundamentales de nuestra historia nacional. Por un lado, el pronunciamiento del Grupo Obra de Unificación en 1943, impulsado en gran medida por el entonces Coronel Perón, que históricamente resultó ser el punto de partida de la obra de gobierno más revolucionaria que se haya vivido en la Argentina, tan importante que ha representado el eje que dividió la historia nacional en un antes y un después, y que políticamente significó el período de efectiva independencia frente a la histórica dominación ejercida por Inglaterra/Gran Bretaña sobre nuestro querido país, desde los comienzos mismos de nuestra vida como Nación.
La lectura de la Proclama Revolucionaria dirigida al “Pueblo de la Nación Argentina” evidencia la notable actualidad de ese pronunciamiento y, por contrapartida, nos muestra dolorosamente el retroceso histórico-cultural que hoy nos impregna, en tanto y en cuanto el diagnóstico invocado permanece inmutable: “Se han defraudado las esperanzas de los argentinos, adoptando como sistema la venalidad, el fraude, el peculado y la corrupción. Se ha llevado al pueblo al escepticismo y a la postración moral, desvinculándose de la cosa pública, explotada en beneficio de siniestros personajes movidos por la más vil de las pasiones”. Todo parecido con la realidad actual es lamentable y absolutamente real. Hoy, al igual que en 1943, el deber de la hora nos llama a todos los argentinos y conciudadanos de bien a salir en defensa de los sagrados intereses de la patria y a reclamar para ello la abnegación como conducta, porque no hay gloria sin sacrificio; a propugnar la honradez administrativa, la unión de todos los argentinos, la restitución al Estado de todos los bienes mal habidos por quienes no se cansaron de robar y esquilmar la riqueza pública, a trabajar firmemente por la unidad del pueblo argentino, contra las divisiones estúpidas, inoperantes, intrascendentes y fraudulentas que impulsaron tanto el liberalismo sin patria como el progresismo rapaz y mercenario, antagónicos en la superficie pero unidos en su labor disolvente de lo nacional al servicio del imperialismo internacional del dinero (vigencia de la Ley de Entidades Financieras de Videla-Martínez de Hoz, el respeto “sagrado” al endeudamiento externo, la estafa criminal de YPF/Chevron, etc.).



En este mismo día, pero de 1846, los argentinos tenemos que reivindicar un acontecimiento que tanto la versión mitrista oficial de nuestra historia patria como la dominación cultural pro-británica de nuestros intelectuales cipayos seudo-revolucionarios han ocultado y negado hasta hoy: la victoria de las tropas federales de la Nación -comandadas por el general Lucio V. Mansilla, el Teniente Coronel Juan Bautista Thorne y el Teniente Coronel Martín Isidoro de Santa Coloma y Lezica- sobre la marina franco-británica invasora, en la batalla de la Angostura-Punta del Quebracho, 35 km. al norte de la ciudad de Rosario de Santa Fe, batalla que reivindicó, vengó y culminó la heroica resistencia de esas mismas tropas federales en la Vuelta de Obligado el 20 de noviembre de 1845.
En el plano histórico-cultural, el poder imperialista anglosajón imperante en nuestra patria no ha podido ocultar la grandeza de la resistencia argentina en Obligado en 1845, pero sí ha logrado ocultar y hacernos desconocer la victoria total lograda en 1846 en Angostura del Quebracho. Es hora de rescatar del olvido esta gesta, que nos muestra y demuestra que por más poder material que tenga el imperialismo dominante, en definitiva es vencible, cuando el espíritu patrio sabe ponerse de pie y luchar hasta el final.




12 de junio. Fecha importante en nuestra memoria, el día en el que Juan Domingo Perón pronunció su último discurso ante el pueblo reunido, en 1974, poco antes de morir, el que resultó ser su discurso de despedida física. Entre otros, siguen vigentes sus conceptos de “tomar en nuestras manos la responsabilidad de defender la Patria”, no los negocios, negociados y robos a mansalva; “no defender otra causa que no sea la causa del pueblo”, no la del enriquecimiento personal a costa del empobrecimiento masivo; “imponer la verdad”, no a través del miedo sino de la comprensión; “trabajar para la reconstrucción y liberación del país hasta el último aliento”, no de los mercenarios y mercachifles de la política.
Bien haremos los que nos decimos seguidores del general Perón leer y escuchar una y otra vez su último discurso terrenal, para no olvidar ni traicionar su ejemplo y su entrega a la causa del Pueblo. Y no olvidar nunca que este gran patriota murió con el mismo patrimonio con el que empezó su vida política: no murió multimillonario, ni él, ni sus ministros ni sus funcionarios.


20 de junio. Flecha gloriosa en nuestra historia, en 1973, cuando Perón retorna en forma definitiva a la Argentina, poniendo punto final a 17 años de exilio oprobioso. Primera vez en la historia argentina que un líder político puede retornar al suelo patrio y seguir bregando por la felicidad de su pueblo y la grandeza de la Nación. Muchos habrán sido testigos presenciales de ese gran acontecimiento, y habrán sido partícipes de esa inmensa marea humana que fue al encuentro del General ese día, a mostrarle que su fidelidad y su lealtad estaban no sólo intactas sino que eran más fuertes que nunca. Lamentablemente, el germen del desencuentro interno que iba a terminar bastardeando el ideal de unidad nacional de Perón impidió el encuentro personal del líder y del pueblo que fue a recibirlo. Esto no impidió que Perón pudiera hablar a la Nación Argentina al día siguiente, expresando conceptos que tienen una absoluta vigencia en la actualidad y que conviene refrescar: “la situación gravísima del país”, que exigía “la participación y colaboración de todos en su reconstrucción”; “la revolución” que había que realizar, “en paz y sin que cueste la vida de un solo argentino”; ordenar las mentes y los espíritus; “reconstruir al Estado, con los mejores hombres –no con delincuentes ni ladrones de fondos públicos- y “acopiando la mayor cantidad de materia gris –no adulones, no obsecuentes, no ladrones ni valijeros-; que los que ocupan los cargos públicos los honren, no que los roben ni los bastardeen; “forjar una paz constructiva, para no sucumbir como Nación”; que “cada argentino, piense como piense y sienta como sienta, tiene el inalienable derecho a vivir en seguridad y pacíficamente”, mientras que “el Gobierno tiene la insoslayable obligación de asegurarlo”; llegar a ser “una sola clase de argentinos, los que luchan por la salvación de la Patria, gravemente comprometida en su destino por los enemigos de afuera y de adentro”; reafirmar la identidad justicialista, según las 20 verdades peronistas siempre vigentes y manteniendo el credo doctrinario; “obrar con la mayor grandeza, pensando en el futuro y en la grandeza de la Patria”, no en los negocios, en los sobres bajo la mesa ni en los cargos públicos como botín de guerra y como bien de familia.



9-12 de junio. En estos días, pero de 1956, un grupo de compatriotas, civiles y militares, pagaron con su vida y con su sangre el intento de desalojar a la camarilla que unos meses antes había derrocado al gobierno constitucional del general Perón y había vuelto a poner a la Argentina en manos del Imperio Británico y de sus instrumentos financieros y comerciales de dominación, control y saqueo de la riqueza nacional. 27 argentinos que no dispararon un solo tiro, pero que fueron fusilados sin ningún juicio previo y aplicándoseles salvajemente leyes marciales en forma retroactiva.
Pareciera que la Providencia Divina hubiera dispuesto los acontecimientos de tal forma, para que nos ayuden a recordar que ella y los grandes hombres y mujeres de nuestra historia patria, argentina e hispanoamericana, nos muestran el camino de la gloria, pero recordando siempre que ese sendero que podemos recorrer  está forjado por la sangre derramada por quienes no dudaron en ofrendar sus vidas para que nuestro hogar argentino viva y nos cobije siempre.
No es casual que en estos últimos tiempos estas fechas pasen desapercibidas para la mayoría de los argentinos, obnubilados y enceguecidos por el desfile marketinero y el “casting” de cientos de personajes que se proponen cómo “lo nuevo”, “el cambio” o “la renovación”, pero que en el fondo o bien son culpables de la decadencia y degradación nauseabundas que hoy nos agobian, o bien han sido cómplices o responsables de las frustraciones a la que hemos sido arrastrados. Unos hablan de “combatir a la pobreza”, pero haciendo ricos a los más ricos, mientras otros hablan de “hacer frente al ajuste liberal del gobierno”, pero aumentando un 60-70% las tasas en los municipios convertidos en sus feudos privados.
Muchos se jactan de ser “nacionales y populares”, pero sólo han sabido ser artífices de su propio enriquecimiento personal e instrumentos del empobrecimiento colectivo. Olvidando a Perón y su legado han convertido al justicialismo en una franquicia comercial y han hecho de la política un bien de familia y fuente de enriquecimiento muchas veces injustificado.
En sus clases de Historia del Peronismo, Eva Perón enseñaba que el 17 de octubre de 1945 el pueblo argentino había vencido para siempre a la oligarquía, y que de allí en más el pueblo sólo iba a poder ser derrotado si se dejaba ganar por el espíritu oligarca, por creerse más de lo que se es realmente (7ª Verdad Peronista).
Hoy nos “desgobiernan” muchos de esos oligarcas, mediocres y arribistas, pero ha pasado el tiempo de llorar y lamentarse, porque ha llegado la hora que los argentinos nos hagamos cargo de los destinos de nuestra Patria y aportemos lo mejor de nosotros, para forjar la reconstrucción moral y espiritual de nuestra Patria y de nuestro pueblo, y así lograr más temprano que tarde que los mejores hombres, nutridos de valores en plenitud puedan hacerse cargo de conducir los destinos de la Nación, como pidió Perón el 21 de junio de 1973.  .
Conmemorar estas fechas de junio nos pueden ayudar a enriquecer el alma y el corazón, dejándonos inspirar por los grandes ejemplos patrios y dejándonos impregnar de la sangre que algunos han pagado para que otros podamos gozar. Así, enriquecidos espiritualmente y bautizados en esa sangre generosamente donada, sabemos ser artífices del destino común y no instrumentos de la ambición de nadie.
             
 
José A. Quarracino                                           Juan Carlos Vacarezza
Secretario Político                                                   Secretario General
 


[Publicado en Política del Sur, 13 de junio de 2017, Año 11 No. 539]

martes, 24 de enero de 2017

23 de enero de 1945 – Perón decreta las vacaciones pagas

 
23 de enero de 1945 – Perón decreta las vacaciones pagas
 
El 23 de enero de 1945, mediante el decreto 1440, la Secretaría de Trabajo y Previsión a cargo del Coronel Juan Domingo Perón establece el derecho de los trabajadores a gozar de un período de vacaciones pagas. Así, los argentinos comenzaron a disponer de una serie de días consecutivos de vacaciones pagas y mediante un programa de acceso al turismo social una multitud de argentinos de todas las clases sociales empezó a descubrir un país hasta entonces muy poco conocido.
 
Comenzaba una etapa de inclusión social, de igualdad de derechos.
El descanso anual del trabajador es un elemento esencial para que el mismo reponga fuerzas, regenere su capacidad productiva y creadora y pueda fortalecer lazos con su familia y el entorno en el cual se desarrolla. Sin las vacaciones (como en las épocas de la naciente revolución industrial) se deshumaniza al trabajador al trabajador, al tratarlo como un engranaje más en la producción. 
 
Este derecho esencial que hace a la integridad del trabajador fue institucionalizado en nuestro país por obra del entonces Secretario de Trabajo y Previsión, coronel Juan Domingo Perón, mediante el Decreto 1440 del año 1945.
Tal como sucede con otros institutos –como por ejemplo el aguinaldo- es muy curioso detectar que los mismos –pensados como derechos reconocidos desde siempre- fueron creados y consolidados por la innegable tarea de Perón a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión, continuado luego en sus presidencias. Antes lisa y llanamente no existían. 
 
Las vacaciones pensadas para la protección de la integridad psicofísica de los trabajadores se sustentan en tres elementos fundamentales: 1) Que se trate de un período de inactividad, 2) retribuido anticipadamente y 3) que se cumpla con la finalidad del instituto (es decir que el trabajador verdaderamente las goce y no pueda compensarlas en dinero). Además –como uno de los más importantes derechos adquiridos con la antigüedad en el cargo- la misma se incrementa a lo largo de la relación laboral, siguiendo la lógica que a mayor desgaste del trabajador será necesario mayor cantidad de tiempo para reponerse.
 
La consagración del derecho al descanso remunerado generó además algo que socialmente no existía. Toda una numerosa clase de personas, esencialmente de clase media/baja, pudo empezar a gozar del descanso anual, algo que antes era sólo patrimonio de la aristocracia. Este cambio generó entonces la propulsión del turismo y la creación de miles de puestos de trabajos afines a ello. 
En este sentido, la medida adoptada no sólo significó un salto cualitativo en materia de derechos adquiridos por la clase trabajadora, además significó la creación de un nuevo paradigma productivo. La clase trabajadora se insertaba en el esparcimiento y el turismo.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

LA PROFECÍA DE PERÓN: EL RESURGIR NACIONAL

LA PROFECÍA DE PERÓN: EL RESURGIR NACIONAL
 
 
 
 En estos últimos años ha sido notable el resurgir del sentimiento nacional en varias naciones de Europa. Hungría y Polonia representan los casos paradigmáticos de este resurgimiento de lo nacional, recuperando sus profundas raíces cristianas, las cuales han modelado su devenir histórico. Este renacer nacional constituye en última instancia la respuesta de los pueblos frente al avasallamiento político, social y económico impuesto por el poder financiero internacional mediante la globalización impulsada desde la década del ’70 en adelante, globalización que ha significado una brutal concentración de la riqueza mundial en muy pocas manos y un empobrecimiento cada vez mayor de gran parte de la humanidad. Los informes anuales emitidos desde el 2010 por el Credit Suisse pone en evidencia este brutal proceso de acumulación de la riqueza, al mostrar que el 0,7% de la población adulta mundial posee el 44% de la riqueza global. Un reciente informe de una ONG británica, Oxfam, ha sostenido que la economía mundial está diseñada para que la usufructúe el 1% de la población mundial, pero definiendo lapidariamente que “este proceso debe ser detenido y modificado radicalmente” (210 Oxfam Briefing Paper, An Economy for the 1%, Enero 2016).
Parafraseando a Karl Marx, bien se puede decir que un fantasma recorre Europa: el fantasma del nacionalismo. Por un lado, los voceros del capitalismo liberal juzgan como un retroceso este resurgir nacional, al poner en peligro el proceso de globalización. Pero por otro lado, también los voceros del reaccionario progresismo pseudo-revolucionario condenan este despertar de lo nacional, al juzgarlo como una expresión aggiornada del fascismo o del nazismo.
Pero no sólo en Europa ha despertado el nacionalismo. La reciente victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos se ha basado en gran parte en su apelación al orgullo nacional y a la recuperación de Estados Unidos como nación, frente a la prédica internacionalista e imperialista de su contrincante demócrata.
El analista Jorge Castro ha afirmado recientemente que “ha terminado una fase de la globalización”, la de los procesos globales de producción, en los que el proceso intensivo de industrialización se trasladó de los países avanzados a los emergentes, en especial a China, país que alcanzó un nivel de competitividad excepcional a nivel global y los niveles de rentabilidad más elevados de la historia del capitalismo. Como contrapartida, los países desarrollados, y en especial Estados Unidos, han sufrido un “ruinoso proceso de desindustrialización”. Pero según este analista surge ahora “un nuevo sistema de producción global completamente horizontalizado, en el que se compite a través de la innovación y en el que el capital es básicamente intelectual”, y que constituye un nuevo mecanismo de acumulación nacional, en el cual los dos únicos protagonistas son China y Estados Unidos (Jorge Castro, “Fase nacional de la globalización”, en Clarín-Ieco, 20 de noviembre de 2016, en http://www.ieco.clarin.com/economia/Fase-nacional-globalizacion_0_1689431149.html).
Como en otros tantos temas hoy de importancia fundamental, Juan Domingo Perón anticipó hace más de 40 años que este proceso de globalización (al que él denominaba de universalización) iba a estar en tensión y conflicto con el sentimiento nacional de los pueblos y gobiernos del mundo.
En las “Conclusiones y Aperturas” del Modelo Argentino del Proyecto Nacional, Perón afirma que la Argentina está llamada a ser una nación autónoma y plena, en medio de un proceso de universalización que puede llevar a formas integradas en el orden político, económico y social. Para Perón se trata de “un nuevo renacimiento” que debe ser llevado a cabo por los pueblos mismos, para no caer en las redes de decisiones arbitrarias ajenas a sus necesidades. Fiel a su esencia humanista y cristiana, este planteo peronista de integración popular universal está en línea con el pensamiento de la Iglesia Católica expresado en el documento Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, que propone “un orden político, económico y social que esté más al servicio del hombre y le permita a cada uno y al grupo afirmar y cultivar su propia dignidad”.
En consecuencia, la sutil y difícil tarea de los hombres del futuro es “lograr una integración que no consista en una nueva forma enmascarada de imperialismo” y “compatibilizar el universalismo con la indispensable preservación de la identidad de los pueblos”. Esta ardua labor exige robustecer desde ya una profunda cultural nacional “como único camino para consolidar el ser nacional y para preservar su unidad en los tiempos que se avecinan”.
La historia nos muestra que el proceso de universalización fue llevado a cabo en forma inexorable por el imperialismo financiero internacional a través de dispositivos políticos y económicos como el Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral, el Consejo de las Américas, el Diálogo Interamericano, el Council on Foreign Relations/CFR, el Royal Institute of Foreign Affairs/RIIA (británica), para beneficio exclusivo de la ultraminoritaria plutocracia angloamericana dueña de las principales empresas multinacionales que dominan la economía mundial.
Para Perón, la única posibilidad de sumarse a este proceso de universalización consistía en llevar a cabo una política que nos permitiera ser más argentinos que nunca. Este proceso de argentinización e integración al mundo fue frustrado e impedido tanto por el nefasto Proceso de 1976-1983 como los posteriores desgobiernos “democráticos” hasta la fecha, a través de un falso enfrentamiento liberalismo-progresismo que nos ha llevado a la situación de postración actual en la que nos encontramos, con un pejotismo domesticado y aggiornado y un movimiento nacional impotente para articular la política de unión nacional y de liberación y reconstrucción nacional que la Argentina está llamada a realizar para avanzar con dignidad hacia el futuro de grandeza que es irrenunciable como mandato histórico.
Lamentablemente, frente a esta visión de grandeza de Perón, la única vigente hoy en día, casi toda nuestra dirigencia “nacional” está afectada de una atroz miopía torpe impregnada de mediocridad imperante en todos los niveles y se encuentra enfrascada en disputas inútiles, inoperantes e intrascendentes para repartirse las migajas del saqueo que llevan adelante las multinacionales dueñas de nuestro país.
En el colmo de la estupidez y de la sensatez, los actuales gobernantes pretenden dirigir la Argentina imitando al Sai Baba, frente a una pretendida dirigencia opositora que se cree revolucionaria y popular bajando de Puerto Madero y Las Canitas, y frente a una dirigencia social que embolsa millones de pesos en provecho propio eternizando la miseria y la exclusión de millones de hermanos, simulando una “lucha” contra una oligarquía local y silenciando la presencia imperante de la oligarquía angloamericana internacionalista.
No es con política de sacristía infectada de internacionalismo ni con rejuntes de estafadores ideológicos que los argentinos podremos reconstruir y liberar nuestra querida patria argentina, sino fortaleciendo y promoviendo nuestro ser nacional, humanista y cristiano, bajo la visión estratégica de Juan Perón, más vigente que nunca.
     
 
            José A. Quarracino                                           Juan Carlos Vacarezza
Subcoordinador general                         Coordinador General
Movimiento “Primero la Patria”

miércoles, 26 de octubre de 2016

ESQUIZOFRENIA FEMINISTA y el GENOCIDIO ROCKEFELLER

ESQUIZOFRENIA FEMINISTA y el GENOCIDIO ROCKEFELLER

(24 de octubre de 2016)

 

Días pasados las mujeres argentinas se expresaron condenando la ola de violencia mortal que hoy agobia al conjunto de la sociedad argentina, a través de la consigna “Ni una menos”. Pero extrañamente, en medio de esa manifestación y reclamo justos, grupos feministas y progresistas introdujeron el reclamo del “aborto legal, seguro y gratuito”, reflejando una clarísima actitud de esquizofrenia moral y política: por un lado, protestan contra la muerte de las mujeres y por otro lado justifican la aplicación de la pena de muerte contra mujeres y varones en el seno materno, contra seres humanos que son absolutamente inocentes e indefensos.
Siguiendo con su actitud esquizofrénica, estos grupos justificadores del aborto como derecho se reivindican generalmente como progresistas, latinoamericanistas e indigenistas, pero su discurso es una repetición literal en español de los argumentos antinatalistas de la feroz y cruel plutocracia angloamericana que domina el mundo, de la cual el clan Rockefeller ha sido su vocero y operador político por excelencia. Se jactan de ser “indigenistas y latinoamericanos”, perosu lengua materna es el inglés.
Suponen estas abortistas que la despenalización del aborto y su legalización –aunque se trate de un crimen- permite brindar «servicios de aborto seguro» a quienes desean eliminar a los hijos gestados y todavía presentes en el vientre materno. Dicen que la penalización del aborto hace que las mujeres de escasos recursos acudan a prácticas clandestinas e ilegales que ponen en riesgo su vida y en algunos casos termina con el fallecimiento de la mujer abortante. Según quienes “enarbolan” este argumento, la penalización del aborto no afecta a las mujeres que cuentan con recursos para pagar un aborto en clínicas privadas, donde aparentemente abortan “en forma segura”. Por eso deducen que como las mujeres pudientes violan la ley, hay que permitirles a las mujeres pobres que obren igual que las mujeres ricas, pero sólo en este caso en particular de matar a sus hijos en el vientre materno.
Se presumen «progresistas», pero esta argumentación “progre” es una repetición textual de la que ya ha hecho en 1972 John Davison Rockefeller III, al afirmar dogmáticamente que «cuando el aborto es prohibido, las mujeres recurren a abortos ilegales para prevenir nacimientos indeseados. Abortos médicamente seguros han estado siempre a disposición de las mujeres ricas, para las que pueden afrontar los elevados costos de doctores y viajes al extranjero; pero la mujer pobre se ha visto obligada a arriesgar su vida y salud con remedios caseros y practicantes con mala fama»[1]. Además de su matriz oligarca y plutocrática, es evidente que este pensamiento adolece de un grave defecto de irracionalidad jurídica y política, en cuanto sostiene que una ley es inútil o no sirve… porque los pudientes o ricos la violan e incumplen (???). Curiosa reivindicación que hacen los progresistas no sólo del “derecho” de los ricos de violar la ley y no ser castigados por ello, sino que además le conceden a los pobres el mismo “derecho”.
John Davison Rockefeller III
Estas progresistas “latinoamericanas” no tienen problemas en coincidir en forma total y absoluta con los dueños del capitalismo internacional, genocida y depredador. Repiten sus mismos argumentos en clave “revolucionaria”: «[…] la anticoncepción es el método de elección para prevenir un nacimiento no deseado. Creemos que el aborto no debe ser considerado un sustituto para el control de la natalidad, sino más bien como un elemento en un sistema general de cuidado de la salud materno-infantil»[2]. Clarísimo: el aborto no es considerado un crimen ni asesinato, sino un “problema de salud pública”. Lo mismo repiten desde hace tiempo los y las progresistas, al igual que muchos liberales.
Esto se complementa con otros argumentos siempre citados por el progresismo izquierdoso y que se articulan con el argumento anterior: “[…] las mujeres deben tener la libertad de determinar su propia fertilidad, la cuestión del aborto debe ser dejado a la conciencia de la mujer involucrada, en consulta con su médico, […] los Estados deben ser alentados a aprobar estatutos objetivos que creen un marco claro y positivo para la práctica del aborto a petición”[3]. Es decir:
a) el aborto es una decisión libre de la mujer
b) el aborto es una cuestión que sólo involucra a la mujer y al médico (desaparición de los esposos y padres)
c) el Estado es garante de la ejecución de ese “derecho”.
Llamativamente, esta concepción antinatalista y abortista de los imperialistas yanquis es la misma que repiten en español los “progres”: Aborto como derecho y acto libre – Involucra solamente a la mujer y a un médico – Estado garante del ejercicio de ese “derecho”.
ni una menos 19 de octubre de 2016
“Nuestras” feministas dicen que el aborto es un derecho. Creen que dicen una novedad, pero quien ha inventado este derecho no ha sido la ONU, ni tampoco ha sido consagrado en ningún tratado internacional. El que inventó que el aborto es un derecho ha sido el yanqui John Davison Rockefeller III en 1973, al afirmar que “el aborto es el derecho que tiene la mujer para determinar su fertilidad”[4]. ¿Sobre qué principio se funda este derecho? Según Rockefeller, en el principio ético básico [inventado por él] que afirma que “sólo se traen al mundo los hijos deseados”[5]. Según este siniestro personaje, existe el “derecho” de eliminar al hijo no deseado. Lo mismo piensan las progresistas antiimperialistas, porque en realidad son feministas que repiten los argumentos de un macho yanqui. Son antiimperialistas que le dan estatus democrático al ideario genocida del imperialismo angloamericano.
Paradójica o esquizofrénicamente, “nuestras” feministas reclaman contra la violencia, pero al mismo tiempo hacen apología de la pena de muerte contra los nascituros, impulsada por el imperialista Rockefeller.
                                       
En última instancia, reclamar la despenalización del aborto no sólo es hacer apología del delito, también es reconocer que el ejercicio del aborto mata a las mujeres que se niegan a ser madres. En otras palabras: aplicar la pena de muerte sobre inocentes e indefensos también termina a veces matando a sus madres. Hacer apología de la despenalización del aborto es absolutamente irracional desde el punto de vista científico y político. Hace algunos años, la abogada Carmen Argibay, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y partidaria de la despenalización del aborto, afirmó que «quienes piden la aplicación de la pena de muerte se convierten en asesinos»[6]. Si pedir la pena de muerte para el asesino es convertirse en asesino, ¿quienes piden la despenalización del aborto [pena de muerte] no se convierten en más asesinos todavía, según Argibay dixit?
Terrible la esquizofrenia del progresismo abortista: se cree “evolucionado” y “revolucionario”, pero no es nada más que un divulgador literal de la ideología antinatalista y genocida del clan Rockefeller y de la plutocracia internacional que representa.


[1] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Chapter 11: «[…] when abortion is prohibited, women resort to illegal abortions to prevent unwanted births. Medically safe abortions have always been available to the wealthy, to those who could afford the high costs of physicians and trips abroad; but the poor woman has been forced to risk her life and health with folk remedies and disreputable practitioners».
[2] Rockefeller Commission Report, Op. cit., ibidem: «[...] contraception is the method of choice for preventing an unwanted birth. We believe that abortion should not be considered a substitute for birth control, but rather as one element in a comprehensive system of maternal and infant health care. For many, the very need for abortion is evidence of a social and personal failure in the provision and use of birth control».
[3] Rockefeller Commission Report, Op. cit., ibidem: «women should be free to determine their own fertility, that the matter of abortion should be left to the conscience of the individual concerned, in consultation with her physician, and that states should be encouraged to enact affirmative statutes creating a clear and positive framework for the practice of abortion on request».
[4] John Davison Rockefeller III, The Second American Revolution. Some personal observations, Harper & Row, Publishers, New York 1973, p. 64: the abortion is «a woman’s right to determine her own fertility».
[5] Rockefeller Commission Report, Population and the American Future, Chapter 11: «only wanted children are brought into the world».
[6] Perfil.com, 16 de febrero de 2009, en http://www.perfil.com/contenidos/2009/02/18/noticia_0042.html.

 https://josequarracino.wordpress.com/2016/10/25/esquizofrenia-feminista-y-el-genocidio-rockefeller/

Aqui y Ahora (05.05.16) – Juan Carlos Vacarezza.