sábado, 23 de junio de 2018

Contracara Nº 29: Macri inc., la economía al servicio de las corporaciones

Contracara Nº 29: 

Macri inc., la economía al servicio de las corporaciones



Juan Manuel Soaje Pinto entrevista al Dr. Juan Carlos Vacarezza, contador público nacional, académico, consultor económico, ex-vice decano de la Universidad de Lómas de Zamora; y autor de varios libros y artículos, "De esto no se habla - La otra economía", "No robarás - Historia de la deuda externa argentina" y su última obra, "Políticamente Incorrecto". Libros que podrá adquirir por medio del correo electrónico: jcv_cvcya@ciudad.com.ar de Juan Carlos Vacarezza.
Habla sobre la inflación, tasas de interés, Dolar, BCRA, País emergente?, Inversiones y muchos temas mas que hacen a la política económica

viernes, 22 de junio de 2018

1973 - 21 de Junio - 2018 PERÓN VUELVE

Imagen integrada
1973 - 21 de Junio - 2018
PERÓN VUELVE        Imagen integrada
PERÓN ES VIDA


Hace 45 años el General Juan Domingo Perón volvía definitivamente a la Argentina que tanto amaba y a la que le ofrendó su vida, a esta Argentina que alguna vez, en el exilio, llamó “nuestra querida Argentina”…
Venía a ayudar para hacer realidad esa Argentina Potencia que pregonaba en ese entonces, en claro y abierto desafío al juicio condenatorio que muchos años antes había formulado el infame Winston Churchill, al decir que “no dejemos que la Argentina sea una potencia. Arrastrará tras de sí a toda América Latina”.
Ese día se congregaron en Ezeiza casi dos millones de personas, para ir al reencuentro definitivo del Líder de la argentinidad, que ofrecía sus últimos meses de vida para ayudar a que la Argentina encontrara definitivamente su camino de liberación y justicia social que tanto anhelaba.
Pero la soberbia de los que se sentían superiores a Perón y la torpeza de quienes creían que la disputa ideológica de fondo en el Peronismo se debía resolver con las mismas armas que utilizaban los infiltrados de entonces impidió el reencuentro físico de Perón con el Pueblo que había concurrido a fundirse en un gigantesco abrazo con él.
Al día siguiente, el 21 de junio, Perón dirigió un mensaje a la Nación Argentina, para rubricar así el sentido de su regreso definitivo. Lo hizo con un discurso que transcribimos a continuación, no sólo por nostalgia, sino porque como todos sus otros mensajes y discursos, su palabra tiene innegable vigencia y actualidad.
La tiene especialmente hoy, cuando algunos sobrevivientes soberbios de aquella época y muchos de sus descendientes políticos no sólo siguen inmersos en la soberbia irracional de creerse superiores a Perón y pretenden reemplazarlo por mediocres y efímeros pigmeos disfrazados de dirigentes, sino que en forma traicionera y alevosa pretenden legitimar el asesinato de los que siempre fueron, para Perón y Evita, los únicos privilegiados que tenían el derecho de aprender a sonreír desde la infancia.
Frente a esta traición artera que pisotea y prostituye una de las políticas sociales y morales más sagradas del Peronismo, el mensaje lleno de esperanza y de vida de Perón sigue teniendo absoluta y plena vigenciaQuienes queremos ser fieles al legado de Perón tenemos la obligación y la inmensa pero hermosa responsabilidad de hacer que la voz y el mensaje de vida de Perón siga hablando a las actuales y a las futuras generaciones de compatriotas y de todos los hermanos del mundo que quieran habitar y vivir en paz en nuestra hermosa y querida Argentina.


Mensaje de Juan Domingo Perón al país
Por la cadena nacional de radiodifusión
Día 21 de Junio de 1973

“Deseo comenzar estas palabras con un sa­ludo muy afectuoso al Pueblo Argentino.
Llego del otro extremo del mundo con el corazón abierto a una sensibilidad patriótica que sólo la larga ausencia y la distancia pueden avivar hasta su punto más alto. Por eso, al hablar a los ar­gentinos lo hago con el alma a flor de labio y deseo que me escuchen también con el mismo estado de ánimo. 
Llego casi desencarnado. Nada puede per­turbar mi espíritu porque  retorno sin rencores ni pasiones, como no seala pasión que animó toda mi vida: servir lealmente a la Patria. Y sólo pido a los argentinos que tengan fe en el Gobierno justicialista, porque ése ha de ser el punto de partida para la larga marcha que iniciamos. Tal vez la iniciación de nuestra acción pueda parecer indecisa o imprecisa, pero hay que tener en cuenta las circunstancias en las que la iniciamos.
La situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar en una reconstrucción en la­ que no debe participar y colaborar. Este proble­ma como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos entre todos los argentinos o no lo arregla nadie. Por eso, deseo hacer un llamado a todos, al fin y al cabo hermanos, para que comencemos a ponernos de acuerdo.
Una deuda externa que sobrepasa los 6.000 millones de dólares y un  déficit cercano á los tres billones de pesos, acumulados en estos años, no han de cubrirse en meses sino en años. Nadie ha de ser unilateralmente perjudicado, pero tampoco ninguno ha de pretender medrar con el perjuicio o la desgracia ajena. No son estos días para enriquecerse desaprensivamente, sino para reconstruir la riqueza común, realizando a una comunidad en la que cada uno tenga la posibilidad de realizarse.
El Movimiento Justicialista, unido a todas las fuerzas políticas, sociales, económicas y militares que quieran acompañarlo en su cruzada, de liberación y reconstrucción del país, jugara su destino dentro de la escala de valores establecida primero la Patria, después el Movimiento  y luego los  hombres en un gran movimiento nacional y popular que pueda respaldarlo.
Tenemos una revolución que realizar, pero para que ella sea válida ha de ser de construcción pacífica y sin que cueste la vida de un solo argentinoNo estamos en condiciones de seguir destruyendo frente a un destino preñado de acechanzas y peligros. Es preciso volver a lo que en su hora fue el apotegma de nuestra creación: "de casa al trabajo y del trabajo a casa". Sólo el trabajo podrá redimirnos de los desatinos pasados.
ORDENEMOS PRIMERO NUESTRAS CABEZAS Y NUESTROS ESPÍRITUS. Reorganicemos al país y dentro de él al Estado que preconcebidamente se ha pretendido destruir y que debemos aspirar a que sea lo mejor que tengamos para corresponder a un pueblo que ha demostrado ser maravilloso Para ello elijamos los mejores hombres, provengan de donde provinierenacopiemos la mayor cantidad de materia gris, todo juzgado por sus genuinos valores en plenitud y no por subalternos intereses políticos, influencias personales o bastardas concupiscencias.

Cada argentino ha de recibir una misión en este esfuerzo de conjunto. Esa misión será sagrada para cada uno y su importancia estará más que nada en su cumplimiento. En situaciones como la que vivimos, todo puede tener influencia decisiva y así como los cargos honran al ciudadano, éste también debe ennoblecer los cargos.
Si en las Fuerzas Armadas de la República, cada ciudadano, de general a soldado, está dispuesto a morir tanto en defensa de la soberanía nacional como del orden constitucional establecido, tarde o temprano han de integrarse al pueblo que ha de esperarlas con los brazos abiertos como se espera a un hermano que retorna al hogar solidario de los argentinos.
NECESITAMOS UNA PAZ CONSTRUCTIVA SIN LA CUAL PODEMOS SUCUMBIR COMO NACIÓN. Que cada argentino sepa defender esa paz salvadora por todos los medios, y si alguno pretendiera alterarla con cualquier pretexto, que se le opongan millones de pechos y se alcen millones de brazos para sustentarla con los medios que sean. Sólo así podremos cumplir nuestro destino.
Hay que volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia. En la función pública no ha de haber cotos cerrados de ninguna clase y el que acepte la responsabilidad ha de exigir la autoridad que necesita para defenderla dignamente. Cuando el deber está  por medio, los hombres no cuentan sino en la medida en que sirvan mejor a ese deber. La responsabilidad no puede ser patrimonio de los amanuenses.

Cada argentino, piense como piense y sienta como sienta, tiene el inalienable derecho a vivir en seguridad y pacíficamente. El Gobierno tiene la insoslayable  obligación de asegurarlo. Quien altere este principio de la convivencia, sea de un lado o de otro, será el enemigo común que debemos combatir sin tregua, porque no ha de poderse hacer nada en la anarquía que la debilidad provoca o en la lucha que la intolerancia desata.
Conozco perfectamente lo que está ocurriendo el país. Los que crean lo contrario se equivocan. Estamos viviendo las consecuencias de una post-guerra civil que, aunque desarrollada embozadamente no por eso ha dejado de existir. A ello se le suma las perversas intenciones de los factores ocultos que, desde la sombra, trabajan sin cesar tras designios no por inconfesables menos reales.
 Nadie puede pretender que todo esto cese de la noche a la mañana, pero todos tenemos el deber ineludible de enfrentar activamente a esos enemigos, si no querernos perecer en el infortunio de nuestra desaprensión o incapacidad culposa.

Pero el Movimiento Justicialista, que tiene una trayectoria y una tradición, no permanecerá  frente a tales intentos y nadie podrá cambiarlas a espaldas del Pueblo que las ha afirmado en fecha muy reciente y ante la ciudadanía que comprende también cuál es el camino que mejor conviene a la Nación Argentina. CADA UNO SERÁ LO QUE DEBA SER O NO SERÁ NADA.
Así como antes llamamos a nuestros compatriotas en "La Hora del Pueblo", "El Frente Cívico de Liberación" y "El Frente Justicialista de Liberación", para que mancomunando nuestros ideales y nuestros esfuerzos pudiéramos pujar por una Argentina mejor, el Justicialismo, que no ha sido nunca ni sectario ni excluyente, llama hoy a todos los argentinos, sin distinción de banderías, para que todos solidariamente nos pongamos en la perentoria tarea de la reconstrucción nacional, sin la cual estaremos todos perdidos. Es preciso llegar así, y cuanto antes, a una sola clase de argentinos: los que luchan por la salvación de la Patria, gravemente comprometida en su destino por los enemigos de afuera y de adentro.
Los Peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro Movimiento. Ponerlo en marcha y neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo o desde arriba. NOSOTROS SOMOS JUSTICIALISTAS.  Levantamos una bandera tan distante de uno como de otro de los im­perialismos dominantes. No creo que haya un argentino que no sepa lo que ello significa. No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doc­trina ni a nuestra ideología: SOMOS LO OUE LAS VEINTE VERDADES PERONISTAS DICENNo es gritando la vida por Perón que se hace Patria, sino MANTENIENDO EL CREDO POR EL CUAL LUCHAMOS.

Los viejos peronistas lo sabemos. Tampoco lo ignoran nuestros muchachos que levantan nuestras banderas revolucionarias. Los que pretextan lo inconfesable, aunque cubran sus falsos designios con gritos engañosos, o se empeñen peleas descabelladas, no pueden  engañar a nadie. Los que no comparten nuestras premisas, si se subordinan al veredicto de las urnas tienen un camino honesto para seguir en la lucha que ha de ser para el bien y la grandeza de la Patria, no para su desgracia.
Los que ingenuamente piensan que pueden copar a nuestro Movimiento o tomar el poder que el Pueblo ha reconquistado se equivocan.
Ninguna simulación o encubrimiento, por ingeniosos que sean, podrán engañar a un pueblo que ha sufrido lo que el nuestro y que está animado por una firme voluntad de vencer. Por eso, deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los estamentos populares o estatales que por ese camino van mal.
 Así, aconsejo a todos ellos tomar el único camino genuinamente nacional: cumplir con nuestro deber de argentinos sin dobleces ni designios inconfesables. Nadie puede ya escapar a la tremenda experiencia que los años y el dolor y los sacrificios han grabado a fuego en nuestras almas y para siempre.
Tenemos un país que a pesar de todo no han podido destruir.  Rico en hombres y rico en bienes. Vamos a ordenar el Estado y todo lo que de él dependa que pueda haber sufrido depredaciones y olvidos.  Esa será la principal tarea del gobierno. El resto lo hará el Pueblo Argentino, que en los años que corren ha demostrado una madurez y una capacidad superior a toda ponderación.

 En el final de este camino está la Argentina potenciaplena de prosperidadcon habitantes que puedan gozar del más alto "standard" de vida, que la tenemos en germen y que sólo debemos realizar. Yo quiero ofrecer  mis últimos años de vida a un logro que es toda mi ambición.  Sólo necesito que los argentinos nos crean y nos ayuden a cumplirla.
La inoperancia, en los momentos que tenemos que vivir, es un crimen de lesa Patria. Los que estamos en el país tenemos el deber de producir, por lo menos, lo que consumimos. Esta no es hora de  vagos  ni de inoperantes. Los científicos, los técnicos, los artesanos y los obreros que estén fuera del país deben retornar a él a fin de ayudarnos en la reconstrucción que estamos planificando y que hemos de poner en ejecución en el menor plazo.
Finalmente, deseo exhortar a todos mis compañeros peronistas para que, obrando con la mayor grandeza, echen a la espalda los malos recuerdos y se dediquen a pensar en el futuro y en la grandeza de la Patria, que bien puede estar desde ahora en nuestras propias manos y en nuestro propio esfuerzo.
A los que fueron nuestros adversarios, que acepten la soberanía  de pueblo, que es la verdadera soberanía, cuando se quiere alejar el fantasma de los vasallajes foráneos, siempre más  indignos y costosos.

A los enemigos, embozados, encubiertos o disimulados, les aconsejo que cesen, en sus intentos, porque cuando los pueblos agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmiento.
Dios nos ayude, si somos capaces de ayudar a Dios. La oportunidad suele pasar muy quedo. ¡Guay de los que carecen de sensibilidad e imaginación para no percibirla!
Un grande y cariñoso abrazo para todos mis compañeros, y un saludo afectuoso y lleno de respeto para el resto de los argentinos”. 
ES PALABRA DE PERÓN

lunes, 11 de junio de 2018

1955 - 16 de Junio - 2018



Inline image
1955 – 16 de Junio -- 2018Inline image


El 16 de junio de 1955cientos de compatriotas inocentes, trabajadores, mujeres y niños, son víctimas del odio irracional y criminal desatado por los enemigos internos y externos de la Argentina que quisieron asesinar al presidente Juan Domingo Perón. Por mandato del poder financiero internacional, los asesinos querían poner fin a la Argentina libre, justa y soberana que el líder argentino había institucionalizado en nuestro país.



El 16 de junio de 2018: conmemoramos y rendimos homenaje a la sangre derramada por los compatriotas inocentes, que con su martirio y su sangre fueron y son fuente fecunda de patriotas dispuestos a convertir su sacrificio en bendición para nuestra Patria.
SOMOS UNA ARGENTINA AL BORDE DE LA DESINTEGRACIÓN Y DISOLUCIÓN NACIONAL
PARA RENACER, RECONSTRUYAMOS NUESTRAS FAMILIAS Y NUESTROS BARRIOS
con PERÓN Y SU LUZ QUE NOS ILUMINA EN MEDIO DE ESTA NOCHE TENEBROSA QUE PADECEMOS COMO NACIÓN.


CON PERÓN TODO, SIN PERÓN NADA, PORQUE PERÓN ES VIDA


Día: 16 de JUNIO de 2018
EnConcejal Héctor Noya 1973 (Lanús Oeste) – Sociedad de Fomento Villa Argerich
Hora17.00 horas


Inline image
José Arturo Quarracino              Juan Carlos Vacarezza              Cristian Szewaga
Secretario Político                             Secretario General                          Secretario General
                                                                                                        Distrito Lanús