lunes, 19 de noviembre de 2012

La Historia Argentina: La Visión de Juan Domingo Perón

El Lunes 12 de noviembre presentamos el libro "La Historia Argentina: La Visión de Juan Domingo Perón" de Juan Carlos Vacarezza y José Arturo Quarracino en el Sindicato de Empleados de Comercio de la ciudad de Junin, la jornada completa en los siguientes 5 vídeos:

PRESENTACIÓN

http://www.youtube.com/watch?v=E0xNxXDGOLk&feature=relmfu

MATIAS CERDA

http://www.youtube.com/watch?NR=1&feature=endscreen&v=QnYcfHD9SlU

JOSÉ ARTURO QUARRACINO

http://www.youtube.com/watch?v=b4H7zlZmaDE&NR=1&feature=endscreen

JUAN CARLOS VACAREZZA - PARTE 1

http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=RTixuQ9No4A&feature=endscreen

JUAN CARLOS VACAREZZA - PARTE 2


http://www.youtube.com/watch?v=2FTqnP6kEso&feature=endscreen&NR=1

JUAN CARLOS VACAREZZA - PARTE 3

http://www.youtube.com/watch?v=F0CSwYCikpI&NR=1&feature=endscreen

sábado, 3 de noviembre de 2012

La vigencia de Eva Perón





- Agenda de Reflexion - http://www.agendadereflexion.com.ar -
N° 850 - La mujer, ¿fuente de amor y afecto o género construido? [La vigencia de Eva Perón]
Octubre 18, 2012 | Archivado bajo Actualidad




Por José Arturo Quarracino

Cuando los “amos del universo” decidieron encarar el asalto final sobre los pueblos y naciones del mundo, para saquearles sus recursos naturales y sus riquezas, avanzaron “por derecha” promoviendo dirigentes políticos y económicos vernáculos, por lo general imbuidos de la ideología liberal, para difundir y ejecutar las políticas económicas afines a sus intereses. Pero para asegurar el asalto político y económico que emprendían, también avanzaron “por izquierda”, promocionando y promoviendo el “izquierdismo político” y el “progresismo cultural”, conductas y valores culturales extraños a la idiosincrasia, la tradición y la conciencia nacionales de los pueblos, para horadar internamente, debilitar y diluir la resistencia y la reacción populares contra el saqueo que comenzaba a perpetrarse.

Richard Gardner, miembro y vocero del Council on Foreign Relations[1], anticipó la aplicación de esta estrategia en 1974, cuando reconoció que en general ya no se iba a intentar la invasión armada para controlar y dominar a un país, sino el socavimiento de sus bases culturales y políticas, para eliminar su soberanía nacional: «(el Nuevo Orden Mundial) tendrá que ser construido desde abajo hacia arriba, más bien que de arriba hacia abajo. Parecerá un gran ruido, un zumbido, una confusión… Pero será una emboscada contra la soberanía nacional, erosionándola pedazo a pedazo. Pero se logrará mucho más que el clásico ataque frontal»[2].

Uno de las tácticas fundamentales para implantar el debilitamiento cultural en el seno de un pueblo es la de jaquear, sabotear y deformar la familia como célula o unidad básica de la Nación, como ámbito de cultivo y fomento del amor, el trabajo, la solidaridad y la ofrenda de la propia vida para lograr la felicidad de los seres queridos que la componen.

¿Cómo se ha debilita y deformado la familia como institución? Externamente, creando condiciones sociales y económicas que hagan difícil o tornen imposible la subsistencia cotidiana y el ejercicio de los roles paterno y materno, destruyendo las fuentes de trabajo, deformando el sistema productivo, haciendo costoso o difícil el acceso a los servicios básicos indispensables como la salud y la educación, degradando el ámbito de trabajo y las relaciones laborales, promoviendo el asistencialismo improductivo, promoviendo el consumo de alcohol y droga, etc.

Internamente, se ha debilitado a la familia deshumanizando las figuras paternas y maternas, sobre todo ésta última. ¿Cómo? Eliminando del lenguaje cotidiano informal e institucional el término de “mujer”, para reemplazarlo por el de “identidad de género”, pues cuando se menta la palabra mujer aparecen inevitablemente asociadas la dimensión de hija, esposa y madre, figuras que hablan de amor y afecto, mientras que hablar de género remite a una dimensión meramente individual, un algo que no referencia ni amor ni afecto, un algo que sólo designa un puesto en un universo social que debe ser definido de la manera que le guste a cada una. Hablar de la mujer significa fundamentalmente hacer mención a un ser-en-relación permanente de amor y entrega, hablar de género significa hablar de algo individual que es un simple estereotipo vacío a ser llenado de cualquier forma.

No es para nada inofensivo reemplazar un término tan cargado de sentido afectivo y sentimental por un concepto desprovisto de rasgos humanos. Por ejemplo, al quitar del léxico la palabra mujer para reemplazarla por el término género permite también dejar de lado el concepto de maternidad para reemplazarlo, por ejemplo, por el término trabajo reproductivo que no trasunta el menor sentimiento afectivo. En este sentido, manipular el lenguaje de este modo permite desdibujar o diluir los rasgos humanos que caracterizan a la mujer, para mencionarla sólo como un “algo” carente de fisonomía o para rebajar su humanidad maternal a mero proceso de reproducción, con lo cual se facilitan los pasos necesarios para, en última instancia, convertir a la mujer en asesina de su propio hijo.


2. En el plano institucional, a nivel internacional (por ejemplo en Naciones Unidas) se pueden visualizar las consecuencias de esta deshumanización de la mujer, paradójicamente tan alabada por las feministas. Por ejemplo, desplazar el término “mujer” para reemplazarlo por el concepto de “género” ha permitido que en forma paulatina se vaya dejando de lado el término “familia” para reemplazarlo por el de “población”, como sucede en muchos documentos oficiales del organismo citado.
Al mismo tiempo, hablar de “género” permite pensar en un ente individual, independiente del varón, al que se le quiere empoderar (darle poder) frente al que es su “rival” que le impide el libre desarrollo de su personalidad, porque el varón le “impone” a la mujer estereotipos que la “relegan” a la crianza de los hijos y a las tareas del hogar. Así, en vez de compartir un proyecto de vida común, los esposos se ven rebajados a contendientes que pugnan por poder ser libres el uno del otro.
Además, definir a la mujer como género es lo que hace posible relegar la dimensión procreativa y maternal de la vida a una instancia inferior. Así, como “género”, la mujer puede aspirar a tener el “derecho” de convertirse en asesina de su hijo, mediante el aborto.

3. Fundamental para esta estrategia de deshumanización de la mujer y su mutación en género es que esta nueva concepción sea expresada por agentes vernáculos y en idioma castellano. Mejor aún si estos voceros de la ideología del “género” forman parte de las estructuras políticas con raíz histórica en la Patria.
Como formulación originalmente angloamericana e internacionalista, no es raro que ciertos dirigentes formados en fuerzas políticas que tienen su origen, sus raíces y sus fuentes de poder en centros extranjeros actúen de voceros de esta ideología contraria a la dignidad de la mujer.
Lo que sí es llamativo es que estos centros de poder recluten entre sus voceros a dirigentes provenientes de movimientos políticos de raíz nacional, como el radicalismo y el peronismo. Pero por más llamativo que sea, no hay que dejar de reconocer en esta maniobra la astucia de los “amos del universo”, que hacen difundir su ideología y su coacepción de “género”, despersonalizadora de la mujer y de la familia, a quienes supuestamente representan tradicionales nacionales, históricamente enfrentadas con aquéllos.

4. Eva Perón y la mujer argentina. Bien harían estas voceras y voceros de la degradación de la mujer y de la familia, como también de la aplicación de la pena de muerte contra los niños por nacer, volver a la doctrina de Eva Perón, quien ha sabido enseñar que la mujer argentina, como responsable de la construcción cristiana de la familia y como epígono crítico del hogar «es ante todo la representante de lo incontaminado y lo veraz». Podrán aprender de ella que en la voluntad de la mujer «está presente la vida misma, con su infinita secuela de valores, con su infinita gama de necesidades, grandes y pequeñas». Aprenderán así que «la mujer piensa por su casa, que es pensar por su familia y pensar por su país, suma de familias dispersas sobre el generoso suelo de nuestra patria».


A) La dimensión religiosa de la mujer. Si volvieran a la doctrina de Eva Perón, conocerían estos voceros extranjerizantes la dimensión religiosa de la naturaleza y esencia de la mujer: «creo que no puede hablarse en nuestra tierra de un hogar argentino que no sea un hogar cristiano. Frescas están aún en nuestras pupilas las cruces tutelares de las viejas casonas de nuestros antepasados. Bajo la cruz hemos concebido. Bajo la cruz hemos recitado el abecé y hemos contemplado el ábaco. Bajo la cruz hemos cruzado las manos en la postrera invocación».
Y como adalid de la dimensión religiosa de la mujer y de su importancia raigal en la historia patria afirma que «Todo aquello que en nuestras costumbres pueda destacarse es cristiano. De norte a sur, de este a oeste, empresas guerreras, empresas políticas, empresas espirituales, han sido urdidas y asentadas sobre la cruz, como cuadra a una raza templada en el ejercicio de las mejores virtudes. Vivo o escondido, el sentimiento de lo religioso ha prevalecido en suprema instancia, sobre todo otro nocivo reflejo de ética no argentina».

Más aún, la dimensión religiosa católica es crucial en la vida de la mujer y de la Patria: «Hemos dicho la verdad en cuanto hemos hablado sobre la tradicional fe católica. Y hemos mentido o nos hemos equivocado en cuanto hemos construido sobre el ateismo extranjerizante, filtrado en nuestra legislación o instalado por sorpresa sobre nuestras instituciones básica, entre ellas, la de la educación. De tal modo que cuando hablamos del hogar argentino y de la mujer, como símbolo de ese hogar, estamos hablando de la mujer cristiana y del hogar asentado sobre esta base de sólida moral tradicional. De hecho, para legitimar nuestra aspiración de que toda mujer vote, podríamos agregar que toda mujer debe votar conforme su sentido religioso, vale decir ajustándose a una clara y alta medida de su deber de madre, de esposa o de hija, para con los seres que conviven junto a ella, dentro de un cuadro de cristiana equidad, de estricta justicia, de limpia aspiración de mejoramiento espiritual, de generoso impulso solidario, de atento y minucioso ordenamiento mental. La mujer que es la responsable de la educación familiar y el eje de una estructura hogareña orientada en los sanos y eternos principios del cristianismo, no podrá equivocarse jamás ante las urnas, donde está el destino ulterior de la patria. La mujer que esté dando en su voto el matiz de su honradez de conciencia, no podrá equivocarse en su designio político, si viene de un hogar sometido a la inflexible ley moral de Cristo». Ante esto, «de nada valen la injuria, la ineptitud disfrazada de crítica mordaz y la ya envejecida técnica de ataque de los hombres sin Dios. En el seno de la familia no cabe el instinto ni la barbarie, sino la cruz bajo la cual nos engendraron».

B) La sagrada y universal dimensión materna de la mujer. Para Eva Perón, la mujer no es un género sino un ser portador de lo sagrado y de la vida, al servicio de la humanidad: «La misión sagrada que tiene la mujer no sólo consiste en dar hijos a la Patria, sino hombres a la Humanidad. Hombres en el sentido cabal y caballeresco de la hombría, que es cuna del sacrificio cotidiano para soportar las contrariedades de la vida y base del valor que inspira los actos sublimes del heroísmo cuando la Patria lo reclama. Hombres formados en las costumbres cristianas que han hecho fuerte a nuestra estirpe y sensibles a la emoción de nuestros criollísimos sentimientos. Hombres austeros, que forjen su vida al calor del hogar, donde siempre palpita un corazón de mujer»[3].


C) La dimensión matrimonial de la mujer. Además de la maternidad, el otro rasgo constitutivo de la naturaleza esencial de la mujer es la conyugalidad, es decir, el saber ser esposa y amiga del varón con que forjan en unidad un destino al servicio no sólo de la familia sino fundamentalmente de la Nación. Así lo puso de manifiesto Eva Perón, al afirmar que «la mujer [...] reclama un lugar para compartir con el hombre sus jornadas y para trabajar con el por el triunfo definitivo de la fe, por la voluntad y por la vida que se nutren en su espíritu generoso y porque las ciudades, los campos y la civilización también fueron afianzados con energías femeninas»[4].
Los progresistas vernáculos que hoy se cautivan con el “empoderamiento de las mujeres” propuestos por los “amos del universo” a través de las Naciones Unidas se olvidan que, gracias a Perón y Evita, las mujeres argentinas pudieron ejercer efectivamente poder al servicio de los objetivos de labrar la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación. Históricamente hablando, las mujeres argentinas nunca reclamaron el poder contra sus compañeros de vida y destino, sino que reclamaron el poder de trabajar juntos a los varones para mejor servir a la Patria, para forjar un mundo de paz, amor y justicia social, no para realizarse individualmente según el modelo yanqui o británico. Lamentablemente, quienes hoy usufructúan la imagen de Evita se olvidan que lejos de significar un lugar de frustración para la mujer, el hogar representa el ámbito pleno de su realización personal: «El hogar -santuario y célula mater de la sociedad- es el campo propicio y específico en el que el trabajo de la mujer, en bien de la patria y de sus hijos, se ejerce cotidianamente y ofrece mayores perspectivas de contribuir a moldear hombres dignos del momento histórico que vivimos los argentinos»[5].
En este punto, olvidan “nuestros” progresistas con mentalidad extranjera que «el hogar es el centro sensible por excelencia del corazón de la patria y el lugar específico para servirla y engrandecerla», y que a su vez la mujer es «la piedra básica sobre la que se apoya el hogar. Como madre, como esposa y como hija»[6]. En este sentido, la presencia activa de la mujer en el hogar potencia el desarrollo social y político de la Nación, sin que ello signifique su exclusión o postergación social, ya que la mujer está llamada a armonizar su presencia en el hogar y en la vida social y política, pero arraigándose y afianzándose en el ámbito de la familia, como templo de la vida y del amor:: «Porque si a la mujer no se le ha dado el señorío de la fuerza  física, se le ha dado el imperio del amor. Y sabemos las mujeres, sin necesidad de sutiles raciocinios, que sólo en el hogar  y en el matrimonio indisoluble puede el amor alcanzar toda su expansión. Sabemos las mujeres  que la decadencia del amor, sin duda alguna es una de las decadencias más grandes que ahora padece, es el resultado inmediato de la paganización de la familia y de la desarticulación del hogar». Es por eso que «menos tememos las argentinas a la mujer que pilotea automóviles, yates y aviones, que a la emancipada de la familia o a la que toma el amor y el matrimonio como un “egoísmo de dos” sin entender que de la solidez y de la fecundidad del matrimonio depende el engrandecimiento de la patria».Esta jerarquía de ámbitos armonizados tiene su fundamento en el ideario cristiano: «La Iglesia, como nos ha enseñado siempre, ni ha prohibido ni ha disuadido a la mujer de que ejerza de médico o de diputado, o de embajadora, con tal que no abandone sus deberes esenciales de madre, de hija o de esposa. Y si la evolución de los tiempos la lleva a participar de la vida cívica y a intervenir en las contiendas electorales, es ella quien está encargada de conspirar al triunfo de un orden social y familiar en el que pueda compartir, al lado del hombre, los frutos de la paz y de la justicia»[7].

Pero “nuestros” progresistas han descubierto la pólvora: desprovistos del más elemental conocimiento de nuestra historia patria, llenos de la ideología internacionalista del poder financiero internacional, impulsan un proyecto social y político que despersonaliza y deforma a la mujer, convirtiéndola en “género” y “necesitada de poder”, cuando en la Argentina las mujeres fueron partícipes fundamentales en un proceso de auténtica liberación nacional y social, aportando los atributos propios de su femineidad. Olvidan o desconocen que en la vida nacional las mujeres «mostraron desde entonces [a partir del derecho al voto adquirido en 1947] que pueden trabajar, elegir y luchar como los varones y preservar, al mismo tiempo, los atributos de femineidad y de esposas y madres ejemplares con que impregnan de afecto nuestra vida»[8]. Una vez más, los sabios sueltos e intelectuales ignorantes “fabricados” por los “amos del universo” pretenden impulsar un “progreso” que en la Argentina se conoció hace más de 60 años. Si quieren “empoderar” a las mujeres, que divulguen y actualicen el magisterio político y de vida que ha pregonado Eva Perón en su hermosa existencia consagrada a servir a la causa de la Nación.


[1] El CFR (Council on Foreign Relations) es el dispositivo a través del cual el establishment financiero angloamericano no sólo controla al gobierno de Estados Unidos, a su Departamento de Estado, sino que además y previamente diseña las políticas que las instituciones oficiales gubernamentales han de aplicar en su gestión de gobierno, tanto en lo nacional como en el plano mundial. Fue creado en el año 1921, para acompañar la creación del británico RIIA (Royal Institute of International Affairs) en 1919, pensado para diseñar las políticas imperialistas a aplicar por los gobiernos británicos a lo largo del tiempo, independientemente de quien sea el partido gobernante. Para conocer más en detalle el CFR, se puede consultar la obra de Adrian Salbuchi, El Cerebro del Mundo, Editorial El Copista, 4ª Edición, Córdoba 2003.
[2] Richard Gardner, Foreign Affairs (revista del Council on Foreign Relations), Abril de 1974.
[3] Todas las frases citadas hasta aquí están tomadas de Eva Perón, «Discurso radiofónico», 26 de febrero de 1947.
[4] Eva Perón, «Mensaje por el Día de las Américas», 14 de abril de 1947.
[5] Escribe Eva Perón, «El deber actual de la mujer argentina», Buenos Aires 1951, p. 19.
[6] Ibidem., p. 20.
[7] Estas últimas citas han sido extraídas del Mensaje dirigido por Eva Perón a las Mujeres de España, publicado en el diario La Vanguardia, Madrid, el 17 de junio de 1947.
[8] Juan Domingo Perón, «Mensaje ante la Asamblea Legislativa», 1º de mayo de 1974 en el Congreso Nacional.
José Arturo Quarracino josequarracino@yahoo.com[Texto gentileza de Marcelo Gullo]

miércoles, 3 de octubre de 2012

Perón habla a la juventud peronista


En lo profundo, el problema argentino es un problema de generaciones: la vieja generación demo-liberal burguesa que puja por subsistir y la nueva generación evolucionista que anhela imponer otras formas de vivir y progresar. La decisión en esta lucha de generaciones está en el tiempo. El futuro es de la juventud y si no mediaran otros factores, la supresión biológica aseguraría el triunfo a los jóvenes. Sin embargo, hay que acelerar el proceso, porque la evolución del mundo no espera. He ahí la función de una juventud que tenga conciencia de la hora que vivimos y de la misión que le corresponde. Pocos pueblos en el mundo han alcanzado la madurez política del argentino y pocos, en su conjunto, saben como él lo que quieren, pero nunca, en la historia política Argentina se ha presenciado una manifestación más monstruosa de falta de respeto a la voluntad popular, con el cinismo de afirmar que se lo hace en el nombre y defensa de la democracia. Es preciso comprender que nuestro país está viviendo horas decisivas y que, de las soluciones que se alcancen ahora dependerá el futuro que podrá ser venturoso o luctuoso, según seamos capaces de proceder con grandeza para luchar por los intereses de la Patria o no.

La juventud, a quien corresponderá ese futuro, tiene también la responsabilidad de asegurarlo. Nada estable y duradero puede fundarse sobre la mentira, por eso frente al caos institucional de la República, los mismos culpables de provocar el desequilibrio y la miseria, se sienten ahora alarmados por la situación y aconsejan los mayores desatinos, sin percatarse que el Pueblo Argentino ha evolucionado lo suficiente como para que sus palabras no le suenen a sarcasmo. Esa evolución nos lleva imperceptiblemente pero de manera firme hacia la revolución y no habrá fuerza capaz de evitarla. Por el camino del Justicialismo se ha de realizar en nuestro país el fatalismo evolutivo. Es evidente que ha terminado en el mundo el reinado del imperio burgués y que comienza el gobierno de los pueblos. Con ello, el demo liberalismo y su consecuencia -el imperialismo- han cerrado su ciclo. Ante la tragedia que vive el país, ha llegado el momento en que la vanguardia de la Patria, representada por su juventud, se una y organice para alcanzar el más alto grado de preparación compatible con su misión y la grave responsabilidad que le incumbe. Para alcanzar tan alta finalidad es indispensable que la unión y solidaridad juvenil se realice en forma indestructible, con un alto sentimiento de Patria, una absoluta determinación de imponer nuestra doctrina y una firme resolución de vencer. Sólo en la fortaleza y decisión de tornarse invencibles se puede basar la seguridad de la Liberación del Pueblo Argentino.

Cuando la juventud esté unida y organizada, cuando en poco tiempo pueda ser ejemplo de disciplina peronista, se encontrará en condiciones de luchar en todo terreno y el éxito de la etapa final del proceso argentino estará asegurado. Debemos demostrar al mundo que nos observa lo que puede la firme actitud de un Pueblo cuando su lucha está fundada en los sagrados principios de la justicia, de la libertad y de la soberanía. La Patria reclama en estos días la inquebrantable decisión de la juventud de luchar por ella. Todos sabremos cumplir con nuestro deber ante la Historia, si estamos animados de una profunda fe peronista, si realmente nos decidimos a luchar por el Pueblo y si estamos resueltos a enfrentar cualquier sacrificio.


Juan Domingo Perón, 5 de junio de 1963





Ver además:
1) Perón y la misión de los políticos jóvenes = http://www.youtube.com/watch?v=coSzR8BoMBM&feature=related

martes, 2 de octubre de 2012

El funcionamiento del capitalismo mundial


EXPOSICIÓN DEL DR. JUAN CARLOS VACAREZZA


"Cada vez que hay una crisis hay concentración redistribución y apropiación de la riqueza"
"los estados financian la investigación tecnológica y luego se lo desarrollan los privados"
"el petroleo pasa de ser abundante y barato para ser escaso y caro...el país que no tiene petroleo se vuelve dependiente" 
"en el año 1971 se produce la inconvertilidad del dolar... deja de tener respaldo en oro"
"china es parte del arreglo mundial y cumple su rol asi como japon"
"las deudas son impagables"
Europa no va a salir con el ajuste, va a golpear a las clases medias

lunes, 24 de septiembre de 2012

LA MUJER - EVA PERÓN


LA MUJER, ¿Fuente de amor y afecto o Género construido?
La vigencia de EVA PERÓN
Cuando los “amos del universo” decidieron encarar el asalto final sobre los pueblos y naciones del mundo, para saquearles sus recursos naturales y sus riquezas, avanzaron “por derecha” promoviendo dirigentes políticos y económicos vernáculos, por lo general imbuidos de la ideología liberal, para difundir y ejecutar las políticas económicas afines a sus intereses. Pero para asegurar el asalto político y económico que emprendían, también avanzaron “por izquierda”, promocionando y promoviendo el “izquierdismo político” y el “progresismo cultural”, conductas y valores culturales extraños a la idiosincrasia, la tradición y la conciencia nacionales de los pueblos, para horadar internamente, debilitar y diluir la resistencia y la reacción populares contra el saqueo que comenzaba a perpetrarse.


Richard Gardner, miembro y vocero del Council on Foreign Relations[1], anticipó la aplicación de esta estrategia en 1974, cuando reconoció que en general ya no se iba a intentar la invasión armada para controlar y dominar a un país, sino el socavimiento de sus bases culturales y políticas, para eliminar su soberanía nacional: «(el Nuevo Orden Mundial) tendrá que ser construido desde abajo hacia arriba, más bien que de arriba hacia abajo. Parecerá un gran ruido, un zumbido, una confusión... Pero será una emboscada contra la soberanía nacional, erosionándola pedazo a pedazo. Pero se logrará mucho más que el clásico ataque frontal»[2].
Uno de las tácticas fundamentales para implantar el debilitamiento cultural en el seno de un pueblo es la de jaquear, sabotear y deformar la familia como célula o unidad básica de la Nación, como ámbito de cultivo y fomento del amor, el trabajo, la solidaridad y la ofrenda de la propia vida para lograr la felicidad de los seres queridos que la componen.
¿Cómo se ha debilita y deformado la familia como institución? Externamente, creando condiciones sociales y económicas que hagan difícil o tornen imposible la subsistencia cotidiana y el ejercicio de los roles paterno y materno, destruyendo las fuentes de trabajo, deformando el sistema productivo, haciendo costoso o difícil el acceso a los servicios básicos indispensables como la salud y la educación, degradando el ámbito de trabajo y las relaciones laborales, promoviendo el asistencialismo improductivo, promoviendo el consumo de alcohol y droga, etc.
Internamente, se ha debilitado a la familia deshumanizando las figuras paternas y maternas, sobre todo ésta última. ¿Cómo? Eliminando del lenguaje cotidiano informal e institucional el término de “mujer”, para reemplazarlo por el de “identidad de género”, pues cuando se menta la palabra mujer aparecen inevitablemente asociadas la dimensión de hija, esposa y madre, figuras que hablan de amor y afecto, mientras que hablar de género remite a una dimensión meramente individual, un algo que no referencia ni amor ni afecto, un algo que sólo designa un puesto en un universo social que debe ser definido de la manera que le guste a cada una. Hablar de la mujer significa fundamentalmente hacer mención a un ser-en-relación permanente de amor y entrega, hablar de género significa hablar de algo individual que es un simple estereotipo vacío a ser llenado de cualquier forma.
No es para nada inofensivo reemplazar un término tan cargado de sentido afectivo y sentimental por un concepto desprovisto de rasgos humanos. Por ejemplo, al quitar del léxico la palabra mujer para reemplazarla por el término género permite también dejar de lado el concepto de maternidad para reemplazarlo, por ejemplo, por el término trabajo reproductivo que no trasunta el menor sentimiento afectivo. En este sentido, manipular el lenguaje de este modo permite desdibujar o diluir los rasgos humanos que caracterizan a la mujer, para mencionarla sólo como un “algo” carente de fisonomía o para rebajar su humanidad maternal a mero proceso de reproducción, con lo cual se facilitan los pasos necesarios para, en última instancia, convertir a la mujer en asesina de su propio hijo.
2. En el plano institucional, a nivel internacional (por ejemplo en Naciones Unidas) se pueden visualizar las consecuencias de esta deshumanización de la mujer, paradójicamente tan alabada por las feministas. Por ejemplo, desplazar el término “mujer” para reemplazarlo por el concepto de “género” ha permitido que en forma paulatina se vaya dejando de lado el término “familia” para reemplazarlo por el de “población”, como sucede en muchos documentos oficiales del organismo citado.
Al mismo tiempo, hablar de “género” permite pensar en un ente individual, independiente del varón, al que se le quiere empoderar (darle poder) frente al que es su “rival” que le impide el libre desarrollo de su personalidad, porque el varón le “impone” a la mujer estereotipos que la “relegan” a la crianza de los hijos y a las tareas del hogar. Así, en vez de compartir un proyecto de vida común, los esposos se ven rebajados a contendientes que pugnan por poder ser libres el uno del otro.
Además, definir a la mujer como género es lo que hace posible relegar la dimensión procreativa y maternal de la vida a una instancia inferior. Así, como “género”, la mujer puede aspirar a tener el “derecho” de convertirse en asesina de su hijo, mediante el aborto.
3. Fundamental para esta estrategia de deshumanización de la mujer y su mutación en género es que esta nueva concepción sea expresada por agentes vernáculos y en idioma castellano. Mejor aún si estos voceros de la ideología del “género” forman parte de las estructuras políticas con raíz histórica en la Patria.
Como formulación originalmente angloamericana e internacionalista, no es raro que ciertos dirigentes formados en fuerzas políticas que tienen su origen, sus raíces y sus fuentes de poder en centros extranjeros actúen de voceros de esta ideología contraria a la dignidad de la mujer.
Lo que sí es llamativo es que estos centros de poder recluten entre sus voceros a dirigentes provenientes de movimientos políticos de raíz nacional, como el radicalismo y el peronismo. Pero por más llamativo que sea, no hay que dejar de reconocer en esta maniobra la astucia de los “amos del universo”, que hacen difundir su ideología y su coacepción de “género”, despersonalizadora de la mujer y de la familia, a quienes supuestamente representan tradicionales nacionales, históricamente enfrentadas con aquéllos.
4. Eva Perón y la mujer argentina. Bien harían estas voceras y voceros de la degradación de la mujer y de la familia, como también de la aplicación de la pena de muerte contra los niños por nacer, volver a la doctrina de Eva Perón, quien ha sabido enseñar que la mujer argentina, como responsable de la construcción cristiana de la familia y como epígono crítico del hogar «es ante todo la representante de lo incontaminado y lo veraz». Podrán aprender de ella que en la voluntad de la mujer «está presente la vida misma, con su infinita secuela de valores, con su infinita gama de necesidades, grandes y pequeñas». Aprenderán así que «la mujer piensa por su casa, que es pensar por su familia y pensar por su país, suma de familias dispersas sobre el generoso suelo de nuestra patria».
A) La dimensión religiosa de la mujer. Si volvieran a la doctrina de Eva Perón, conocerían estos voceros extranjerizantes la dimensión religiosa de la naturaleza y esencia de la mujer: «creo que no puede hablarse en nuestra tierra de un hogar argentino que no sea un hogar cristiano. Frescas están aún en nuestras pupilas las cruces tutelares de las viejas casonas de nuestros antepasados. Bajo la cruz hemos concebidoBajo la cruz hemos recitado el abecé y hemos contemplado el ábacoBajo la cruz hemos cruzado las manos en la postrera invocación».
Y como adalid de la dimensión religiosa de la mujer y de su importancia raigal en la historia patria afirma que «Todo aquello que en nuestras costumbres pueda destacarse es cristiano. De norte a sur, de este a oeste, empresas guerreras, empresas políticas, empresas espirituales, han sido urdidas y asentadas sobre la cruz, como cuadra a una raza templada en el ejercicio de las mejores virtudes. Vivo o escondido, el sentimiento de lo religioso ha prevalecido en suprema instancia, sobre todo otro nocivo reflejo de ética no argentina».
Más aún, la dimensión religiosa católica es crucial en la vida de la mujer y de la Patria: «Hemos dicho la verdad en cuanto hemos hablado sobre la tradicional fe católica. Y hemos mentido o nos hemos equivocado en cuanto hemos construido sobre el ateismo extranjerizante, filtrado en nuestra legislación o instalado por sorpresa sobre nuestras instituciones básica, entre ellas, la de la educación. De tal modo que cuando hablamos del hogar argentino y de la mujer, como símbolo de ese hogar, estamos hablando de la mujer cristiana y del hogar asentado sobre esta base de sólida moral tradicional. De hecho, para legitimar nuestra aspiración de que toda mujer vote, podríamos agregar que toda mujer debe votar conforme su sentido religioso, vale decir ajustándose a una clara y alta medida de su deber de madre, de esposa o de hija, para con los seres que conviven junto a ella, dentro de un cuadro de cristiana equidad, de estricta justicia, de limpia aspiración de mejoramiento espiritual, de generoso impulso solidario, de atento y minucioso ordenamiento mental. La mujer que esla responsable de la educación familiar y el eje de una estructura hogareña orientada en los sanos y eternos principios del cristianismo, no podrá equivocarse jamás ante las urnas, donde está el destino ulterior de la patria. La mujer que esté dando en su voto el matiz de su honradez de conciencia, no podrá equivocarse en su designio político, si viene de un hogar sometido a la inflexible ley moral de Cristo». Ante esto, «de nada valen la injuria, la ineptitud disfrazada de crítica mordaz y la ya envejecida técnica de ataque de los hombres sin Dios. En el seno de la familia no cabe el instinto ni la barbarie, sino la cruz bajo la cual nos engendraron».
B) La sagrada y universal dimensión materna de la mujer. Para Eva Perón, la mujer no es un género sino un ser portador de lo sagrado y de la vida, al servicio de la humanidad: «La misión sagrada que tiene la mujer no sólo consiste en dar hijos a la Patria, sino hombres a la Humanidad. Hombres en el sentido cabal y caballeresco de la hombría, que es cuna del sacrificio cotidiano para soportar las contrariedades de la vida y base del valor que inspira los actos sublimes del heroísmo cuando la Patria lo reclama. Hombres formados en las costumbres cristianas que han hecho fuerte a nuestra estirpe y sensibles a la emoción de nuestros criollísimos sentimientos. Hombres austeros, que forjen su vida al calor del hogar, donde siempre palpita un corazón de mujer»[3].
C) La dimensión matrimonial de la mujer. Además de la maternidad, el otro rasgo constitutivo de la naturaleza esencial de la mujer es la conyugalidad, es decir, el saber ser esposa y amiga del varón con que forjan en unidad un destino al servicio no sólo de la familia sino fundamentalmente de la Nación. Así lo puso de manifiesto Eva Perón, al afirmar que «la mujer […] reclama un lugar para compartir con el hombre sus jornadas y para trabajar con el por el triunfo definitivo de la fe, por la voluntad y por la vida que se nutren en su espíritu generoso y porque las ciudades, los campos y la civilización también fueron afianzados con energías femeninas»[4].
Los progresistas vernáculos que hoy se cautivan con el “empoderamiento de las mujeres” propuestos por los “amos del universo” a través de las Naciones Unidas se olvidan que, gracias a Perón y Evita, las mujeres argentinas pudieron ejercer efectivamente poder al servicio de los objetivos de labrar la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación. Históricamente hablando, las mujeres argentinas nunca reclamaron el poder contra sus compañeros de vida y destino, sino que reclamaron el poder de trabajar juntos a los varones para mejor servir a la Patria, para forjar un mundo de paz, amor y justicia social, no para realizarse individualmente según el modelo yanqui o británico. Lamentablemente, quienes hoy usufructúan la imagen de Evita se olvidan que lejos de significar un lugar de frustración para la mujer, el hogar representa el ámbito pleno de su realización personal: «El hogar –santuario y célula mater de la sociedad- es el campo propicio y específico en el que el trabajo de la mujer, en bien de la patria y de sus hijos, se ejerce cotidianamente y ofrece mayores perspectivas de contribuir a moldear hombres dignos del momento histórico que vivimos los argentinos»[5].
En este punto, olvidan “nuestros” progresistas con mentalidad extranjera que «el hogar es el centro sensible por excelencia del corazón de la patria y el lugar específico para servirla y engrandecerla», y que a su vez la mujer es «la piedra básica sobre la que se apoya el hogar. Como madre, como esposa y como hija»[6]. En este sentido, la presencia activa de la mujer en el hogar potencia el desarrollo social y político de la Nación, sin que ello signifique su exclusión o postergación social, ya que la mujer está llamada a armonizar su presencia en el hogar y en la vida social y política, pero arraigándose y afianzándose en el ámbito de la familia, como templo de la vida y del amor:: «Porque si a la mujer no se le ha dado el señorío de la fuerza  física, se le ha dado el imperio del amor. Y sabemos las mujeres, sin necesidad de sutiles raciocinios, que sólo en el hogar  y en el matrimonio indisoluble puede el amor alcanzar toda su expansión. Sabemos las mujeres  que la decadencia del amor, sin duda alguna es una de las decadencias más grandes que ahora padece, es el resultado inmediato de la paganización de la familia y de la desarticulación del hogar». Es por eso que «menos tememos las argentinas a la mujer que pilotea automóviles, yates y aviones, que a la emancipada de la familia o a la que toma el amor y el matrimonio como un "egoísmo de dos" sin entender que de la solidez y de la fecundidad del matrimonio depende el engrandecimiento de la patria».
Esta jerarquía de ámbitos armonizados tiene su fundamento en el ideario cristiano: «La Iglesia, como nos ha enseñado siempre, ni ha prohibido ni ha disuadido a la mujer de que ejerza de médico o de diputado, o de embajadora, con tal que no abandone sus deberes esenciales de madre, de hija o de esposa. Y si la evolución de los tiempos la lleva a participar de la vida cívica y a intervenir en las contiendas electorales, es ella quien está encargada de conspirar al triunfo de un orden social y familiar en el que pueda compartir, al lado del hombre, los frutos de la paz y de la justicia»[7].
Pero “nuestros” progresistas han descubierto la pólvora: desprovistos del más elemental conocimiento de nuestra historia patria, llenos de la ideología internacionalista del poder financiero internacional, impulsan un proyecto social y político que despersonaliza y deforma a la mujer, convirtiéndola en “género” y “necesitada de poder”, cuando en la Argentina las mujeres fueron partícipes fundamentales en un proceso de auténtica liberación nacional y social, aportando los atributos propios de su femineidad. Olvidan o desconocen que en la vida nacional las mujeres «mostraron desde entonces [a partir del derecho al voto adquirido en 1947] que pueden trabajar, elegir y luchar como los varones y preservar, al mismo tiempo, los atributos de femineidad y de esposas y madres ejemplares con que impregnan de afecto nuestra vida»[8].
Una vez más, los sabios sueltos e intelectuales ignorantes “fabricados” por los “amos del universo” pretenden impulsar un “progreso” que en la Argentina se conoció hace más de 60 años. Si quieren “empoderar” a las mujeres, que divulguen y actualicen el magisterio político y de vida que ha pregonado Eva Perón en su hermosa existencia consagrada a servir a la causa de la Nación.

[1] El CFR (Council on Foreign Relations) es el dispositivo a través del cual el establishment financiero angloamericano no sólo controla al gobierno de Estados Unidos, a su Departamento de Estado, sino que además y previamente diseña las políticas que las instituciones oficiales gubernamentales han de aplicar en su gestión de gobierno, tanto en lo nacional como en el plano mundial. Fue creado en el año 1921, para acompañar la creación del británico RIIA (Royal Institute of International Affairs) en 1919, pensado para diseñar las políticas imperialistas a aplicar por los gobiernos británicos a lo largo del tiempo, independientemente de quien sea el partido gobernante. Para conocer más en detalle el CFR, se puede consultar la obra de Adrian Salbuchi, El Cerebro del Mundo, Editorial El Copista, 4ª Edición, Córdoba 2003.
[2] Richard Gardner, Foreign Affairs (revista del Council on Foreign Relations), Abril de 1974.
[3] Todas las frases citadas hasta aquí están tomadas de Eva Perón, «Discurso radiofónico», 26 de febrero de 1947.
[4] Eva Perón, «Mensaje por el Día de las Américas», 14 de abril de 1947.
[5] Escribe Eva Perón, «El deber actual de la mujer argentina», Buenos Aires 1951, p. 19.
[6] Ibidem., p. 20.
[7] Estas últimas citas han sido extraídas del Mensaje dirigido por Eva Perón a las Mujeres de España, publicado en el diario La Vanguardia, Madrid, el 17 de junio de 1947.
[8] Juan Domingo Perón, «Mensaje ante la Asamblea Legislativa», 1º de mayo de 1974 en el Congreso Nacional.

viernes, 31 de agosto de 2012

Frente a la disgregación nacional y la postración espiritual


Frente a la disgregación nacional y la postración espiritual, PRIMERO LA PATRIA


En la historia argentina, el Peronismo ha significado la más alta cima de su desarrollo como nación libre, justa e independiente, porque la Argentina gobernada por Perón creció y se desarrolló en forma totalmente autónoma, sin recurrir para nada al endeudamiento crónico externo, nacionalizando la economía y liberándose en forma absoluta de las garras del imperialismo internacional del dinero.
Hoy, después de resistir hasta todos los intentos de destrucción y neutralización del justicialismo y frente al nuevo proyecto de configurar una Argentina diametralmente opuesta y antagónica a la que Perón y Evita edificaron, NO SOMOS ni pre-peronistas (nostálgicos de un país-colonia), ni pro-peronistas (marketineros y burgueses avejentados de la política), ni post-peronistas (revolucionarios de opereta y militantes de Puerto Madero, multimillonarios gracias a la sangre derramada por otros).
SOMOS PERONISTAS que, como nos inculcó Eva Perón, tenemos como meta última de nuestros desvelos el corazón del Hombre y el amor al prójimo, para labrar la felicidad del pueblo y la grandeza de nuestra querida Argentina.

 José Arturo Quarracino                      Alberto Eduardo Buela                    Juan Carlos Vacarezza
    (Sub coordinador general)              (Coordinador Centro Ideológico-Doctrinario)           (Coordinador General)

lunes, 20 de agosto de 2012

Disenso - Programa Nº1

Conduce: Alberto Buela (filosofo y experto en metapolitica)
Invitado: Silvio Maresca (filosofo y ex director de la biblioteca nacional)
Programa filosófico, instructivo y educativo que explica variadas perspectivas de la vida, la METAPOLÍTICA, disciplina madre de la política, donde convergen temas como la historia, la economía, la sociología, etc. y de las políticas de estado. El sentido del estado y de la nación, teorías aristotélicas, tomistas, platón y la realidad actual.

"El progresismo hace la parodia del otro" Alberto Buela
"El evitismo es una forma sutil de antiperonismo" Silvio Maresca

lunes, 6 de agosto de 2012

DE LA “PATRIA SOCIALISTA” A LA OBEDIENCIA DEBIDA… AL FMI Y AL PODER FINANCIERO MUNDIAL



 
El 15 de diciembre del 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner anunció con bombos y platillos, presentándolo como un acto de soberanía, que la Argentina se disponía a cancelar la deuda que hasta ese entonces tenía con el Fondo Monetario Internacional, de aproximadamente 9.180 millones de dólares, usando reservas del Banco Central, para no tener que someterse más a ninguna auditoría del citado organismo y para “independizarse” de su influencia nefasta. Crónicas de la época informaron que ante el anuncio hubo «un clima de algarabía en la Casa Rosada»[1].
Constituyó un curioso gesto revolucionario el pregonado “desendeudamiento”, al pagársele la totalidad de la deuda a quien la prédica oficial, y con razón, calificaba como una de peores influencias nefastas en nuestra historia económica y política.
Lo llamativo fue en ese momento que este gesto “desendeudor”, presentado como un acto de independencia política, que supuestamente nos liberaba de las cadenas financieras del FMI, no sólo fue aplaudido y celebrado por todo el arco político progresista “nac&pop”, sino que al mismo tiempo fue aplaudido y celebrado en forma oficial también por el mismísimo FMI, a través de un comunicado emitido por su entonces Director General, el español Rodrigo Rato, y por el Departamento de Tesoro estadounidense, a través de su entonces secretario, John Snow[2].
En definitiva, en una versión actualizada de la Unión Democrática, el progresismo vernáculo y el poder financiero mundial aplaudieron al unísono la decisión del entonces presidente argentino.
 
Pero en realidad este gesto de “soberanía nacional” no significó otra cosa que el cumplimiento a rajatabla de una recomendación del FMI al gobierno argentino, ni siquiera se trató de una “presión” o de una orden, simplemente unarecomendación. Es decir, el pago de la deuda con el FMI se trató de un acto de subordinación absoluta y de obediencia total a la voluntad del poder financiero internacional.
Prueba de ello es lo que informó el mismo Fondo Monetario Internacional, a través de la Public Information Notice (PIN) [Aviso de Información Pública] No. 05/83, emitida el 30 de junio de 2005.
Este Aviso da cuenta de las conclusiones emitidas por la Junta Ejecutiva del FMI, el 20 de junio de 2005, respecto a la Consulta con Argentina según el Artículo IV de los Artículos de Acuerdo del organismo.
En esa evaluación quedó estipulado expresamente que «la mayoría de los Directores [del FMI] consideraron apropiado que las autoridades tengan la flexibilidad para recurrir a sus reservas internacionales para financiar los significativos niveles del servicio de la deuda, inclusive recomprando al Fondo, lo que vence en el corto plazo, mientras que algunos Directores presentaron objeciones respecto al uso de reservas internacionales para este objetivo». Éstos últimos advirtieron que «sería importante que el uso de reservas se haga en una forma que no deteriore la solidez financiera o la autonomía del Banco Central»[3].
 

               
En el informe sobre el país presentado un mes después, en julio de 2005 –IMF Country Report No. 05/236-, titulado Argentina: 2005 Article IV Consultation—Staff Report; Staff Supplement; Public Information Notice on the Executive Board Discussion; and Statement by the Executive Director for Argentina [Consulta Artículo IV Argentina 2005-Informe del Personal; Suplemento del Personal; Aviso de Información Pública sobre la Discusión de la Junta Ejecutiva; y Declaración del Director Ejecutivo para Argentina] se sugiere que la Argentina puede aplicar la política que es habitual en otros países: rescatar deuda con el Fondo con las reservas internacionales del Banco Central, en vez de financiarse con el presupuesto nacional, lo cual haría necesario cambios en la carta orgánica del Banco Central (§ 44, pp. 31-32). Hacer esto, según el informe, requiere una decisión al más alto nivel político, y debe hacerse de tal manera que no debilite el balance del Banco o sus ingresos (§ 46, p. 31).
Además, la propuesta del FMI fue que el Banco Central le prestara parte de sus reservas al gobierno nacional para saldar la deuda argentina con el organismo, recibiendo bonos a 15 años y con un período de gracia de 5 años, para mantener la integridad financiera del Banco (Anexo 1, p. 55).
Como se puede apreciar, la famosa “decisión soberana de pagar íntegramente la deuda con el Fondo Monetario Internacional no fue otra cosa que un acto de obediencia del presidente Néstor C. Kirchner ante el FMI: el único acto independiente que se atrevió a realizar ante el organismo fue “desobedecer” la sugerencia de dar un bono a 15 años, ya que él lo redujo a 10 años. En todo lo demás, acatamiento absoluto del presidente a las recomendaciones del poder financiero internacional.
 
2. Pero el sometimiento absoluto al poder financiero y al imperialismo que éste ejerce no ha sido exclusividad del extinto ex presidente, sino quees el ADN de este progresismo sutilmente antiperonista que es el kirchnerismo.
Así se puede comprobar en la persistente actitud de “distintos gobiernos, pero un mismo modelo” [el kirchnerismo] en mantener vigente e intocada la Ley de Entidades Financieras 21256/77, promulgada por el Proceso de Reorganización Nacional el 14 de febrero de 1977, firmada por José Rafael Videla, José Alfredo Martínez de Hoz y Julio A. Gómez, que consagra la actividad financiera como actividad sujeta a la ley de la oferta y la demanda.
Para no abundar en detalles, nos remitimos a los últimos meses, en los que la actual presidente argentina ha dado muestras de esta sumisión al poder financiero mundial.
A. En un almuerzo celebrado el 30 de junio de este año en la sede del Council of the Americas, organismo creado por David Rockefeller en 1965, reconoció la señora presidente que «estamos pagando toda nuestra deuda, todos nuestros bonos renegociados sin acceso al mercado de capitales. Esto es con dólares genuinos productos de nuestra balanza comercial». También reconoció que «estamos pagando la deudavamos a terminar este año con el Boden 12, esto es una deuda en dólares, pero interna referida al  famoso “corralito”, que se hizo sobre todos los depósitos bancarios, en el año 2001, y que ocasionó la crisis institucional más importante». Reconoció además que «tenemos un importante cupón de crecimiento que vamos a tener que pagar, calculamos – ministro Lorenzino – en 3.000 millones aproximadamente ¿no? producto de nuestro crecimiento, de 8.9, que evidentemente esto tiene impacto en nuestros bonos»[4]. Es decir, en nuestro país se contrae la economía, pero la deuda financiera, inclusive en dólares, no deja de pagarse en su totalidad, sin atrasarse un segundo.
No es casualidad ni una iniciativa aislada esta fidelidad al pago al día de las deudas financieras de la Argentina, sino que forma parte de una conducta coherente con los compromisos asumidos por la actual presidente argentina.
B. El 15 de noviembre del año 2008, en la reunión del G-20 celebrada en Washington, la presidente rubricó el acta-documento elaborado por los líderes mundiales reunidos, titulado «Declaration of the Summit on Financial Markets and the World Economy», en el que se reafirmaba explícitamente la vigencia de los principios del mercado, la libertad de comercio y de inversión, y la regulación de los mercados financieroscomo criterios rectores de la economía: «Nuestro trabajo debe estar guiado por la creencia compartida de que los principios del mercado, el régimen de libre comercio e inversión y los mercados financieros efectivamente regulados fomentan el dinamismo, la innovación y el espíritu emprendedor que son esenciales para el crecimiento económico, el empleo y la reducción de la pobreza».
Pero además de consagrar el liberalismo económico –lo que nuestra presidente avaló-, los participantes se comprometieron no sólo a llevar a cabo reformas financieras para aplicar las recomendaciones efectuadas por el Fondo Monetario Internacional y el Foro para la Estabilidad Financiera, sino también formular e implementar «nuevas regulaciones nacionales, coherentes con los estándares internacionales»[5]. Es decir,oficialmente la Argentina ha asumido los principios económicos-financieros del liberalismo y la aplicación de las recomendaciones de políticas elaboradas por el FMI y por el Foro para la Estabilidad Financiera (desde esa época, Junta para la Estabilidad Financiera[6]). Por eso es que no preocupa tanto someterse a revisiones directas del Fondo Monetario Internacional, porque en última instancia nuestro país se adecúa a los dictados de este organismo.
C. Además, en la cumbre del G-20 celebrada unos meses después en Londres, la presidente avaló lo afirmado en el documento final presentado, en el que se ratifica la economía de mercado como principio de la vida económica, regulaciones eficaces, la subordinación nacional a instituciones supranacionales y el rechazo del proteccionismo para asegurar la prosperidad: «El único cimiento sólido para una globalización sostenible y una prosperidad creciente es una economía basada en los principios de mercado, en una regulación eficaz y en instituciones globales fuertes», además de «rechazar el proteccionismo para apuntalar la prosperidad». No sólo eso: todos los países miembros aceptan la supervisión del Fondo Monetario Internacional sobre sus economías, acompañada por la institución supranacional creada en esa oportunidad[7]Discurso antiglobalización, pero en los hechos subordinación y obediencia a los “amos del universo”: el imperialismo internacional del dinero.
D. Prueba de esta adecuación al poder financiero lo constituye el reconocimiento efectuado por la presidente el 26 de junio ppdo., cuando sostuvo que la Argentina cumple con las pautas fijadas en el Plan de Acción del G-20 reunido en Washington en el 2008, al utilizar reservas del Banco Central para el pago de su deuda financiera: «En buen romance, utilizar la plata, si es necesario las reservas de los bancos centrales, para pagar la deuda y para hacerse cargo de lo que pasa en el tema financiero»[8]. En realidad, la presidente justifica el criterio recomendado por el FMI en el año 2005, para cumplir con lo pactado con los líderes mundiales, de «proteger los canales de crédito y la integridad de los sistemas de pago y compensaciones globales»[9].
 
3. ¿Qué es esta Junta de Estabilidad Financiera, que asociada al FMI supervisa financiera y económicamente a los países miembros del G-20? Es la institucionalización de una entidad coordinadora, a nivel internacional, del trabajo de las autoridades financieras nacionales con los organismos internacionales para establecer criterios internacionales, que permitan «desarrollar y promover la implementación de efectivas regulaciones, supervisiones y otras políticas para el sector financiero». Es una entidad destinada a «colaborar con las instituciones financieras internacionales», para «atender las vulnerabilidades que afectan los sistemas financieros, a favor de la estabilidad financiera global»[10].
Esta Junta está conformada por los presidentes de los bancos centrales de Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, España, Estados Unidos, Francia, Hong Kong, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Países Bajos, República de Corea, Reino Unido, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suiza, Turquía, el Banco Central Europeo, el Banco de Pagos Internacionales, y autoridades de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Es decir, se trata de una institucional internacional, a la que la Argentina se encuentra sometida y subordinada respecto a pautas globales fijadas por este organismo.
Desde su creación, esta entidad ha estado presidida por dos personas, que tienen la particularidad de haber sido miembros de la banca Goldman Sachs: Mario Draghi, de Italia, y Mark Carney, de Canadá (éste último también miembro del Grupo Bilderberg). No hay que olvidar que esta banca estadounidense también maneja el Banco Mundial, con Robert Zoellick y ha proporcionado a los funcionarios que se han hecho cargo del manejo de la economía griega e italiana, luego del derrumbe bancario-financiero. Quiere decir entonces que la banca estadounidense Goldman Sachs es quien controla y dirige las finanzas internacionales, y a ella está sometida nuestro país, gracias a la gestión “nac&pop” del gobierno argentino.
 
Conclusiónel gobierno nac&pop de nuestro país ha decidido subordinarse financieramente a los dictados del poder financiero internacional, controlado y dirigido por la banca Goldman Sachs y la corporación Rockefeller, de la que forma parte. Para pagar al día la deuda con este poder, los argentinos estamos atravesando esta tormenta económica que tiende a agravarse cada vez más.
Todo se posterga en nuestro país –salud, educación, jubilaciones, etc.-, menos las deudas con el poder financiero mundial, que se pagan con el hambre y la sangre de los que habitan en nuestro suelo patrio. 

José Arturo Quarracino
19 de julio de 2012
 
[1] Ver http://edant.clarin.com/diario/2005/12/15/um/m-01108325.htm, nota de Federico Kotlar, «Argentina paga con sus reservas toda la deuda al FMI: u$s 9.180 millones».
[2] Ibidem.
[3] Este documento se puede consultar en su totalidad en http://www.imf.org/external/np/sec/pn/2005/pn0583.htm
[5] En http://www.spiegel.de/ international/world/full-text- of-declaration-summit-on- financial-markets-and-the- world-economy-a-590885.html. En la reunión del G-20 celebrada posteriormente en abril del 2009 en Londres, «los líderes mundiales dieron un paso grandísimo hacia la configuración de un nuevo orden mundial, menos centrado en Estados Unidos y con una industria financiera regulada con más rigor y un rol más importante desempeñado por las instituciones internacionales y los mercados emergentes», tal como comentaron Rich Miller and Simon Kennedy en su artículo «G-20 Shapes New World Order With Lesser Role for U.S., Markets», publicado el 3 de abril en Bloomberg.Com (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=newsarchive&sid=axEnb_LXw5yc&refer=home) .
[6] Instituida tal como figura en el documento mencionado en la nota siguiente.
[7] Documento completo publicado en el diario La Nación, §§ 3 y 4, y § 12, en http://www.lanacion.com.ar/ 1115216-un-pacto-fundacional- para-la-economia
[8] Cristina Fernández de Kirchner, «Lanzamiento de un nuevo plan de créditos para los jubilados (ARGENTA): palabras de la Presidenta de la Nación», 26 de junio de 2012, en http://www.presidencia.gob.ar/ discursos/25941-lanzamiento- de-un-nuevo-plan-de-creditos- para-los-jubilados-argenta- palabras-de-la-presidenta-de- la-nacion
[9] Ibidem
[10] Financial Stability Board, Charter.