miércoles, 26 de julio de 2017

65º Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad de María Eva Duarte de Perón



65º Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad de María Eva Duarte de Perón
(1952 – 26 de Julio – 2017)

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«La Patria resurgió a mi paso, inmensa, inagotable, y me prestó su calor. Jamás lo olvidaré. Y es ésta hoy mi profesión de fe. Se la debo a mi pueblo. Abrazada a la patria, todo lo daré, porque hay pobres en ella todavía, porque hay tristes, porque hay desesperanzados, porque hay enfermos. Mi alma lo sabe, mi cuerpo lo ha sentido.
Pongo junto al alma de mi pueblo mi propia alma. Le ofrezco todas mis energías para que mi cuerpo sea como un puente tendido hacia la felicidad común. Pasad sobre él, firme el paso, alta la frente, hacia el destino supremo de la patria nueva»
Eva María Duarte de PERÓN
24 de diciembre de 1948
«Dejé mis sueños en los caminos para velar el sueño ajeno. Agoté mis fuerzas físicas para reanimar las fuerzas de un hermano caído»
Eva María Duarte de PERÓN
31 de diciembre de 1948
«QUIERO VIVIR ETERNAMENTE CON PERÓN Y CON MI PUEBLO»
Como todos los años, rendimos nuestro homenaje a esta mujer maravillosa, que no dudó en inmolar su juventud y su vida por amor a Perón y al pueblo y que continúa viviendo en forma inmortal en el Cielo, junto a Dios, pero irradiando en nuestros corazones semillas de su amor sin límites.
Ofrendó su vida en el altar de la Patria, para llenar de amor al pueblo argentino. Hoy, para merecer su sacrificio, levantamos la mirada al Cielo donde vive en la paz del Todopoderoso, y le abrimos a Evita nuestro corazón, para que lo llene con su amor, con su ardor y su fanatismo, y así podamos ser, como ella, una llama que arda en vigilia permanente, para forjar la felicidad de nuestros compatriotas más desprotegidos y para consagrar nuestros esfuerzos para liberar a nuestra Patria del odio disolvente y de la esclavitud política y espiritual que degrada.
Que Dios nos permita inspirarnos en el ejemplo imperecedero de Evita, que nos permita despojarnos de todas nuestras ambiciones mezquinas, de todas nuestras mediocridades y tibiezas, para que podamos devolver a la vida, al pueblo de la Patria, a la Argentina, a Dios y a Perón el mismo amor con que han bendecido nuestra vida. Que en nuestra militancia política podamos y sepamos proclamar siempre, con Eva Perón, que queremos vivir eternamente con Perón y con el pueblo.
Hoy nuestra querida Argentina necesita ser reconstruida desde sus cimientos: la venalidad cipaya de la oligarquía ha convertido de nuevo a nuestro país en una colonia-granja del poder financiero mundial, y la defección-traición de gran parte de “nuestra” dirigencia ha sido funcional, si no servil, a la postración política, social económica y cultural de nuestro pueblo. DEBEMOS ENCARAR UN NUEVO RENACIMIENTO NACIONAL, debemos RECONSTRUIR EL SAGRADO TEMPLO DE NUESTRO BENDITO PAÍS, CIMENTADO EN EL ALMA, EL CORAZÓN y la INTELIGENCIA DE JUAN DOMINGO PERÓN, y AMALGAMADO Y SOSTENIDO POR EL AMOR INFINITO DE LA INMORTAL EVITA.
En este día tan especial, pedimos a Evita que desde el Cielo nos inunde con su ardor, su fanatismo y su pasión, para que podamos ser continuadores de la obra de liberación que Juan Perón supo regalarnos en esta vida. NO CONCEBIMOS EL CIELO DE LA ARGENTINA SIN PERÓN, iluminando y guiando el renacimiento y la reconstrucción de nuestra bendita y querida Nación Argentina.

 Quiero vivir eternamente con mi pueblo.
Esta es mi voluntad absoluta y permanente, y es, por lo tanto, mi última voluntad.
Donde esté Perón y donde estén mis descamisados, allí estará siempre mi corazón para quererlos con todas las fuerzas de mi vida y con todo el fanatismo que me quema el alma.
Si Dios lo llevase del mundo a Perón, yo me iría con él, porque no sería capaz de sobrevivir sin él, pero 
mi corazón se quedaría con mis descamisados, como con mis mujeres, con mis obreros, con mis ancianos, con mis niños para ayudarlos a vivir con el cariño de mi amorpara ayudarlos a luchar con el fuego de mi fanatismo, y para ayudarlos a sufrir un poco con mis propios dolores.
Porque he sufrido mucho; pero mi dolor valía la felicidad de mi pueblo… y yo no quise negarme -yo no quiero negarme- yo acepto sufrir hasta el último día de mi vida si eso sirve para restañar alguna herida o enjugar una lágrima.
Pero si Dios me llevase del mundo antes que a Perón, yo quiero quedarme con él y con mi pueblo, y mi corazón y mi cariño y mi alma y mi fanatismo seguirán con ellos, haciendo todo el bien que falta, dándoles todo el amor que no les pude dar en los años de mi vida, y 
encendiendo en sus almas todos los días el fuego de mi fanatismo que me quema y me consume con una sed amarga e infinita.
Yo estaré con ellos para que sigan adelante por el camino abierto de la Justicia y de la Libertad, hasta que llegue el día maravilloso de los pueblos.
Yo estaré con ellos peleando en contra de todo lo que no sea pueblo puro, en contra de lo que no sea la raza de los pueblos.
Yo estaré con ellos, con Perón y con mi pueblo para pelear contra la oligarquía vendepatria y farsante, contra la raza maldita de los explotadores y de los mercaderes de los pueblos.
Dios es testigo de mi sinceridad; y Él sabe que me consume el amor de mi raza que es el pueblo.
Todo lo que se opone al pueblo me indigna hasta los límites extremos de mi rebeldía y de mis odios.
Pero Dios sabe también que nunca he odiado a nadie por sí mismo, no he combatido a nadie con maldad, sino por defender a mi pueblo, a mis obreros, a mis mujeres, a mis pobres "grasitas" a quienes nadie defendió jamás con más sinceridad que Perón y con más ardor que Evita.
Pero es más grande el amor de Perón por el pueblo que mi amor; porque él, desde su situación de privilegio, supo llegar hasta el pueblo, comprenderlo y amarlo. 
Yo, en cambio, nací en el pueblo y sufrí en el pueblo. 
Tengo carne, alma y sangre de pueblo. Yo no podía hacer otra cosa que entregarme a mi pueblo.
Si muriese antes que Perón, quisiera que ésta voluntad mía, la última y definitiva de mi vida, sea leída en acto público en la Plaza de Mayo, en la Plaza del 17 de Octubre, ante mis queridos descamisados.
Quiero que sepan en ese momento, que 
lo quise y que lo quiero a Perón con toda mi alma y que Perón es mi sol y mi cielo. Dios no me permitirá que mienta si yo repito en este momento una vez más: "No concibo el cielo sin Perón".
Pido a todos los obreros, a todos los humildes, a todos los descamisados, a todos los niños y a todos los ancianos de mi Patria que lo cuiden y lo acompañen a Perón como si fuese yo misma.
Quiero que todos mis bienes queden a disposición de Perón, como representante soberano y único del pueblo.
Yo considero que mis bienes son patrimonio del pueblo y del Movimiento Peronista que es también del pueblo, y que todos mis derechos, como autora de "La Razón de mi Vida" y de "Mi Mensaje" cuando se publique, sean también considerados como propiedad absoluta de Perón y del pueblo argentino.
Mientras viva Perón, él podrá hacer lo que quiera de todos mis bienes: venderlos, regalarlos e incluso quemarlos, porque todo en mi vida le pertenece, todo es de él, empezando por mi propia vida que yo le entregué con amor y para siempre, de una manera absoluta.
Pero después de Perón, el único heredero de mis bienes debe ser el pueblo y pido a los trabajadores y a las mujeres de mi pueblo, que exijan, por cualquier medio, el cumplimiento inexorable de esta voluntad suprema de mi corazón que tanto los quiso.
Todos los bienes que he mencionado y aún los que hubiese omitido deberán servir al pueblo, de una o de otra manera.
Quisiera que se constituya con todos estos bienes un fondo social para los casos de desgracias colectivas que afecten a los pobres y deseo que ellos lo acepten como una prueba más de mi cariño.
Deseo que en estos casos, por ejemplo, se entregase a cada familia un subsidio equivalente a los sueldos y salarios de un año, por lo menos.
También deseo que, con ese fondo permanente de Evita, se instituyan becas para que estudien hijos de los trabajadores y sean así los defensores de la Doctrina de Perón, por cuya causa gustosa daría mi vida.
Mis joyas no me pertenecen. La mayor parte fueron regalo de mi pueblo. 
Pero aún las que recibí de mis amigos o de países extranjeros, o del General, quiero que vuelvan al pueblo.
No quiero que caigan jamás en manos de la oligarquía y por eso deseo que constituyan, en el museo del peronismo, un valor permanente que sólo podrá ser utilizado en beneficio directo del pueblo.
Que así como el oro respalda la moneda de algunos países, mis joyas sean respaldo de un crédito permanente que abrirán los bancos del país en beneficio del pueblo, a fin de que se construyan viviendas para los trabajadores de mi Patria.
Desearía también que los pobres, los ancianos, los niños, mis descamisados sigan escribiéndome como lo hacen en estos tiempos de mi vida y que el monumento que quiso levantar para mí el Congreso de mi pueblo recoja las esperanzas de todos y las convierta en realidad por medio de mi Fundación siempre pura como la concebí para mis descamisados.
Así yo me sentiré siempre cerca de mi pueblo y seguiré siendo el puente de amor tendido entre los descamisados y Perón.
Por fin quiero que todos sepan que si he cometido errores los he cometido por amor y espero que Dios que ha visto siempre en mi corazón, me juzgue no por mis errores, ni mis defectos, ni mis culpas que fueron muchas, sino por el amor que consume mi vida.
Mis últimas palabras son las mismas del principio: 
quiero vivir eternamente con Perón y con mi pueblo.
Dios me perdonará que yo prefiera quedarme con ellos porque Él también está con los humildes y yo siempre he visto que en cada descamisado Dios me pedía un poco de amor que nunca lo negué.

EVA PERÓN
HACIA EL RENACIMIENTO NACIONAL bajo la guía y el amparo de PERÓN
A PERÓN por EVITA

lunes, 10 de julio de 2017

Por la Tercera Independencia Nacional - 9 de Julio



9 DE JULIO  
1816:
Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata
1947:
Acta de Independencia Económica de la Nación Argentina
2017:
Por la Tercera Independencia Nacional
 
«¡Qué solos y qué pobres, pero qué fuertes y espiritualmente ricos en virtudes propias de nuestra raza debieron sentirse los fundadores de la patria!»
(Juan Domingo Perón, 9 de julio de 1946)
 
Por la Tercera Independencia Nacional
 
Una vez más, los argentinos conmemoramos y celebramos el día de la Independencia Nacional, proclamada en 1816. Pero lamentablemente se trata de una fecha que cada vez más forma parte del “baúl de los recuerdos”, un acontecimiento pasado que no tiene ninguna proyección sustancial en nuestro presente histórico-político.
En julio de 1816, representantes de los pueblos de las Provincias Unidas de Sudamérica declararon la ruptura de los vínculos que ligaban a esta región con los reyes de España, la recuperación de los derechos de los que habían sido despojados para proclamarse como nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y de toda dominación extranjera. Eran horas difíciles para nuestra Patria Grande, sometida a la presión de la reacción contrarrevolucionaria, de conspiraciones oscuras contra el ejército libertador de San Martín, de amenazas de invasión en el norte, de invasiones portuguesas sobre la Banda Oriental, de rencillas internas entre porteños y provincianos y de rivalidades caudillescas.
Pese a ello, los congresales reunidos en San Miguel del Tucumán creyeron firmemente en sí mismos y en el futuro de nuestra Patria. Por eso, pudieron rasgar las tinieblas y oscuridades que se cernían sobre nuestra nación incipiente, y llenos y animados del santo ardor de la justicia proclamaron nuestra Independencia política, para convertirse en los héroes tutelares e inmortales de nuestra soberanía.
 
Pero tan lamentable como el desdibujamiento de la fecha patria de 1816 es el olvido e ignorancia de la segunda declaración de nuestra Independencia, esta vez económica, en 1947. Parece que los auto-titulados dirigentes peronistas no saben que al presentar su Primer Plan Quinquenal, el general Perón había afirmado que entre las ambiciones y necesidades de su incipiente gobierno se contaba el anhelo de lograr la liberación absoluta de todo colonialismo económico, para rescatar al país de la dependencia de las finanzas foráneas. Parece que desconocen también que en julio de 1947, en la misma casa histórica en la que se proclamó la independencia patria, el gobierno del General Perón promulgó el Acta de la Independencia Económica, mediante la cual se reafirmaba el propósito del pueblo argentino de consumar su emancipación económica frente a los poderes capitalistas foráneos que hasta ese entonces habían ejercido el control y dominio de nuestra economía, bajo las formas de hegemonías económicas condenables y de los inescrupulosos nativos vinculados a dichos poderes foráneos.
Mediante ese acto se conmemoraba la gesta de 1816, actualizando sus propósitos libertadores y afianzando las raíces productivas que la fortalecían y nutrían. Se continuaba así la liberación de nuestra Patria, con una economía recuperada, libre del capitalismo foráneo, al igual que de las hegemonías económicas mundiales y de las nacionales comprometidas con éstas.
 
Hoy, al amparo de una democracia cada vez más renga, los argentinos nos encontramos sometidos a la agresión integral del poder financiero internacional y a los intereses ligados a él, que desde 1976 y en forma ininterrumpida no sólo ha arrasado con la organización productiva de nuestra Patria, para volver a convertirnos en un país-granero, sino que además ha aniquilado las conquistas laborales y obreras, diluido nuestra identidad cultural y nacional y extranjerizado al extremo los recursos naturales y las finanzas de nuestra Patria. Como aliados de este criminal accionar, este poder inhumano ha contado con el aporte cipayo de dirigentes y funcionarios, pasados y actuales, que han hipotecado y siguen hipotecando la riqueza de nuestro país a la avidez extranjera mundialista, llegando a admitir la infamia que poderes inherentes a nuestra soberanía se ejerciten dentro de nuestro territorio, a través de núcleos foráneos enquistados en los engranajes de nuestra economía.
 
Es un contrasentido total pretender festejar los 201 años de la independencia nacional, si por un lado se ha mantenido a lo largo de 34 años la matriz económico-financiera implantada por el nefasto Proceso de 1976 y por otro lado se ha encarado un enorme endeudamiento externo, política que ya ha mostrado ser estéril y contrario a los intereses y necesidades de toda nación que quiere ser soberana.
Por eso, frente a esta postración económica, social y política de nuestra Patria, saqueada integralmente por izquierda y por derecha, y frente a la mentira institucionalizada que pretende hacer creer que estamos en presencia de un proceso transformador, cuando en realidadestamos recorriendo el camino de un nuevo sometimiento al imperialismo internacional del dineronos abrazamos a los ideales emancipadores y liberadores de nuestros Padres fundadores y a las banderas supremas y eternas de la Soberanía política, la Independencia económica y la Justicia social; nos aferramos al riquísimo patrimonio espiritual heredado de los caudillos y líderes de nuestra Nación y de la Patria Grande hispanoamericana, quienes pusieron por delante el corazón de patriotas y ofrecieron a nuestros antepasados lo mejor de sí mismos. En tal sentido, reafirmamos nuestro compromiso de levantar las banderas liberadoras y dignificadoras de nuestra Patria, para continuar y asegurar los esfuerzos y las luchas de todos los héroes y patriotas que ofrendaron su existencia para forjar la felicidad de nuestro pueblo y la grandeza de nuestra Nación. En definitiva,
sabemos que para dominar a las fuerzas del mal no hay otro camino que el antiguo principio de la conducción que aplicaron, con tanto dolor y con tanto sacrificio, nuestros mayores:
la decisión de vencer
(JUAN DOMINGO PERÓN, “A las Fuerzas Armadas”, 7 de julio de 1953)
 
Por la definitiva Independencia de nuestra Patria

lunes, 3 de julio de 2017

43º Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad de JUAN DOMINGO PERÓN

43º Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad de JUAN DOMINGO PERÓN
(1974 – 1º de Julio – 2017)
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«Perón está tan identificado con la Patria que yo veo en él a la Patria misma. […] Perón es un ideal encarnado. Perón es el ideal argentino hecho figura de hombre. Es el viejo ideal de todas las esperanzas hecho carne. Por eso el movimiento político puede tenerlo como Líder único sin correr el peligro de desaparecer el día infausto que falte Perón, porque siempre quedará Perón al frente de su pueblo como un ideal, como una bandera, como guía, como estrella para señalar en las noches el camino de la victoria»
(Eva Perón, 16 de diciembre de 1949)
 
Hoy se cumplen 43 años del día 1 de julio, cuando el General Perón partía hacia la inmortalidad. Un vacío inmenso e incomensurable se produjo no sólo en el “universo” peronista, sino también en la Argentina, ya que dejaba este mundo ese gran argentino que dividió en dos la historia patria. Partía aquél que, como definiera sabiamente Eva Perón, había sido, es y será para siempre el “rostro de Dios” en medio de estos tiempos tenebrosos y de un mundo cada vez más caótico. El amado y querido General recibió el premio de la gloria eterna por haber amado hasta el extremo a nuestra bendita Nación y al Pueblo de la patria por el que ofrendó su vida.
Mucho después, gracias al testimonio de historiadores y médicos, supimos que su retorno definitivo –desde noviembre de 1972- y la responsabilidad presidencial que asumió desde octubre de 1973 le significó a Perón vivir sus últimos meses de vida en medio de graves padecimientos físicos que supo disimular con la estoicidad propia de un soldado cabal, porque nada era más importante para él que cumplir con el ideal sagrado al que había consagrado su vida: forjar la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación. POR ESTOS IDEALES OFRENDÓ SU VIDA, y por estos ideales HOY NOS PIDE A LOS ARGENTINOS DE BIEN QUE PONGAMOS TODA NUESTRA VIDA Y NUESTRO SER AL SERVICIO de esos mismos objetivos por los que él vivió y murió.
Ese 1º de julio Perón ingresó a la inmortalidad que Dios le otorga a quienes ofrendan su vida al servicio de su pueblo. Por eso sabemos y estamos convencidos que PERÓN VIVE, en la vigencia perenne que tiene su Legado Doctrinal como reaseguro eterno del futuro de la Argentina. La mejor prueba que sigue vivo es el ataque alevoso que sufre hoy por parte de una intelectualidad gorila, tan llena de erudición como de mediocridad y pobreza espiritual, que pretende atribuirle todos los males que hoy aquejan y prostituyen la vida política nacional. Paradoja llamativa: para los gorilas, Perón está vivo, mientras que para muchos de los que se proclaman sus seguidores el gran líder ha quedado en el pasado, y pretenden por eso ser los nuevos “líderes”, ya no de la argentinidad sino de “la gente” y de la “ciudadanía”. A todos ellos los condena la verdad peronista que afirma que “aquél que se cree más de lo que es, comienza a ser un oligarca”. En definitiva, la luz de Perón sigue brillando en medio de nosotros como llama épica y sagrada que ilumina el camino de la victoria.
Por eso el homenaje que debemos hacer hoy no es el de recordar su memoria, ni seguir lamentando su partida. El homenaje que hoy se nos impone llevar a cabo es rescatar a Perón del exilio histórico al que lo ha pretendido enviar una dirigencia cansada y avejentada, y continuar su obra reparadora y redentora de nuestra Patria. DEBEMOS LLEVAR A CABO UN NUEVO RENACIMIENTO de nuestra querida Argentina, amalgamada en una matriz espiritual y doctrinal alimentada por la memoria viva de los argentinos que han sido testigos oculares de la gesta histórica ejecutada por Perón y por la energía heroica de las nuevas generaciones que están llamadas a hacer de la Argentina la Patria Grande por la cual vivieron y ofrendaron su vida los grandes próceres de nuestra América hispana, humanista y cristiana.  
Como rostro de Dios y como estrella que señala el camino de la victoria, el general Perón ESTÁ PRESENTE EN MEDIO DE NOSOTROS, animando espiritualmente nuestras almas, modelando sabiamente nuestras mentes e inflamando de amor nuestros corazones, para que nos decidamos a ser fieles hijos suyo y a llevar al triunfo final su proyecto nacional, mediante la unión de todos los argentinos de bien.
Como bien definió Isabel Perón en su momento, Perón fue “humilde en su grandeza y grande en su humildad” a lo largo de toda su vida. Dios quiera que nos dejemos impregnar e inundar de esa grandeza y de esa humildad, para servir a la gran causa del pueblo y de la Nación argentina que es la razón y el sentido de nuestra existencia en esta vida.
Querido General Juan Domingo Perón, tuyos son el poder y la gloria, para felicidad de nuestro Pueblo y para grandeza de nuestra Nación.
 
¡PERÓN VIVE!
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Correo electrónico: primerolapatria@ymail.com

MIENTRAS BAILAN AL COMPÁS DE LAS “PASO”, EL PUEBLO SE VA AL CARAJ…

MIENTRAS BAILAN AL COMPÁS DE LAS “PASO”, EL PUEBLO SE VA AL CARAJ…
 
 

Como es público y notorio hasta la saturación, podemos ver en estos días el revoltijo que caracteriza el mundo político a una semana del cierre de listas para las P.A.S.O. (Primeras Abiertas, Simultáneas y Obligatorias).

Como es público y notorio también, en este cierre de listas brilla por su ausencia absoluta el debate de ideas, de posturas doctrinales y de propuestas acordes a ellas. En realidad, este proceso electoral se parece cada vez más al baile de la silla, o más bien a una licuadora bailable, en la que todos los pretendidos candidatos se aparean con todos, para hacer “alianzas” y “acuerdos” que duran un suspiro. Es una calesita en la que hay “sortija para todos” y “para todos los gustos”. Lo único importante es sacar la sortija, no importa con quién, cualquiera sirve.

Todos vociferan tener soluciones para los terribles y tremendos problemas que agobian al conjunto de la nación y se auto-proclaman los “reparadores”. Lo que no se entiende muy bien es por qué los que gobiernan, si tienen las soluciones, no las aplican ahora, y los que ya estuvieron doce años por qué anuncian que van a resolver los problemas que ellos mismos crearon y no los resolvieron cuando fueron gobierno.
Unos asumieron el gobierno, pero sin contar con un plan económico ni, mucho menos, con una alternativa, tal como lo proclamó hace unas semanas el economista Miguel Ángel Broda, partidario del gobierno. Mientras esperan que la economía se reactive per se, se han endeudado –al igual que la anterior administración gubernamental- en forma creciente y a tasas que inevitablemente van a llevar a una próxima cesación de pagos, tal como lo preanunció hace más de un año el economista Juan Carlos de Pablo en una conferencia dada en Lanús, en mayo del año pasado (los autores de esta nota hemos sido testigos presenciales de ello).

Tanta improvisación hay en el gobierno, que hasta el economista José Luis Espert tuvo que denunciar que quienes “manejan” hoy la política nacional “son millonarios que saben hacer negocios y ganar dinero, pero que de política no saben nada”. Muestra de ello es que toman medidas administrativas en contra de los sectores de menos recursos (jubilados, pensionados, etc.) provocando reacciones sociales de envergadura. Como no tienen plan, administran el día a día, por eso corren siempre atrás de los acontecimientos, pero hasta que los problemas no les revientan en la cara no reaccionan ni se anticipan. Eso sí, llamativamente nunca se equivocan contra los más pudientes, siempre contra los humildes.

Estos aprendices de políticos hablan mucho de “cambio”, pero aplican las históricas, viejas y fracasadas recetas del endeudamiento externo para cubrir gastos corrientes y para fomentar un crecimiento económico híper acotado y sectorial, que inevitablemente termina en crisis. Hablan de “transparencia”, pero nunca han podido explicar por qué casi todos ellos cuentan con una empresa o institución off shore, o por qué en negocios con el Estado siempre hay un pariente o un deudor con vínculos estrechísimos con los funcionarios de turno. Hablan de “transparencia”, pero ganaron millones de pesos con la famosa venta de dólar a futuro del dúo dinámico Kicillof-Vanoli, a pesar de haberla criticado en un primer momento.
Piden paciencia para “llegar al cambio prometido”, pero por las dudas cobran sueldos de 5 ó 6 cifras “para pasar el ajuste” y salir a tocar timbre por los barrios los fines de semana. Tienen un ministro de la Producción que hasta ahora no produjo nada, salvo un comentado romance con una ¿estrella artística?, que duró lo que un suspiro. O un ministro de Medio Ambiente, que ante los desastres ambientales recomienda rezar. Al igual que los “progresistas nac&pop”, creen que la política es simplemente gestión, por eso reducen su “militancia” a llenar planillas Excel y armar cuadros estadísticos, mientras el pueblo en su gran mayoría anda a la deriva, en el desamparo más cruel e inimaginable, como “ovejas sin pastor” o padeciendo que “todos los días lo maten como a un perro”.

En el colmo de la insensatez, su única aspiración política consiste en atizar y fomentar la división electoral de la “supuesta” oposición política, para llegar tranquilo a las próximas elecciones legislativas. Creen y quieren hacer creer que “la nueva política” es poner caras lindas en las boletas electorales, o promover como legisladores a científicos o a víctimas de delito. Pretenden producir un “cambio histórico y cultural”, pero no tienen ni idea de lo que está pasando en el mundo ni tampoco en la Argentina profunda.
 
Ni que hablar de la “oposición nac&pop”, la gran responsable y culpable que los “enemigos liberales” hayan llegado al gobierno por medio de los votos por primera vez en la historia política nacional. Que critica al gobierno por haber aumentado la pobreza en 3 ó 4 puntos porcentuales, cuando ella –siendo gobierno- la dejó en 29-30%. Que critica el feroz endeudamiento externo llevado a cabo por la actual gestión, pero siguiendo el impulso de “los revolucionarios de la Patagonia”, que de una deuda post-canje del 2005 de 145.000 millones de dólares dejaron al final de su mandato una deuda de 240.000 millones de dólares, después de haber pagado la friolera de 190.000 millones de dólares. Que critica la pérdida de la soberanía nacional en los litigios judiciales internacionales, cuando fue el mismo Néstor Kirchner quien firmó en el canje de deuda del 2005 “la prórroga de jurisdicción a favor de los tribunales estaduales y federales y la renuncia a oponer la defensa de la inmunidad soberana” y la aceptación de los tribunales de Nueva York, Londres y Tokyo como sedes para litigar judicialmente (Decreto 319/2004, artículo 8 y Decreto 1735/2004, artículo 3). Que critica el “antipatriotismo liberal” del actual gobierno, pero olvidándose que siendo gobierno mantuvo la política liberal extranjerizante de Martínez de Hoz y del menemismo de los ’90, manteniendo vigente la Ley de Entidades Financieras 21.526/1977 y manteniendo hasta la actualidad el control extranjero sobre la privatizada YPF (Repsol/Banca Rothschild-familia Esquenazi/Banco Credit Suisse y reprivatización 2012/Chevron y fondos buitres [George Soros, BlackRock, Banco Lazard, Goldman Sachs, etc.]. Oposición que habla de “antiimperialismo yanqui” pero que se olvida del saludo sumiso en setiembre del 2008 ante David Rockefeller, el verdadero padre del Proceso de Reorganización Nacional y enemigo histórico declarado de Perón y su revolución nacional.
Oposición “nac&pop” que siendo gobierno no fomentó las organizaciones libres del pueblo sino que convirtió a gran parte del pueblo en Estado-dependiente y rehén de los dueños de los aparatos políticos de turno; que no fomentó la creación de trabajo genuino sino que armó la industria del subsidio, financiada con deuda externa contraída con el Banco Mundial.

Hoy da vergüenza ajena ver a gran parte de esa dirigencia “nac&pop” desesperada por armar un rejunte electoral bajo el pomposo nombre de “unidad del campo nacional y popular”, aferrada a una multimillonaria hotelera exitosa que les aseguraría “los votos del pobrerío del conurbano”, “empresaria” que en el fondo los desprecia y los humilla a gritos y reproches. Dirigencia que busca la “unidad” y que clama por una “conductora”-candidata sólo para que ponga la tarasca para la campaña, porque hoy esa dirigencia no tiene las grandes cajas del Estado para subsidiarse. Es una dirigencia que ha progresado políticamente a costa de las cajas públicas del Estado, convertido en feudo y fuente de “trabajo” para sí y sus parientes y amigos. Es una dirigencia que tiene terror a quedarse sin el Estado, porque nunca trabajó ni se ganó el pan con el sudor de su frente, y en la actividad privada no sabe hacer casi nada. No es una dirigencia forjada en la lucha de la resistencia por la vuelta de Perón, sino una dirigencia que ha hecho del peronismo una franquicia para su enriquecimiento personal y que se ha resistido y resiste, hasta las últimas consecuencias, a rescatar a Perón del exilio histórico, porque si lo hiciera tendrá que servir al pueblo, no servirse de él. Si rescataran a Perón del exilio histórico, ya no podrían hablar de “mi pueblo”, de “mi gente”, de “mi provincia”, de “mi feudo municipal”, tendrían que hablar del pueblo con respeto y reverencia como lo hacían Perón y Evita, que se consideraban servidores del pueblo, no sus dueños.
 
Es por todo esto que hoy la gran mayoría del pueblo argentino se encuentra en el peor de los desamparos y en la indefensión más cruel. Basta recorrer los tribunales de familia, los hospitales públicos o los barrios más pobres del conurbano para ver el abandono al que está sometida la mayoría de la población argentina, impotente ante el accionar mortífero de la narco-criminalidad y muchas veces matada como perro, tal como lo definió certeramente en estos días un dirigente sindical del transporte.
Se supone que la política está llamada a hacerse cargo de este desamparo, pero lamentablemente mucha dirigencia política, liberal o progresista “nac&pop” cree que “al pueblo hay que tenerlo cortito”, o bien porque “levanta la cabeza y reclama” o bien porque “si lo capacitás después no lo podés controlar y se te independiza”.

Así, hoy la dirigencia política está bailando al son de las PASO, y el pueblo se va al joraca.

Pero una vez más, Perón nos rescata y nos hace saber que la política es amor y servicio, por eso debe hacerse cargo de “la destrucción del hombre en todos los estamentos nacionales” y de “la destrucción del Estado”, productos ambas de una “descomposición preconcebida que se ha venido operando a lo largo de los años y de los hechos que el país ha vivido fuera de los cauces de una comunidad organizada”. Esto obliga a “reconstruir lo destruido y preparar un mejor futuro inmediato para que en una nación realizada cada argentino pueda intentar su propia realización”. Ante los problemas que nos agobian y paralizan hay que reaccionar, porque “permanecer inactivo es casi resignarse a la desgracia”, para lo cual hay que “superar necesariamente las pasiones insanas en aras del bien común de la Patria, objetivo supremo de todos los argentinos”. Se trata de desterrar la lucha fraticida y estúpida para promover “una efectiva y racional colaboración de todos los argentinos”. Para ello se torna necesario “capacitarse moral e intelectualmente” y forjar una nueva generación dirigencial “calificada por todas las virtudes y capacitada para luchar hasta las últimas consecuencias”, porque “las comunidades no valen tanto por sus riquezas ni por el número de sus habitantes, sino por la capacidad de los dirigentes que las encuadran y conducen”.

En definitiva, la nueva formación dirigencial debe apuntar a “meditar sobre la mejor manera de servir antes que dedicarse a criticar desaprensivamente a los demás dirigentes”, porque “ningún aspirante a dirigente podrá engrandecerse con la desgracia de los demás, pero sí desprestigiarse por una elemental falta de ética política y humana”.

Estas y otras enseñanzas es la que impartió Juan Domingo Perón en el discurso de cierre de campaña del 21 de setiembre de 1973, en vísperas de ser elegido Presidente de la Nación. Pronunciadas hace casi 44 años, tienen absoluta vigencia y actualidad, por encima de los balbuceos insulsos y vacíos de todo contenido de una dirigencia que no sólo ya está perdiendo hasta el histórico aparato partidario del PJ, sino que está rifando algo mucho más grave como es su propia dignidad personal, a manos de una banda de impostores y falsarios, con irracionales delirios de grandeza carentes de toda legitimidad.

Para no irnos al joraca como pueblo y como Nación, se impone volver a Perón, se impone resistir la destrucción humana y estatal que nos han aplicado, se impone volver a rescatar a Perón del exilio histórico al que lo ha sometido una dirigencia falaz y descreída, para volver a hacer de la Argentina esa gran Nación que sea luz y ejemplo para todos los pueblos del mundo.     
 
José A. Quarracino                                        Juan Carlos Vacarezza
Secretario Político                                                        Secretario General
Movimiento “Primero la Patria”
 
[Publicado en Política del Sur, 20 de junio de 2017, Año 11 No. 540]