Doctrina Peronista - Declaración de
principios
|
Discurso del General Don Juan
Domingo Perón ante los delegados del Congreso General Constituyente del
Partido Peronista (http://www.elhistoriador.com.ar/documentos/ascenso_y_auge_del_peronismo/doctrina_peronista.php)
|
Señores:
En primer término, celebro tener la
inmensa satisfacción de poder saludar reunidos a todos los hombres que en estos
momentos representar el sentir y traen la representación de las fuerzas
políticas que apoyan nuestra obra y nuestro trabajo en todas las latitudes de
la República. Lo celebro, señores, porque nuestras fuerzas habían constituido
hasta ahora, y especialmente durante las luchas comiciales del 24 de febrero-
lo que yo llamo más o menos "una guerra de montoneras"- una fuerza
que tenía más entusiasmo y decisión que organización. Y lo celebro más,
porque de ahora en adelante someteremos a la capacidad que nos dio ese entusiasmo
y esa decisión que suele ser decisivo: la organización.
Señores: Muchas veces he pensado
que este movimiento, que nosotros consideramos salvador para la nacionalidad
necesitaba consolidarse en el tiempo y en el espacio. De esa consolidación
podemos esperar el cumplimiento de todos los postulados que nos han llevado
paulatinamente a las realizaciones que, con todo el esfuerzo y venciendo
todas las dificultades, estamos salvando; valorando también el entusiasmo y
la decisión de esta organización, que todavía es bastante primaria dentro del
orden institucional.
Etapa de Organización
Siempre pensé que para los
movimientos del tipo como es el nuestro adquieran, dentro del panorama
nacional, la relativa perennidad que ellos necesitan para ser útiles, deben
seguir a las etapas de aglutinación de las masas un sentido organizativo; es
decir, pasando de la primera etapa, que generalmente es gregaria en todos
estos movimientos, a la etapa de la organización, y de ésta a la etapa de
consolidación, porque sino estos movimientos suelen resultar fragmentarios y
no cumplen tanto en el tiempo como en el espacio con la misión que les está
encomendada.
Por eso también he dicho muchas
veces que este movimiento que nosotros representamos, que ahora está detrás
de un hombre, ha de transformarse paulatinamente para colocarse detrás de una
bandera y detrás de un ideal. De esa manera le habremos dado el sentido de
perennidad a que me he referido.
Nuestra misión no la podemos
cumplir en la corta vida de un hombre. Los hombres pasan y las naciones
suelen ser eternas. En consecuencia, buscando esa eternidad para nuestra
patria y la perennidad para nuestro movimiento, es necesario que lo
organicemos con declaraciones de principios, con doctrinas perfectamente
establecidas y con cartas orgánicas que den a este movimiento la
materialización orgánica que él necesita. Busquemos darle también un alto
grado de perennidad que nos prolongue a través de nuestros hijos, de nuestros
nietos y de las demás generaciones.
¿Qué hemos hecho, en este orden de
ideas, con nuestro movimiento?
Los movimientos de este tipo tienen
dos influencias. Una, la que representa en sí el mismo movimiento, y la otra,
la que irradia para el resto de los hombres que forman la Nación y sus
instituciones, sean éstas de nuestra ideología o de cualquier otra. En cuanto
al primer objetivo, para nuestro movimiento, primero nos hemos puesto de
acuerdo en el fondo de nuestra concepción: hemos irradiado a las masas una
doctrina que fija nuestra posición, determina nuestras ilusiones y fija los
objetivos que queremos alcanzar.
Esto lo hemos logrado por
persuasión y por sentimiento, que es como normalmente se llega a las grandes
masas. En las masas hay quienes piensan y quienes sienten la aglutinación que
llega de una mística común que ha de alcanzar tanto al que piensa por
persuasión como al que siente por su corazón.
Este trabajo, tan difícil de
realizar, ha sido hecho por nosotros en este movimiento. Una gran cantidad de
argentinos piensan y sienten como nosotros. Sin las condiciones a que me he
referido, los movimientos de aglutinación colectiva son irrealizables, de
manera que el haberlo alcanzado nos crea una posibilidad, pero nos crea
también una responsabilidad.
Para responder a esa
responsabilidad es que surge hoy el imperativo de organizarse. Tenemos la
base de esa organización, que es la misma manera de apreciarlo y una manera
semejante de resolverlo.
Es necesario, ahora, dar
consistencia racional orgánica a ese movimiento, que hoy solamente está
unido, podríamos así decirlo, espiritualmente, para que resista al tiempo y a
la lucha que es lo que nosotros consideramos justo y honrado al resto de los
argentinos que no piensan y sienten como nosotros.
En eso también ha conseguido el
movimiento un avance considerable. Bastaría decir, en este sentido, que nosotros
hemos realizado una reforma casi integral de los distintos sectores de la
vida nacional en este tiempo.
¿Cómo fue encarada esa reforma
integral? Pensamos que la República Argentina ha ido pasando por sucesivas etapas
y transformaciones que han sido trascendentes o intrascendentes, hayan sido
ellas encaradas con un criterio acertado o con medios desacertados.
Pensamos que desde 1810 y 1816, en
que se dio comienzo a la realización de nuestra independencia política, hasta
1828, en que realmente se realizó esa independencia, fue una etapa
constructiva de realizaciones, profundamente trascendental para la Nación y
para la nacionalidad. ¿Cómo se realizó eso, señores? Todo el pueblo puso a
disposición de esta naciente comunidad de criollos todo lo que tenía, lo
jugaron y ganaron, pero quedaron todos desposeídos porque esa larga guerra
fue consumiendo todo lo que los argentinos tenían. En esa guerra, cada uno
puso cuanto tenía, incluso sangre y vida, y era de esperar que obtenido el
triunfo, el beneficio habría de repartirse también poseyendo cada argentino
en la medida en que había perdido. Podríamos decir que lograda la independencia
política de la Nación, era menester luchar para que esos que todos los habían
perdido, que habían quedado totalmente desposeídos, volviesen a recuperar,
por lo menos en grado aceptable, cuanto habían puesto al servicio de la
Nación.
Sentido y Alcance de las
Revoluciones Argentinas
¿Y cuál fue el panorama que
contemplaron más de veinte generaciones de argentinos? Toda esa lucha, para
la mayor parte de la población, había sido estéril. Por eso, vemos a menudo,
o vimos, guerreros, descendientes de guerreros, que pedía limosna por las
calles de Buenos Aires. Ya Martín Fierro cantó por primera vez la rebelión de
esos hombres que lo habían perdido todo, pero no se interpretó eso como el
sentir de esa clase de hombres desposeídos, sino como poema más o menos iluso
de los tiempos de la organización nacional. Desde entonces hasta ahora,
señores, los movimientos revolucionarios populares se han venido sucediendo
en la República Argentina en etapas de 12, 10, 8, 7 ó 6 años, pasando a ser
la revolución una institución ya constitucional porque los beneficiarios de
los golpes de Estado juraron respetar y hacer respetar la Constitución
Nacional. Normalmente, en este mismo salón, más de cinco revolucionarios han
fracasado desde entonces hasta hoy. ¿Por qué fracasaron? Yo, en mi corta,
relativamente corta vida, he visto res revoluciones fracasadas, triunfantes
en el golpe de Estado, pero fracasadas como revolución, porque en esta tierra
los golpes de Estado han sido todos venturosos, pero una vez en el poder los
revolucionarios o beneficiarios de los golpes de Estado, han fracasado todos;
y las revoluciones fueron siempre populares.
El pueblo estuvo con las
revoluciones, porque el pueblo esperaba algo que no venía. ¿Por qué era eso?
Porque cada una de esas revoluciones o seudo revoluciones, interpretó el
golpe de Estado como un hecho político y no era un hecho político. Los
revolucionarios llegaron al poder y dijeron: "una revolución política
cambió los hombres y siguió con los mismos sistemas", pero sin
comprender mayormente, de manera profunda, la formación y el fondo de las
instituciones argentinas; y así pasaron intrascendentemente, normalmente
vilipendiados por el mismo pueblo que estuvo de acuerdo cuando hicieron el
golpe de Estado.
Esta revolución del 4 de junio
hubiera sido exactamente lo mismo si hubiéramos dejado marchar los
acontecimientos por el cauce que parecía más simple y más fácil, cambiando
unos cuantos hombres y poniendo otros.
Nosotros interpretamos de distinta
manera este movimiento. Nosotros creíamos y creemos que el problema argentino
no es un problema político. Es un problema económico-social que la Nación
viene reclamando se solucione desde hace casi un siglo que no fue nunca
encarado por los movimientos revolucionarios que tuvieron una razón de ser en
este problema económico-social y que se desvirtuaron porque encararon las
formas y las soluciones políticas que al pueblo argentino no interesaban las
soluciones de sus problemas sociales y económicos.
La influencia que nuestro
movimiento va a tener en el orden jurídico e institucional ¿cómo la hemos
venido realizando hasta ahora? La hemos realizado en forma de adaptar al
Estado las necesidades que popularmente surgían. El error más grave que puede
cometer un político es no ubicarse en el panorama real de la situación del
país, es decir, mirar el espectáculo y no penetrarlo ni conocerlo y, en
consecuencia, apreciarlo y resolverlo equivocadamente. Hemos visto cómo hasta
ahora en nuestro concepto, se había equivocado el enfoque de esa situación y
de ese panorama de la Nación.
Veamos cómo lo enfocamos nosotros y
cómo tratamos de resolverlo para que se aprecie cuál es el beneficio que
hasta ahora hemos ofrecido con nuestro movimiento revolucionario a la Nación
misma y al pueblo argentino en especial.
Señores: ustedes han vivido conmigo
esta etapa de la historia argentina y saben también como yo lo que se ha
hecho pero yo solamente voy a hacer una rápida revista de las realizaciones
trascendentales, no de las pequeñas realizaciones.
Encarar la Revolución, la Reforma
Social y Económica
Nosotros encaramos en primer
término una reforma social que anunciamos ya en el año 1943. Cuando les voy a
decir demostrará que no hemos venido tropezando, sino que somos hombres que
firmemente estamos ejecutando un plan que vamos cumpliendo en todas sus
etapas. Esa reforma social nace con lo que era fundamental para nosotros. Los
tiempos que vivíamos nos iban indicando el camino. A ese dolor de la tierra
que tenía sublevada a la mitad de la población de la República Argentina, o a
sus tres cuartas partes, durante muchos años, se había ido sumando los que
llegaban de Europa, tan descontentos como los que estaban aquí, trayendo a la
vez sus propios problemas sociales, trasplantando- diremos así- el dolor de
otras tierras al dolor de nuestra tierra, con lo cual el problema social
había aumentado.
Señores: La reforma social se
encaró casi empíricamente, sobre el camino. Se encaró en la única forma en
que podía encararse una reforma social; no por el método ideal, porque
todavía estaríamos planeando cómo debíamos realizarla, sino por el método
real de lo que era necesario hacer y poniéndose a realizarlo inmediatamente,
única manera de poner al día, sin pérdida de tiempo, el problema de la
justicia social en nuestra tierra, que ya estaba en tren de provocar
reacciones que quien sabe a qué extremos podían haber llegado, con pérdida
para todos los argentinos, sean éstos ricos o pobres.
Ustedes saben tan bien como yo,
cómo se realizó la reforma social. A ella nosotros debimos agregar la reforma
económica, porque ésta sentada las bases de posibilidad para la reforma social.
Una reforma social que no lleve hacia una reforma económica es siempre
relativa: tiene un límite del que no se puede pasar.
La reforma económica trataba
simplemente dos puntos fundamentales: mantener dentro del país la riqueza del
mismo; repartir esa riqueza equitativamente, sin que hubiera hombres que de
esa riqueza sacaran tanto provecho que fueran extraordinariamente ricos, ni
hombres que de esa misma riqueza sacaran tan poco beneficio que fueran extraordinariamente
pobres.
Declaramos la independencia
económica, porque era la etapa final del primer ciclo: mantener dentro del
país la riqueza de los argentinos, tapando todos los agujeros e intersticios
de donde se escapaba hacía ya tantos y tantos años. Queremos establecer que
paulatinamente vaya completando la reforma social, de manera que los
beneficios sean equitativamente distribuidos, es decir, en razón directa al
esfuerzo y al sacrificio que cada uno de los argentinos realiza.
Señores: Yo podría decirles que
estas dos reformas han sido ya cumplidas. Queda por cumplir la tercera etapa,
que es su consolidación, porque es inútil que quisiéramos creer que esto está
consolidado. En la vida de las naciones, en tres o cuatro años no se
consolida nada. Es menester encarar decididamente la tercera etapa, es decir,
la consolidación de estas dos reformas: la consolidación de la reforma social
y la consolidación de la reforma económica, favoreciendo de esta manera la
materialización de una nueva, que es casualmente la reforma política.
Reforma Política
Nosotros, en esta última,
consideramos a su vez tres etapas distintas: la primera es la reforma
política propiamente dicha, es decir, conformar una serie de principios y una
doctrina que con el poder de nuestra fuerza política hemos de imponer al
futuro del país, llamando a todos los hombres de buena voluntad a que nos
acompañen en esta obra, que consideramos de bien porque está basada- como
ustedes habrán visto- en principios morales, sin los cuales la política se
vuelve un arma contraria del país. Los que afirman que la política es mala,
se olvidan de decir que la política es buena cuando se hace en beneficio del
país y es mala cuando se hace en su ejercicio, y ello depende de que esa
política se base en principios constructivos o, por el contrario, en principios
destructivos. Los principios constructivos son los que nosotros tratamos de
introducir dentro de la política argentina, morigerando las pasiones, creando
instrumentos de defensa y de bien público afirmándolos en principios morales
y de la nacionalidad a fin de dar a nuestra fuerza política un alto grado de
constructibilidad, sin lo cual sería una triste fuerza, tanto más triste
cuando mas poderosa fuese.
Esa reforma política está dirigida,
en primer término, a sacar de las instituciones y de Estado cualquier fuerza
que esté al servicio de otra causa que no sea la Nación. Queremos que las
instituciones de la República no estén manejadas sino por los funcionarios de
la República, y que esos funcionarios sean leales y honrados servidores de la
Nación.
Queremos que la política se realice
en los medios políticos pero no más allá, vale decir, señores, haciendo valer
aquello por lo que, durante tantos años todos ustedes como yo hemos
protestado gritando a quien nos ha querido oír, de que la Nación no puede estar
al servicio de la política, sino la política al servicio de la Nación. Eso es
cuanto nosotros queremos realizar, y debemos luchar para que así sea.
Creo que la reforma política,
después de barrer con el fraude y con todos esos graves inconvenientes con
que se ha luchado en la Argentina, durante tantos años, después de liquidar
las persecuciones y combinaciones de toda clase que se hacían en perjuicio
del Estado, debe hacer desaparecer la política de las instituciones, de modo
que éstas sirvan a sus objetivos y finalidades sin la influencia de una
determinada política, que bien puede ser destructiva y para mal de la Nación.
Es por ello que nosotros queremos
organizar nuestra fuerza política, crear un verdadero partido inteligente,
idealista, con profundo sentido humanista, sin lo cual las masas pasan a ser
oscuros instrumentos de hombres que pueden ser esclarecidos o pueden ser
miserables.
La organización es indispensable
para que nos manejemos nosotros y es indispensable para bien de la Nación; porque
como muchas veces he dicho, si no somos nosotros quienes hacemos el bien a la
Nación, por lo menos le hacemos el inmenso bien de obligar a nuestros
adversarios a que también se organicen, para que formen una fuerza orgánica
que represente, no el sentir de un sector de la Nación, sino que sea
intérprete y ejecutoria de su sentir.
Esa organización es la que nosotros
encaramos y en mi concepto tiene dos aspectos que debemos resolver. Un partido
u organización política que solamente esté destinado a aglutinar hombres
llevados por cualquier sentimiento, que no sea el bien de la nacionalidad, no
es un partido político; es una turba política, cuando mucho.
La Fuerza del Espíritu Guía al
Hombre
Lo primero que hay que darle a un
organismo es su espíritu. Así como un hombre sin alma es siempre un cadáver,
un organismo que no posea espíritu o alma colectiva está formada por una
serie de principios y sentimientos que individualizan a esa masa, como que
piensa, en conjunto, de una manera similar, tiene un objetivo común y se
aglutina detrás de un ideal, que también es común, para todos los hombres que
la componen. Por esta razón, al hacer los planteamientos básicos para la
organización definitiva de nuestro partido, hemos comenzado por fijar
claramente los principios y la doctrina, porque ellos representan el alma del
movimiento.
Sin una manera similar de
interpretar y sin una manera similar de sentir, cuando está aquí dicho es
inútil, así grite "Viva Perón" y se llame a sí mismo
"peronista".
Para ser peronista no es suficiente
haber intervenido en nuestro movimiento; no es suficiente haber sido elegido
para una función dentro del mismo, no es suficiente decirlo y que lo digan
los demás. Es necesario e imprescindible que cuanto se dice aquí se sienta
profundamente.
Eso es lo fundamental de nuestro
movimiento y de la organización del mismo. Quien piensa y quien siente lo que
aquí se dice, está unido al otro que piensa y siente lo mismo, pero quien
piensa distinto, aun cuando se ponga un rótulo en el pecho, no es peronista.
Como vengo diciendo, esto es lo
fundamental. Sin eso no existe partido y sin eso no iremos a ninguna parte,
porque son las fuerzas del espíritu las que guían y llevan al hombre, aunque
él las quiera resistir. No son las fuerzas materiales ni las pasiones la
fuerza motriz del hombre. Será el espíritu el que lo llevará y quién no tenga
el espíritu inclinado a pensar y sentir de una manera similar a la de su
agrupación, será siempre un hombre díscolo y difícil dentro de un movimiento
de hombres que tienen un mismo sentir y pensar.
Una vez llenado este primer
requisito de la organización, es decir, el que lleva a la aglutinación de los
hombres por el espíritu, viene el aspecto material, el que muchas veces suele
ser un telón que tapa una triste realidad; pero lo que necesitamos, para que
esté de acuerdo con el fondo, es decir que sea la representación real de una
real unidad. En otras palabras: la organización material no hace sino poner
en conjunción y en formación orgánica a hombres que tienen una conformación
espiritual exacta o relativamente exacta entre uno y otro.
Este anteproyecto contiene las dos
cosas: contiene la organización espiritual, vale decir, la declaración de principios
y doctrinas que conforman el alma de nuestro movimiento, y una carta orgánica
que le da forma material a esa aglutinación que solamente puede hacerse por
el espíritu y el corazón.
Eso es lo que yo quiero que ustedes
interpreten en esta declaración.
Nosotros, en la reforma política,
comenzaremos por modificar los métodos. Hasta ahora, los partidos políticos
contaban solo con una carta orgánica que contenía un sinnúmero de
enunciaciones, más o menos vagas, en las que los valores morales brillaban, a
menudo, por su ausencia. Nosotros vamos hacia otra clase de iniciación.
Queremos hombres que piensen y
sientan como nosotros, que tengan un objetivo similar al nuestro, que estén
dispuestos a sacrificarse como nosotros en bien de la Nación. Unámonos para
realizar ese sacrificio de beneficio colectivo, para servir solamente a la
Nación y para practicar el bien como lo entendemos y como lo iremos
perfeccionando durante nuestra marcha.
Tenemos un punto de partida
distinto. Sabemos lo que queremos y sabemos adónde vamos.
Bastaría ahora que tuviéramos la
fuerza de espíritu suficiente para cumplir cuanto anhelamos.
Señores: Esta organización, que
representa para nosotros la verdadera reforma política, sería inútil
encararla dándole a la población algunas máximas para cumplir o algunas
directivas para realizar. Las reformas se hacen reformando y comenzando por
reformarse a sí mismos porque es muy viejo y muy conocido el método que
encara la reforma por la reforma de los demás, y ya nadie cree a ese que
predica de una manera y obra de otra.
El primer aspecto de esta
organización- recapitulando- es dar orgánicamente un espíritu al movimiento,
con su mística, con sus principios, con la determinación de las grandes
normas de ejecución. Eso conforma un estado, diríamos así, espiritual del
movimiento, que se entiende algunas veces y que se siente otras. ¡Bendito sea
quién puede entenderlo y sentirlo! Y aquel que solamente lo siente, se ponga
a estudiar, a trabajar y a meditar, para también comprenderlo. Y aquel que
solamente lo comprenda, que le pida a Dios que lo haga bueno para sentirlo. Y
no se crea que esto es una "perogrullada", porque hay políticos que
han hecho la política durante cincuenta años, sin comprenderla, en tanto que
otros lo han comprendido sin haberla hecho jamás.
Factores de Organización
El segundo aspecto es el de la
organización material. Esa organización material, ¿cómo ha de realizarse?
Toda organización de masas, sean las masas tomadas en un sentido o en otro,
implica siempre un problema material de organización similar, porque entre
los hombres hay quienes mandan en primer grado, quienes manden en segundo
grado y quienes obedecen, sino no puede haber organización material de las
masas.
En primer grado son los que dirigen
el conjunto; en segundo grado son los que dirigen las partes, y en tercer
grado son las mismas partes que realizan obedeciendo. Sin eso no hay
organización, lo que quiere decir, señores, que toda organización implica un
problema de tres incógnitas a despejar: el conductor, que es el que maneja el
conjunto; los cuadros, que son los dirigentes de segundo grado que dirigen a
las partes; y el tercero, la masa. Las incógnitas de esta ecuación se van
dilucidando durante la marcha. Es la marcha la que dice quién es el
conductor, quiénes son los cuadros y es la marcha quien dice quién es la
masa.
Hay muchas distorsiones en este
campo de la organización; hay enormes distorsiones. Muchas veces existe un
conductor que no merece serlo, pues que ha sido hecho en una convención por
decreto, por audacia, o por cualquier otra razón. Cuando ello sucede el
conjunto puede ser homogéneo, marchar bien, pero no va a buen puerto, porque
no lo llevan a buen puerto. Pero puede suceder también a la inversa: que el
timonel central, el que dirige el conjunto, va a buen puerto, pero no puede
llegar porque los cuadros que lo sirven durante la marcha disocian las
fuerzas.
Pero también, con un conductor
capaz, si se desean, pero con una masa indisciplinada que no obedece ni a uno
ni a otros, fracasa la organización. De manera que si aspiramos a hacer una
organización como ella debe ser, ha de tener un conductor capaz, cuadros
capacitados para la conducción parcial y una masa unida doctrinaria y materialmente.
Llegamos al cuarto, factor de la
organización, que es casualmente, señores, la disciplina. La disciplina es
muy buena o muy mala, según se la aplique bien o se la aplique mal. No
importa la cantidad de disciplina; lo que interesa es la calidad de la
disciplina. Yo soy un hombre formado desde los doce años en la disciplina más
férrea que puede existir; soy un amante de la disciplina y soy un defensor de
la disciplina. Pero la disciplina, señores, tiene también su límite. Como yo
digo siempre, el pan es el mejor alimento, pero a quien se come una bolsa no
le resulta el mejor alimento. La disciplina puede ser militar y la cumplen
bien los militares con un código de justicia militar, que es de lo más
terrible; puede ser eclesiástica, yo creo que no la cumpliríamos ninguno de
nosotros; y es porque no somos eclesiásticos. Si a ustedes quieren hacerles
cumplir la disciplina militar, no la querrán, porque no son militares. Si
queremos entender lo que es la disciplina, es menester que analicemos la
verdadera acepción de la palabra disciplina. Nosotros, en esta organización,
no necesitamos ni la disciplina militar ni la eclesiástica. Necesitamos la
disciplina política, que es distinta a todas las disciplinas.
Concepto de la Disciplina Política
¿En qué consiste la disciplina
política? Ofrece dos aspectos, como todas las disciplinas: forma y fondo.
¿Cuál es el fondo de la disciplina política? Para explicarlo haré un paralelo
entre la disciplina política y la disciplina militar.
La disciplina militar encuadrada al
hombre, le saca su ropa, le pone otra, le enseña a caminar de otra manera, le
enseña a recibir una orden y ejecutarla con inteligencia pero fríamente: va
guiada permanentemente por el superior desde que sale hasta que lleva a
cumplir su objetivo. Si se detiene en le camino ha de ser por orden superior,
es decir, es conducido, en el verdadero concepto, sin ser en ningún caso
conductor. Obra por acción de presencia y siempre en conjunto.
¿Qué es la disciplina política?
Cada hombre, aun dentro de la masa, obra individualmente, porque es una disciplina
confiada a su conciencia y no a la voluntad de uno que manda y que dirige
todos los actos.
El militar sale con su tropa y
llega al objetivo con ésta, todo en conjunto y a voz de mando algunas veces.
El político está librado a sus
propios pensamientos y a sus propias reflexiones. El sólo tiene un punto de
partida común y un objetivo adonde debe llegar, y él elige su camino. El
marcha por distintos caminos y de distintas maneras, individualmente, a su
libre albedrío y si no le gusta se vuelve. El marcha con una sola condición:
no perturbar a los que marchan con él y llegar simultáneamente al objetivo
que se ha fijado por su propia voluntad en el momento en que es preciso que
llegue.
Lo que la disciplina política no
permite es el engaño. Lo que la disciplina política no tolera es el mal
procedimiento.
Lo que la disciplina política
impone es la sinceridad y la lealtad en todos los procedimientos y por sobre
todas las cosas. En la disciplina política nadie está obligado a realizar lo
que su conciencia no le obliga, y en consecuencia, quien quiera realizar un
mal acto no solamente corrompe la disciplina partidaria, sino que se hace
pasible de que esos hombres que deban obedecerlo sean quienes tengan derechos
a mandar a quien está mandado.
Señores: quien realice una trenza o
quien efectué una maniobra en beneficio propio no puede imponer ni exigir disciplina
a quienes deben obedecer. Por esa razón la disciplina política es una
disciplina eminentemente de fondo. Por esa razón también, el conductor no se
hace, nace: y, por esa misma razón, los cuadros directivos tampoco se hacen
sino que nacen. Desgraciado quien cree que se puede hacer un conductor por
decreto o por elecciones. Esto es simple de explicar: conducir es un arte y
el artista nace, no se hace. Esta disciplina de que yo oigo hablar tan a
menudo, es como muchas otras cosas, que están en todas las bocas y en muy
pocos corazones. Mande con dignidad, mande con sinceridad, mande con
desinterés y con lealtad, mande con honradez, y será obedecido. Pero mande
tergiversando la realidad o con engaños en provecho propio y no del conjunto,
mande a base de combinaciones, y verán cómo el mejor conductor no será
obedecido.
Y en esto volveré a repetir lo que
tantas veces he dicho. Cuando un dirigente manda debe ser obedecido y siempre
que esté encuadrado dentro de ese "slogan" que tanto conocemos y
que dice: "todos seamos artífices del destino común, pero ninguno instrumento
de la ambición de nadie".
Si se manda así, la disciplina no
tendremos que imponerla. La disciplina será una consecuencia de la acción que
nosotros realizamos. No mandemos nunca lo que no es justo y seremos
obedecidos. No impongamos jamás una injusticia, porque eso trae la rebelión
de las masas.
De la disciplina podríamos hablar
mucho, pero basta decir que para ser obedecidos tenemos que mandar bien.
Desgraciadamente todavía no hemos
podido organizarnos, porque los acontecimientos no nos han llevado a esa
organización y comenzamos ahora esta nueva etapa del movimiento; vale decir,
la etapa de la consolidación del mismo, que ha de lograrse con esta
organización que iniciamos. Si la inspiramos en cuanto he dicho, el éxito
está alcanzado, pero en caso contrario es inútil que trabajemos durante años
y años tras una ilusión que nos resaltará inalcanzable.
Por eso es que hay que llevar a
todas partes de la República estas ideas, con el objeto de lograr la
formación de un organismo homogéneo.
¿En qué consiste la homogeneidad de
ese movimiento? En una cosa muy simple que los hombres olvidan a menudo.
Conocer adónde vamos y qué es lo que queremos, es decir, realizar un
movimiento que se analice a sí mismo y dé razón de ser por el objetivo que
persigue. Una acción absoluta de objetividad en la realización y concepción
de todas nuestras cuestiones.
Para llegar a la unidad de eso sólo
nos será necesario vivir la situación de la Nación, apreciar el lugar de
conjunto de la misma y los problemas que son comunes. De esa apreciación
saldrá una misma resolución y una misma manera de resolver los problemas.
Esto es lo que el movimiento alcanzará con su organización.
El organismo suficientemente nos ha
traído algunos problemas que ustedes conocen como yo, problemas que comienzan
por ser políticos y luego se trasforman en institucionales. De eso no resulta
ningún beneficio y sin grades perjuicios para la Nación y especialmente para
las lejanas provincias y departamentos donde esos conflictos se producen.
No Hay Nada Superior al Interés del
Conjunto
Es desgraciado pensar, aunque
explicable, que nosotros, por no tener una oposición con quien combatir, nos
estamos combatiendo entre nosotros mismos. Yo no critico a un bando ni a
otro. Critico a los dos, porque cuando uno no quiere, dos no pelean. Y porque
estas peleas terminan siempre con acusaciones de bandolerismo político en un
bando y en el otro lo que habla muy poco a favor de aquellos que no pueden
solucionar los problemas. Vale decir, que la solución del problema
institucional la posponen a una solución personal.
Pero ahí no termina el mal. Los
facciosos crean las facciones, y así el problema adquiere virulencia de
segundo grado. Y de las facciones viene la disociación que ya es, diré, de
tercer grado y peligrosa.
Cuando dentro de una fuerza
política aparece un faccioso que quiere influenciar a un sector para formar
una facción, es como cuando se produce una caries en una muela: hay que sacar
la muela; no hay otro remedio.
Y ahí, precisamente, está el caso
de la disciplina partidaria. Debe haber un organismo -ya se ha creado: son
los Tribunales de Disciplina Partidaria- que cuando aparezca uno de estos
hombres para quienes el interés personal prima sobre el interés del conjunto,
le aplique la condigna sanción: "Señor, usted es personalista; usted
quiere trabajar para sí, váyase al campo y trabaje para usted".
Señores: dentro de nuestro
movimiento todos trabajamos para todos y no hay cabida para quienes quieran
aprovechar el trabajo de los demás y trabaje para él. Todo ello sin contar
que a menudo estos facciosos forman cámaras negras de difamación de los
propios compañeros organizados, preparando planos de cómo lo van a difamar a
Zutano o a Mengano, para hacerle perder el ascendiente partidario y pasar
ellos adelante.
Eso no es una falta de disciplina
partidaria; eso entra en los límites de la delincuencia común y está
descartado que en nuestras fuerzas no pueden convivir tales delincuentes.
Se habla a veces de hombres que
tienen grandes aspiraciones y aún de los que tienen ambiciones. Bien,
señores, yo en eso tengo mi manera de pensar. Yo pienso que si Napoleón
Bonaparte no hubiera sido un ambicioso hubiera muerto como capitán de
artillería y Francia no tendría hoy el resplandor de su propia gloria puesta
en el resplandor de la gloria de Napoleón.
Desgraciado nuestro movimiento si
no tuviera hombres con aspiraciones y aún hombres ambiciosos, porque esa es
una fuerza motriz que el género humano ha recibido de la Divina Providencia,
unos en mayor grado y otros en menor grado. Quien se conforma con su suerte
de andar por entre las cosas que han creado los demás, es un mediocre. El ser
con aspiraciones, que quiere crear cosas nuevas, que no se conforma con andar
entre las cosas que han creado los demás, ese es el hombre.
Señores: Lo que si hay que agregar
a esto, es que la ambición y la aspiración de los hombres han de ser, en
primer término, justificadas y para justificarlas es necesario que esa
ambición o esa aspiración la cumpla él con su trabajo constructivo y no para
perjudicar o molestar a los que van junto a él.
Esta es una carrera, señores. Es
una carrera en que cada uno corre por su andarivel, y el que tiene
aspiraciones o ambiciones de ganar tiene que correr más ligero, pero no
hacerle trampa al de al lado.
Y, como a nosotros, a las
autoridades del partido les toca hacer de jueces, a aquel que no corra por su
andarivel o moleste al que corre al lado, lo tenemos que descalificar y lo
hemos de descalificar inflexiblemente para poder afirmar la verdadera y única
disciplina que debe reinar dentro de nuestro movimiento, es decir, la
honradez en los procedimientos. Estamos de acuerdo en que se lucha para
sobresalir, pero sobresalir por métodos honrados.
EL MOVIMIENTO ACOGE A TODOS LOS
HOMBRES SINCEROS Y HONRADOS
Hay otro aspecto que también quería
mencionar: me refiero al de los prejuicios y de los preconceptos. Nuestro movimiento
ha sido formado por hombres que llegan a él desde los más diversos rumbos.
Nosotros no hemos preguntado de dónde vienen, sino que hemos preguntado
quiénes son y qué es lo que piensa y hacia adónde van. Esta debe ser una
norma para nosotros, porque nuestra aspiración ha de ser que todos los
argentinos que piensen como nosotros y que estuvieron equivocados
honradamente se coloquen a nuestro lado para luchar, cualquiera sea su
procedencia o cualquiera haya sido su equivocación. Nosotros, como un
movimiento popular, no podemos "a priori" descartar a los hombres
que sean honrados y decentes, vengan de donde vengan, sepan lo que sepan,
sientan lo que sientan, siempre que estén de acuerdo en que es necesario
ponerse a trabajar sin descanso para corregir los males de la Nación y para
llevar nuestra tierra al puerto de la gloria y de grandeza que cada uno de
los argentinos bien nacidos debe desear para su patria.
Por eso yo mismo estoy realizando
actualmente una política que creo que es justa: una política de acercamiento
de todos los hombres que puedan haber pensado de distinta manera que nosotros,
siempre que vengan de buena fe a colaborar. Todas las fuerzas son utilizables
en nuestro movimiento, si son nobles y leales, y todos los hombres serán
bienvenidos si vienen con lealtad y con sinceridad a servir bajo nuestra
bandera. Esta amplitud es la que nos va a hacer triunfar. La historia de
todos los movimientos del mundo demuestra que los movimientos colectivos
fracasan cuando se sectarizan y triunfan cuando se universalizan.
Esa debe ser nuestra concepción del
movimiento. Todos deben venir a él con una condición: servirlo lealmente,
pensando que dentro de este gran movimiento todo es posible y que todos
pueden tener razón. Serán los hechos y la marcha los que nos irán indicando
esa razón y si esos hombres han tenido derecho a discutirnos nuestras propias
doctrinas. Nosotros no somos impermeables a la discusión, no queremos
imponer, queremos proceder, y queremos proceder con los hechos que es el
mejor procedimiento que puede utilizar el hombre.
Si nuestro movimiento, con una gran
amplitud, sin sectarismos de ninguna naturaleza, sin coerciones que puedan
ejercerse en ninguna forma, avanza por el camino ancho de la verdad y de la
realidad, no tenemos nada que temer.
Si nos sectarizamos, iremos
perdiendo paulatinamente la fuerza con que contamos y nos convertiremos en un
movimiento que vivirá en su torre de marfil, pero que no representará dentro
de la República, el sentir del conjunto, transformándose en un pequeño
organismo que marchará contra la corriente.
Los movimientos populares son
también cuantitativos y en la selección de la especie humana es necesario tomar
la totalidad de sus miembros, no seleccionando partículas de un pequeño
sector que nada representa y que nada es.
Nuestro movimiento es popular.
Luego, el pueblo tiene libre acceso a él y dentro del mismo tiene libertad de
pensamiento y el derecho a imponer su voluntad, si ella es superior.
Por eso yo uso la tolerancia aun
contra la intolerancia. Dejemos ahora las armas y como digo a menudo, tomemos
el violín que puede ser más efectivo. Esto es de una gran sabiduría, aunque
lo exprese de una manera simplista.
En la República no tenemos
oposición, pero sí tenemos algunos opositores. Con procedimientos honrados debemos
ir persuadiéndolos de que están equivocados y que se encuentran colocados en
mal terreno, ya que piensan y sienten desde hace años como nosotros. Han
dicho muchas veces que es necesario hacer lo que nosotros hacemos, y hoy
están en la oposición.
Ello se explica porque andan detrás
de posiciones personales y no defienden un movimiento nacional. El hombre
priva sobre la colectividad. El egoísmo no es buen consejero.
Por eso estamos empeñados en este
movimiento y en seguirlo con alta tolerancia.
DEBEMOS DAR UNA LECCIÓN DE UNIDAD
No deseo alargar más esta
conversación que es tan grata para mí. Solamente quiero hacerles llegar un
consejo, que tengo la obligación de darles como más viejo. En este congreso
partidario que realizamos hemos de dar la sensación al país de que estamos
unidos, que pensamos de una misma manera, y que tenemos todos un mismo
objetivo, y, sobre todo, lo que tanto predicamos, o sea, ser artífices del
destino común y no un instrumento de la ambición de nadie. Debemos destacar
que estamos de acuerdo y que vamos a trabajar por el bien de todos. Eso es lo
que ha de salir de este congreso.
Si en él nos peleáramos por
pequeñas cosas que no tienen importancia, hubiéramos dado un triste
espectáculo y quizás fuera un factor de debilidad frente a nuestra propia
grandeza. Somos muchos; estamos empeñados en una misma obra; demos el ejemplo
de que estamos unidos y que trabajamos y de que no hay intereses personales
entre nosotros. Si damos esa lección el partido ha de salir de este congreso
tonificado y honrado en sus procedimientos.
Por eso sería hermoso para nuestro
movimiento, que un congreso al que concurren hombres de 14 provincias y 9
gobernaciones, se reúnan en representación de sus pueblos peronistas y
lleguen a conclusiones exactamente iguales en un acuerdo y en una amistad que
nos honra a todos.
Esa lección la debemos dar a todos
los demás partidos y a la masa de nuestro partido. Esa lección de unidad, tolerancia,
lealtad y sinceridad para con nosotros mismos será el ejemplo más tonificante
para la Nación. Si de este Congreso sale una acción de conjunto habremos dado
un hermoso ejemplo a la ciudadanía Argentina.
Todos los congresos y todas las
convenciones que se realizan terminan siempre mal. Nosotros seremos los primeros
que terminaremos en una absoluta armonía y eso representará una conquista
mayor que todas las demás conquistas que podamos obtener.
Hemos encarado la reforma social,
la económica y la política que la vamos a hacer nosotros y la vamos a mostrar
con nuestro propio ejemplo. Después seguirán las otras reformas.
REFORMA DEL DERECHO ARGENTINO
El año que viene iniciaremos la
verdadera reforma del derecho argentino. Nuestro movimiento no puede haber
terminado con reformar el orden social, el orden económico y el orden
político. Es necesario consolidar esas tres etapas con la consolidación jurídica
de nuestro movimiento. Esa reforma ya se ha iniciado. Debemos a las Cámaras
de la Nación el haber seleccionado el elemento humano para ir reformando
nuestra justicia y yo estoy satisfecho de lo que se ha hecho hasta el
presente.
Hecha esa parte de la reforma
humana, del cambio de los hombres, reformaremos la legislación. El año 1948
ha de ser de profundos cambios en lo jurídico. Hemos de poner al día nuestros
códigos de procedimiento y de fondo; hemos de dar al país una verdadera
legislación más a tono con los días que vivimos. Es anacrónico que en estos
días en que se está intentando la navegación estratosférica, en que se
emplean 10 horas para venir de Europa a Buenos Aires, empleemos un Código de
Comercio que fue hecho para la navegación a vela, cuando se tardaba 6 meses
en llegar al continente europeo. Y cito eso como ejemplo, por no citar más.
Hemos de encarar la reforma de los
códigos de procedimientos, del derecho del trabajo que ha sido formado alrededor
de una ley subsidiaria: la de accidentes del trabajo, a la que se le fueron
agregando nuevos adornos como a un árbol de navidad, con nuevas leyes y
nuevas disposiciones. Hay que ir a la reforma dela legislación de fondo:
ningún movimiento trascendental como el nuestro lo ha dejado de encarar,
porque es necesario poner al día la parte jurídica.
Eso representará en el devenir de
los tiempos la consolidación de nuestro movimiento, la afirmación definitiva
de que nuestras conquistas han sido buenas y que la reforma social, económica
y política ha sido real porque ha sido afirmada en el tiempo y justificada y
consolidada por la acción de la justicia.
Luego ha de venir la reforma de la
educación. Hemos de encarar la instrucción primaria, secundaria, técnica y la
universitaria para ponerla a tono porque sería incompleto que reviéramos todo
y no tratáramos de instruir a nuestra juventud en el fondo de esas reformas.
Empecemos por educar ya a los
hombres dentro de esa concepción doctrinaria, pongamos a su alcance toda esa
reforma y eduquémoslos en la ciencia para servir el objetivo de la Nación con
unidad de concepción y de acción.
Extenderemos esa reforma a la
cultura para que las artes y las letras en nuestra tierra comiencen a
fructificar ese beneficio de los argentinos, aprovechando el remanente de
nuestra cultura y de la cultura europea que hemos heredado, para ir colocando
nuevos jalones en la marcha, para no ser los que nos conformemos con andar
entre las cosas que otros crearon.
El año 1948 hemos de dar un tono
determinante a la reforma para ajustarla a las nuevas concepciones que consideramos
justas.
RENACIMIENTO ARGENTINO
Luego seguirán otras reformas
largas de explicar, pero que toman todo el resto de las actividades
nacionales. Y pensamos que en el año 1949, tal vez en 1950, la Nación entera
ha de iniciar un nuevo ritmo de marcha al influjo de todos esos cambios para
que todos los hombres y los organismos de la Nación se dirijan hacia un
objetivo común de una manera similar y armónica. Si nuestro movimiento cumple
eso es probable que pase a la historia como el Renacimiento Argentino.
Y nosotros, en nuestro ambicioso
objetivo, aspiramos a que ese Renacimiento Argentino sea la reestructuración
de la Nación, política, soberana y económicamente libre.
En esta marcha no habrá fuerza que
la pueda detener. Nuestro movimiento tiene que cumplir ese objetivo y lo ha
de cumplir solamente si nosotros, que representamos el elemento directivo de
esa masa, luchamos incansablemente para conseguirlo y tratando al mismo
tiempo que cada uno de los elementos que constituyen esa masa luche también
incansablemente detrás de igual objetivo.
Si realizamos esa labor de conjunto
con la organización material de nuestras fuerzas el éxito total está asegurado.
Tenemos actualmente el gobierno
social, económico y político de la Nación, y tenemos luego la posibilidad con
ello de influenciar toda la marcha de la República. Todos los que respondan a
nuestra bandera tienen la obligación de secundarnos, luchando incansablemente
y con sacrificio si es necesario, para conseguir esos objetivos.
Estoy persuadido y lo espero, con
las fuerzas de mi espíritu de ciudadano argentino, que cada uno sabrá cumplir
con su deber.
CONCEPTOS
No hemos
hecho otra cosa que cumplir con nuestro deber de argentinos y afirmamos que
seguiremos en esta acción para oponernos a todo aquello que no sea para el
bien del país y la felicidad del pueblo (Perón)
ARGENTINA - 28 diciembre 1945. Pensamos en una
nueva argentina, profundamente cristiana y profundamente humanista.
DIOS -9 septiembre 1944. El mundo del
futuro será solamente de los que posean las virtudes que Dios inspiró como
norte de la vida de los hombres.
ESTIRPE -28 junio 1944. La República
Argentina es producto de la colonización y conquista hispánica, que trajo
hermanadas, a nuestra tierra, en una sola voluntad, la cruz y la espada. Y en
los momentos actuales parece que vuelve a formarse esa extraordinaria
conjunción de fuerzas espirituales y de poder que representan los dos más
grandes atributos de la humanidad: el Evangelio y la Espada.
RAZA -12 octubre 1947. Para nosotros la
raza no es un concepto biológico. Para nosotros es algo puramente espiritual.
Constituye una suma de imponderables que hace que nosotros seamos lo que
somos y nos impulsa a ser lo que debemos ser, por nuestro origen y por nuestro
destino. Ella es la que nos aparta de caer en el remedo de otras comunidades
cuyas esencias son extrañas a las nuestras, pero a las que con cristiana
caridad aspiramos a comprender y respetamos. Para nosotros la raza constituye
nuestro sello personal indefinible e inconfundible.
ESPÍRITU -12 octubre 1947. Al impulso ciego
de la fuerza, al impulso ciego del dinero, la Argentina, coheredera de la
espiritualidad hispánica, opone la supremacía vivificante del espíritu.
UNIDAD -6 septiembre 1944. Las fuerzas
armadas, las fuerzas económicas y las fuerzas creadoras, unidas en haz
insoluble por medio de una sólida cultura ciudadana, son los cimientos sobre
los que debe edificarse nuestro porvenir para mantenernos económicamente
libres y políticamente soberanos.
HOMBRES -10 agosto 1944. La Patria se
forma en primer término por hombres, y no pueden ser el campo, ni la máquina,
ni el dinero, factores que sobrepongan al hombre, que es quien sufre y
trabaja; y sin el cual ni los campos, ni los ganados, ni el dinero, tienen
valor.
CONDUCCIÓN -15 diciembre 1944. Al conducir a un
pueblo se conducen hombres; hombres de carne y hueso; hombres que nacen,
sufren y, aunque no quieran morir, mueren; hombres que son fines en sí
mismos, no sólo medios; hombres que han de ser lo que son y no otros;
hombres, en fin, que buscan eso que llamamos felicidad.
CONDUCTOR -11 agosto 1944. Quien aspira a
ser, o las circunstancias lo hayan colocado en la situación de conductor de
un país, primero ha de conocerlo, luego ha de comprenderlo; y pobre del que
se detenga allí, porque también es preciso sentirlo. Se conduce con amor y
con entusiasmo; después con talento; y por último, con conocimiento. Pero es
necesario pensar que las obras que el hombre produce, como los hijos, si son
del amor, son siempre más perfectas y más bellas.
CREACIÓN -10 junio 1944. El hombre tiene
una misión creadora: vivir. Ser es crear, es producir grandes obras. Existir,
conservarse, es andar entre las cosas que están hechas por otros. Dividimos
al país en dos categorías: una, la de los hombres que trabajan, y la otra, la
que vive de los hombres que trabajan. Ante esta situación, nos hemos colocado
abiertamente del lado de los hombres que trabajan.
JURAMENTO -3 diciembre 1943. Al defender a los
que sufren y trabajan para plasmar y modelar la grandeza de la Nación, defendiendo
a la Patria en cumplimiento de un juramento en que empeñé mi vida. Y la vida
es poco cuando es menester ofrendarla en altar de la Patria.
BIEN COMÚN -15 octubre 1944. No apoyamos al
trabajador contra el capital sano, ni a los monopolios contra la clase
trabajadora, sino que propiciamos soluciones que beneficien por igual a los
trabajadores, al comercio y a la industria, porque nos interesa únicamente el
bien de la Patria.
CLASES -14 noviembre 1943. La división de
clases había sido creada para la lucha discordante, pero la lucha discordante
es destrucción de valores.
POLÍTICA SOCIAL -29 diciembre 1945.
Nuestro movimiento es un movimiento unionista cristiano. No realizamos
las tendencias de nadie; sólo consideramos la necesidad de una política
social dirigida al bien de los trabajadores argentinos, al mismo tiempo que
rechazamos el egoísmo de quienes no nos comprenden.
CONVIVENCIA -30 mayo 1944. Los
representantes del capital y del trabajo deben ajustar sus relaciones a
reglas más cristianas de convivencia y e respeto entre seres humanos.
EQUIDAD -10 agosto 1944. La agitación de
las masas es un efecto de la injusticia social. El remedio no ha de estar en
engañarlas ni en someterlas por la fuerza, sino en hacerles justicia.
JUSTICIA -30 julio 1944. Buscamos una
justicia retributiva y opondremos una energía inexorable a la explotación del
hombre por el hombre. Dentro de la concepción del Estado moderno ya nadie
cree que la raza y la potencia de un país estén representadas por su stock de
oro o sus depósitos. La riqueza de un país depende: de su potencial humano
con su grado de organización, su espíritu de iniciativa y su trabajo: de la
extensión y fertilidad de su suelo: de sus plantas industriales; de su
tecnicismo y del desarrollo de su investigación técnico-científica: de su red
vial y elementos de transporte que faciliten la distribución fácil y el
comercio sano y honesto; de una buena organización de crédito y finanzas que
dé agilidad al sistema: y, finalmente, de la armonía y solidaridad social.
Dentro del grupo de ideas expuestas y teniendo presente el grado de
importancia de cada punto mencionado, la economía nacional debe basarse en
que el Estado controle sus fundamentos.
AUTORIDAD -11 agosto 1946. Comenzamos por
reivindicar para el Estado, que junto a los patronos y los obreros forma la
tercera parte en todo problema social, ese principio de autoridad que había
sido abandonado por indiferencia, por incapacidad o por cálculo. Nadie podrá alegar
desconocimiento de la función que le toca cumplir en el futuro.
RESURGIMIENTO ARGENTINO -24 de
febrero 1947. Debo recordar que ante Honorable Congreso Nacional, dije que la
evolución de las instituciones humanas y la experimentación de las teorías políticas
y económicas permitían, en los actuales momentos, un nuevo planteo tendiente
a facilitar el adecuado equilibrio entre el individuo y el Estado, que podría
ser el origen de lo que nos adelantamos a denominar el renacimiento
argentino.
ECONOMÍA ESTATAL -junio 1947. Tradicional y
dogmática, nuestra política económica descansó en la convicción de que el
Estado debía reunir toda participación en el ejercicio de actividades
industriales. La experiencia ha demostrado, sin embargo, la imposibilidad de
que economías jóvenes y vigorosas como a nuestra aguarden pacientemente a que
la iniciativa privada alcance la debida madurez o que, sin adoptar adecuados
resguardos, se le confíen actividades o riquezas vinculadas a soberanos intereses.
TRADICIÓN Y CARÁCTER -29 diciembre
1945. El Estado debe robustecer el hogar, la escuela y el trabajo por ser
los grandes moldeadores del carácter de los individuos, y según sean éstos
serán los hábitos y costumbres colectivos forjadores de la tradición
nacional.
DEMOCRACIA -24 febrero 1947. Es natural que
esas realizaciones incidan en el problema político, motivo por el que
considero indispensable ratificar nuestra fe en las instituciones
democráticas y republicanas que nos gobiernan, ya que no faltan opiniones
adversas que pregonan su fracaso en el propósito de satisfacer, dentro de la
actual interdependencia económica, las necesidades vitales de los individuos.
PARTIDO -1º diciembre 1947. Es por ello que
nosotros queremos organizar nuestra fuerza política, crear un verdadero
partido inteligente, idealista, con profundo sentido humanista, sin lo cual
las masas pasan a ser oscuros instrumentos de hombres que pueden ser
esclarecidos o pueden ser miserables.
MORAL -6 septiembre 1944. No todos venimos
al mundo dotados del suficiente equilibrio moral para someternos de buen
grado a las normas de sana convivencia social. No todos podemos evitar que
las desviaciones del interés personal degeneren en egoísmo expoliador de los
derechos de los demás, y en ímpetu avasallador de las libertades ajenas. Y
aquí, en este punto que separa el bien del mal, es donde la autoridad
inflexible del Estado debe acudir para enderezar las fallas de los individuos
y suplir la carencia de resortes morales que deben guiar la acción de cada
cual, si se quiere que la sociedad futura sea algo más que un campo de
concentración o un inmenso cementerio.
FRATERNIDAD -11 agosto 1946. La revolución del
4 de junio ha predicado incesantemente la unión de los argentinos. Esta
exhortación tiene un sentido evidente: intentar que cesara entre nosotros el
aislamiento de las clases sociales y la búsqueda exclusiva del medro de cada
uno sin reparar en la prosperidad o en la miseria ajena; porque cuando un
pueblo obedece tan sólo al impulso del egoísmo, prescindiendo del sentimiento
claro del bien común, que es el de la fraternidad de los seres libres, viola
lo que es ley y condición del progreso y está amenazado de descomposición nacional
y de muerte pública.
FE -11 agosto 1944. Los pueblos sin
esperanza terminan por perder la fe; y cuando se pierde la fe en un país no
puede predecirse a ciencia cierta cuál será su porvenir.
DERECHOS Y LIBERTAD -12 septiembre
1946. Es necesario reaccionar contra la debilidad, la cobardía y la indiferencia.
Cada uno ha de defender su puesto en la vida, y el que no sepa hacerlo será
juguete de un destino que no podrá ser nunca grato ni honroso. El país vive
horas de lucha. Vivimos tiempos para hombres guapos, no para cobardes. Cada
uno ha defender sus derechos si es ciudadano libre de esta República, en que,
para ser libres, lo primero es sentirse libres, y lo segundo, defender la
libertad por todos los medios.
ECONOMÍA Y LIBERTAD -29 diciembre
1945. La libertad hay que asegurarla a fuerza de trabajo, dando primero al
hombre la libertad económica, que es fundamental. Nosotros no somos
partidarios de la libertad unilateral que se tiene desde hace tiempo, dentro
de la cual el rico tiene libertad para hacer todo lo que quiera y el pobre
una sola libertad: la de morirse de hambre.
INDEPENDENCIA ECONÓMICA -9 julio
1947. La independencia económica representa que ya no estaremos limitados en
el disfrute de nuestra riqueza sino que ésta será repartida entre todos los
habitantes de acuerdo con su esfuerzo y que cada uno de ellos tendrá su
destino económico en sus propias manos y será, de una manera directa o indirecta,
el forjador de la grandeza económica de la Nación.
LO ECONÓMICO EN FUNCIÓN DE LO
SOCIAL -8 enero 1947. Para sacar al país del letargo y de la vida
vegetativa, queremos lanzarlo en pos de las conquistas económicas y sociales.
Sin las conquistas económicas, las conquistas sociales desaparecen
rápidamente y no pueden subsistir; y sin las conquistas económicas y sociales
las convulsiones políticas se van a ir sucediendo, como lo prueba la historia
de todos los tiempos y de todos los países.
CAPACITACIÓN -23 julio 1944. Para que la
mejora de la clase trabajadora pueda ser integral, para que ella abarque
todos los ángulos de su zona de incidencia, es fundamental que el obrero
aumente su cultura y acreciente su capacidad de producción, pues con lo
primero se justificará la elevación social que pretendemos y deseamos para la
clase trabajadora, y con lo segundo los mejores salarios serán el inmediato
resultado de su mayor y mejor producción.
VALORES ETERNOS -26 julio 1947. Es necesario
también tender a la riqueza espiritual, hacia eso que constituye los únicos valores
eternos y que son los que unirán, si es necesario, a los millones de
argentinos, en la defensa de la Patria, a costa de cualquier sacrificio.
ORGANIZACIÓN -2 diciembre 1943. La vida
civilizada, en general y la economía, en particular, del mismo modo que la
propia vida humana, se extinguen cuando falla la organización de las células
que la componen. Por ello, siempre he creído que se debe impulsar el espíritu
de asociación profesional y estimular la formación de cuantas entidades profesionales
conscientes de sus deberes y anhelantes de sus justas reivindicaciones se
organicen, de tal manera que se erijan en colaboradores de toda acción encaminada
a extender la justicia y prestigiar los símbolos de la nacionalidad,
levantándolos por encima de las pugnas ideológicas o políticas.
GREMIALISMO -17 junio 1944. La organización
obrera es para nosotros la base de nuestros procedimientos, pues no podemos
ir a preguntar a cada uno de los obreros cuáles son sus necesidades y cuál la
obra que nosotros debemos realizar. Para ello necesitamos la organización
obrera. Y que estas organizaciones estén representadas por auténticos
trabajadores.
FUERZAS PATRONALES -9 septiembre
1944. No olvidamos tampoco a las fuerzas patronales, porque ellas representan
la grandeza de la Patria y no queremos tampoco que los patrones puedan
sentirse amenazados por peligros inexistentes.
PASIVIDAD IMPOSIBLE -31 diciembre
1943. El país vive un momento decisivo de su historia. El mundo convulsionado
señala, con terrible gravedad, la virulencia de los fermentos disgregadores
en que pueden cuajar el egoísmo y la indiferencia para con las necesidades de
nuestros semejantes. Ante lección tan elocuente, sería suicida la pasividad y
la persistencia en aptitudes inoperantes, de simple expectación.
PAZ -6 julio 1947. Sólo salvará a la
humanidad la paz constructiva, jamás la lucha destructora de todos los valores
materiales, espirituales y morales.
XENOFOBIA -8 diciembre 1945. No tenemos
prejuicios raciales. Los hombres decentes y de buena voluntad serán siempre
bien acogidos en esta Patria generosa y buena.
COMBATIMOS POR LA HONRADEZ -3
octubre 1945
Sabemos que estamos combatiendo contra fuerzas poderosas, nunca más
poderosas que hoy porque nunca fueron más ricas. Pero combatimos con armas
leales y de frente contra toda especulación, contra todos los que venden y
compran el país, buscando que el futuro de la Patria se asegure con la honradez
política, con la honradez económica y con la equidad en la distribución
social de la riqueza.
ESFUERZO DE TODOS -11 agosto 1944. En esta hora, que
es de recuperación de todos los valores, todas las fuerzas del país deben
hallarse unidas. El que sea o que se sienta argentino no puede estar ausente
de esta restauración. Cada uno debe dar de sí lo que tenga. El que tenga
brazos fuertes, sus músculos; el que tenga cultivada su inteligencia pondrá
en movimiento su cerebro; y el que tenga caja de hierro repleta de dinero el
contingente de su oro.
CONSIGNA -1 mayo 1944. Creo que las
reivindicaciones, como las revoluciones, no se proclaman y se cumplen,
sencillamente. Y ese cumplimiento, que nos llevó siempre a preferir los
realizadores a los teorizantes, fue la consigna rígida a la que ajustamos
nuestra acción estatal. He sido fiel a ella, porque entiendo que mejor que
decir es hacer y mejor que prometer es realizar.
PREDOMINIO DE LA PAZ -10 abril
1948. Es mejor y más conveniente para la vida del Estado, como para la de la
Iglesia, volver a las costumbres sencillas, al predominio de la paz, del amor
y de la confianza recíproca entre los hombres y entre las naciones. Para
conseguirlo, el Estado a de luchar con grandes dificultades por la
complejidad de la vida misma, por las pasiones inherentes a la condición
humana y porque, en definitiva, los idearios políticos son múltiples y
contradictorios. A la iglesia, en cambio, le ha de ser más fácil porque es
única y porque siempre la predicación dogmática ha sido la misma. Y siempre
ha tenido un contenido social de repudio a la riqueza y de exaltación del
trabajo que nadie ha superado ni siquiera igualado de lejos.
Ese contenido social está resumido en las palabras que Jesús dirige a
los apóstoles: "No llevéis oro, ni plata ni dinero alguno en vuestros
cintos, ni alforja para el viaje, ni dos túnicas, ni calzado, ni tampoco
bastón, porque el que trabaja merece su sustento". Esto quiere decir, si
no equivoco en la exégesis, que únicamente el trabajo es la fuente del sustento:
el trabajo que redime al individuo y que sirve de base a la grandeza de los
pueblos.
ARMONÍA COLECTIVA -25 junio 1949. Las masas humanas. Orgánicamente constituidas, deben tener un ser armónico, sin el cual no llegan a ser masas organizadas. Esa armonía ha de establecerse por un sentir uniforme, por un conocimiento general y por una acción similar. Piénsese en lo que le ocurriría a un hombre que tuviera que marchar en una dirección y su corazón, su alma, lo impulsara en otra dirección. Mientras las piernas mueven al cuerpo en otro sentido del que desea imaginen si él podría llegar al punto que quiere alcanzar. Con las organizaciones colectivas, ocurre lo mismo; hay que darles un alma colectiva, de modo tal que puedan moverse en forma similar y puedan resolver de manera semejante sus problemas. A ellas hay que infundirles el conocimiento de cómo se mueve, evoluciona y actúa esa masa armónicamente. Finalmente, hay que establecer cómo ha de marcharse y cómo ha de procederse. Lo primero, lo que da el alma colectiva, es la doctrina; lo segundo, lo que le imprime marcha en conjunto, es lo que le proporciona la armonía de conjunto, para que pueda caminar en la dirección que quiera y donde lo guíe su alma y espíritu.
EL TURISMO -6 enero 1948. El turismo ha de
ser para todos. Que cada cual, según sus medios, tenga el descanso reparador
de su cuerpo. Que el espíritu de cada cual pueda disfrutar de las bellezas de
nuestra Patria, que es de todos, de pobres y ricos por igual.
ACTIVIDADES DEPORTIVAS -31 enero 1948.
Es casualmente en el ambiente deportivo donde las diferencias
desaparecen, nace una camaradería superior a todas las otras y se forma el
espíritu superior y una grandeza de alma que es lo único que los hombres
deben conquistar. Los clubes deportivos son la escuela primaria de esa
grandeza espiritual; por eso el gobierno y la Nación están en la obligación
de propugnar estas actividades, ayudarlas como una obra de gobierno. En ese
espíritu está la grandeza de la Patria, que es inútil buscarla en otras direcciones.
EVOLUCIÓN DE LOS PUEBLOS -19
febrero 1948. En la evolución de los pueblos oímos muchas veces mencionar las
reformas. Es una hermosa forma de la vida humana la evolución y dentro de
ella las reformas que permiten llevarla a cabo.
En países orgánicos tales reformas
deben realizarse con una absoluta congruencia en los fines y con una absoluta
armonía en los medios. Si tales reformas no obedecen a esa congruencia y a
esa armonía a menudo suelen provocar acontecimientos que perjudican la
estabilidad orgánica que todas las instituciones humanas deben tener para
poder realizar programas y planes de largo aliento. Por eso las reformas no
han de ser tan distantes que quiten a la organización su perfectibilidad, ni
deben ser tan frecuentes que le resten estabilidad.
En el panorama de la vida institucional argentina el factor
estabilidad había sacrificado, en mi concepto, ese factor de la
perfectibilidad orgánica. Esa evolución que nos llevo a encarecer las
reformas integrales representa el verdadero programa que nuestro movimiento
ha desarrollado, hasta ahora, con un éxito más halagador que cuanto había
podido apreciarse en los prolegómenos de las mismas reformas.
LA FELICIDAD DEL PUEBLO -24 marzo
1948. Algunos dicen que en nuestras construcciones hay un cierto grado de
sentido imperialista, pero pretender imperialista en un país de 20 millones
de habitantes sólo cabe en la cabeza de algún loco y yo, afortunadamente, no
lo soy todavía. Nuestro imperialismo es para arriba, es constructivo: nuestro
imperialismo es nuestro trabajo y el fruto de ese trabajo para la felicidad
del pueblo, nos hemos propuesto como primer objetivo y para la grandeza de
nuestro país que nos hemos propuesto también como objetivo más lejano. Yo no
sacrificaré la felicidad del pueblo por la grandeza futura del país, pero
tampoco esa grandeza futura por una felicidad efímera: en el equilibrio de
esos factores estriba toda nuestra acción de gobierno y todo nuestro
convencimiento de patriotas y de argentinos.
SAN MARTÍN -17 agosto 1948. La vida de San
Martín constituye la más gloriosa de las de todos los argentinos de nuestra
historia. La vida de San Martín no es para ser solamente mentada: es para ser
imitada, para que sirva de ejemplo a los argentinos y para que desde la
muerte siga acaudillando a muchos millones de argentinos.
LA EDUCACIÓN MORAL -9 abril 1949. Algo falla en la
naturaleza cuando es posible concebir, como Hobbes en el Leviatán, al Homo hominis
lupus, el estado del hombre contra el hombre, todos contra todos y la
existencia como un palenque donde la mayoría puede identificarse con las
pobrezas del ave rapaz. Hobbes pertenece a ese momento en que las luces
socráticas y la esperanza evangélica empiezan a desvanecerse ante los fríos
resplandores de la Razón, que a su vez no tardará en abrazar al materialismo.
Cuando Marx nos dice que de las relaciones económicas depende la estructura
social y su división en clases y que por consiguiente la historia de la
humanidad es tan sólo historia de las luchas de clases, empezamos a divisar,
con claridad en sus efectos, el panorama del Leviatán. No existe probabilidad
de virtud, ni siquiera asomo de dignidad individual, donde se proclama el
estado de necesidad de lucha que es, por esencia, abierta disociación de los
elementos naturales de la comunidad. Al pensamiento le toca definir que
existe, eso sí, diferencia de intereses y diferencia de necesidades, que
corresponde al hombre disminuirlas gradualmente, persuadiendo a ceder a
quienes pueden hacerlo y estimularlo, el progreso de los rezagados.
Pero esa operación en la que la sociedad lleva ocupada con dolorosa
vicisitudes más de un siglo-no necesita del grito ronco y de la amenaza, y
mucho menos de la sangre, para rendir los apetecidos resultados. El amor
entre los hombres habría conseguido mejores frutos en menos tiempo, y si
halló cerradas las puertas del egoísmo se debió a que no fue tan intensa la
educación moral para desvanecer esos defectos, cuando lo fue la siembra de
rencores.
MATERIA Y ESPÍRITU -9 abril 1949. Hemos pasado de
la comunión de materia y espíritu al imperio pleno del alma, a su disociación
y a su anulación final. Ciertamente, pese al flujo y reflujo de las teorías,
el hombre, compuesto de alma y cuerpo, de vocaciones, esperanzas, necesidades
y tendencias, sigue siendo el mismo. Lo que ha variado es el sentido de su
existencia, sujeta a corrientes superiores.
SENTIDO LÓGICO DE LA VIDA -9 abril
1949. Lo que caracteriza a las comunidades sanas y vigorosas es el grado de
sus individualidades y el sentido con que se disponen a engendrar en lo
colectivo. A este sentido de comunidad se llega desde abajo, no desde arriba;
se alcanza por el equilibrio, no por la imposición. Su diferencia es que así
como una comunidad saludable formada por el ascenso de las individualidades
conscientes posee hondas razones de supervivencia, las otras llevan en sí el
estigma de la provisionalidad, no son formas naturales de la evolución, sino
paréntesis cuyo valor histórico es, justamente, su cancelación. En la
consideración de los supremos valores que dan forma a nuestra contemplación
del ideal advertimos dos grandes posibilidades de adulteración: una es el
individualismo amoral, predispuesto a la subversión, al egoísmo, al retorno a
estados inferiores de la evolución de la vida que intenta despersonalizar al
hombre en un colectivismo atomizador.
En realidad operan las dos un escamoteo. Los factores negativos de la
primera han sido derivados, en la segunda, a una organización superior. El
desdén aparatoso ante la razón ajena, la intolerancia, han pasado solamente
de unas manos a otras. Bajo una libertad no universal en sus medios ni en sus
fines, sin ética ni moral, les es imposible al individuo realizar sus valores
últimos, por la presión de los egoísmos potenciados de unas minorías. Del
mismo modo, bajo el colectivismo materialista llevado a sus últimas
consecuencias, le es arrebatada esa probabilidad- la gran probabilidad de
existir- por una imposición mecánica en continua expansión y siempre
hipócritamente razonada. El idealismo hegeliano y el materialismo marxista,
operando sobre necesidades y calamidades universales que han influido profundamente
en el ánimo general, constituyen direcciones cuya resultante será prudente
establecer. De la historia, y aun de sus excesos, extraemos preciosas
enseñanzas ante las que en modo alguno podemos ni debemos permanecer insensibles.
Mientras el pensamiento creía poder sostener lo fundamental, en espacios
puramente teóricos, el mundo obraba por su cuenta; pero, si lo fundamental
declinó, la fijación práctica de lo abstracto puede ejercer una influencia
perniciosa en la existencia común. Resulta entonces necesario detenernos de
nuevo a examinar nuestros absolutos y a limpiar de excrecencias y añadiduras
superfluas un ideal apto para servir de polo al sentido lógico de la vida.
EL CRISTIANISMO -9 abril 1949. Una fuerza que
clavase en la plaza pública, como una lanza de bronce, las máximas de que no
existe la desigualdad innata entre los seres humanos, que la esclavitud es
una institución oprobiosa y que emancipase a la mujer; una fuerza capaz de
atribuir al hombre la posesión de un alma sujeta al cumplimiento de fines
específicos superiores de la vida material, estaba llamada a revolucionar la
existencia de la humanidad. El cristianismo, que constituyó la primera gran
evolución, la primera liberación humana, podría rectificar felizmente las concepciones
griegas, pero esa rectificación se parecería mejor a una aportación.
Enriqueció la personalidad del hombre e hizo de la libertad, teórica y
limitada hasta entonces, una posibilidad universal. En evolución ordenada, el
pensamiento cristiano, que perfeccionó la visión genial de los griegos,
podría más tarde apoyar sus empresas filosóficas en el método de éstos y
aceptar como propias muchas de sus disciplinas. Lo que le faltó a Grecia para
la definición perfecta de la comunidad y del Estado fue, precisamente, lo
aportado por el cristianismo: su hombre vertical, eterno, imagen de Dios. De
él se pasa ya a la familia, al hogar, su unidad se convierte en plasma que a
través de los municipios integrarán los Estados y sobre la que descansarán
las modernas colectividades.
LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD -9 abril
1949. Ni la justicia social ni la libertad, motores de nuestro tiempo, son
comprensibles en una comunidad montada sobre seres insectificados, a menos
que a modo de dolorosa solución el ideal se concentre en el mecanismo
omnipotente del Estado. Nuestra comunidad, a la que debemos aspirar, es
aquella donde la libertad y la responsabilidad sean causa y efecto, en que
exista una alegría de ser, fundada en la persuasión de la dignidad propia.
Una comunidad donde el individuo tenga realmente algo que ofrecer al bien
general, algo que integrar y no sólo su presencia muda y temerosa.
LA SOCIEDAD -9 abril 1949. La sociedad
tendrá que ser armonía en la que no se produzca de ninguna disonancia ni
predominio de la materia ni estado de fantasía. En esa armonía que preside la
norma puede hablarse de un colectivismo logrado por la superación, por la
cultura, por el equilibrio. En tal régimen no es la libertad una palabra
vacía, porque viene determinada su incondición por la suma de libertades y
por el Estado ético y la moral.
CAMINO DE PERFECCIÓN -9 abril 1949.
Para el mundo existe todavía y existirá mientras al hombre le sea dado
a elegir, la posibilidad de alcanzar lo que la filosofía hindú llama la
mansión de la paz. En ella posee el hombre, frente a su creador, la escala de
magnitudes, es decir, su proporción. Desde esa mansión es factible realizar
el mundo de la cultura, el camino de perfección.
EL DERECHO -24 febrero 1947. El derecho de
responder a la realidad social de la hora presente para que sus normas
contribuyan a mantener el equilibrio de intereses que, lógica y
racionalmente, se deriva del concepto de justicia. Un eminente filósofo del
derecho afirmó que el contenido de todo derecho histórico se forma de una
serie de deseos, aspiraciones y propósitos que se producen siempre dentro de
una situación históricamente determinada y mediante un proceso natural. El
legislador sólo elabora la materia histórica que la realidad misma de la vida
impone y ha de renunciar a crear, espontáneamente y como por arte de magia,
un estado jurídico. Su misión y su poder se limitan a corregir los estados
sociales, tal como se los ofrece la realidad.
LA DOCTRINA AL SERVICIO DEL BIEN -25
julio 1949. La consolidación de la doctrina será la base de la consolidación del
movimiento; con la consolidación del movimiento habrá terminado un ciclo. Los
reformadores están destinados a quemar su tiempo. El hombre muere; sólo sus
ideas pueden quedar. Los peronistas no harían nada con un viejo o con un
muerto; con la doctrina lo harían todo e impulsarán la evolución del país,
adecuando la doctrina al momento histórico nacional, poniendo nuevas fuerzas
al servicio del bien y nuevas formas de ejecución al servicio de nuevas
conciencias. Esto es progreso; el esquematismo y la rutina son rémora, son
atraso; por ese camino no se va lejos. ¡Pobre país y desgraciados de nosotros
si no fuéramos capaces de comprender cuándo llega el momento fatal!
LA VOLUNTAD POPULAR -25 julio 1949.
Dentro del Partido Peronista de lo que se trata es de lo siguiente: en
cada organismo se discute, cada uno discute sus propias ideas y las defiende
con todo su calor y energía, pero cuando se vota y ganan los otros, es de
peronistas decir: "ustedes son más y nosotros ponemos el hombro y los
ayudamos, aún cuando antes estábamos en contra". Porque ese señor que en
un cuerpo colegiado quiere hacer siempre su santa voluntad no sirve para esos
cuerpos colegiados. A ése hay que mandarlo a que haga de dictador en alguna
parte. De manera que es necesario obedecer a lo que la mayoría resuelva,
porque es la única manera, en los medios democráticos, de hacer cumplir la
voluntad popular.
¿QUÉ ES EL PERONISMO? -20 agosto
1948. ¿Qué es el peronismo?, han preguntado algunos legisladores en el
Congreso, hace pocos días. El peronismo es humanismo en acción; el peronismo
es una nueva concepción en lo político, que descarta todos los males de la
antigua política: es una concepción, en lo social, que iguala un poco a los
hombres, que les otorga iguales posibilidades y les asegura un porvenir para
que en esta tierra no haya ninguno que no tenga lo que necesita para vivir,
aún cuando sea necesario que los que están derrochando a manos llenas lo que
tienen no dispongan de ese derecho, en beneficio de los que no tienen; lo
económico, procura que todo lo argentino sea para los argentinos y que se
reemplace la política económica que decía que esta era una escuela permanente
y perfecta de explotación capitalista, por una escuela de economía social
donde la distribución de nuestra riqueza, que arrancamos nosotros a la tierra
y elaboramos nosotros, pueda distribuirse proporcionalmente entre todos los
que intervienen para realizarla con su esfuerzo. Eso es peronismo.
Y el peronismo se aprende, no se dice: se siente o no se siente. El
peronismo es una cuestión del corazón más que de la cabeza. Afortunadamente,
yo no soy de los presidentes que se aíslan sino que vivo con el pueblo, como
he vivido siempre; de manera que comparto con el pueblo trabajador todas sus
vicisitudes, todos sus éxitos y todos sus fracasos. Yo siento íntima
satisfacción cuando veo que un obrero va bien vestido o asiste con su familia
al teatro. Estoy entonces tan satisfecho como me sentiría yo en la misma
situación del obrero. Eso es peronismo.
UNA SOLA CLASE DE HOMBRES -20
agosto 1948. Si nunca he concebido la posibilidad de que en el mundo haya grupos de
hombres contra grupos de hombres, naciones contra naciones, menos puedo
concebir que porque los hombres practiquen un distinto culto puedan ser
enemigos. ¿Cómo podría aceptarse, cómo podría explicarse, que hubiera
antisemitismo en la Argentina? En la Argentina no debe haber más que una sola
clase de hombres: hombres que trabajen por el bien nacional, sin
distinciones. Son buenos argentinos, cualquiera sea su procedencia, su raza o
su religión, si diariamente laboran por la grandeza de la Nación, y son malos
argentinos, por mucho que hablen o griten, si no ponen todos los días una
piedra para construir el edificio de la felicidad y la grandeza de nuestra
Nación. Eso es lo único que la Argentina debe diferenciar entre los hombres:
los que construyen y los que no construyen: los que hacen bien al país y los
que no lo hacen. Por esa razón en esta tierra libérrima, mientras yo sea
Presidente de la República, nadie perseguirá a nadie.
DERECHOS Y GARANTÍAS INDIVIDUALES
-11 septiembre 1948. la Argentina se encuentra entre las naciones que
han advertido la necesidad de la transformación, especialmente en los
aspectos sociales y económicos. Los derechos y las garantías individuales que
tienen fuerte vinculación con las ideas de la Revolución Francesa, han de
subsistir en cuanto afirman la dignidad humana y la libertad de los hombres.
El principio no se modifica por el hecho de que la libertad de cada uno tenga
que ser limitada por la libertad de los demás, ni tampoco porque se acentúe
la necesidad de defender el interés colectivo por encima del interés privado.
Así por ejemplo, la libertad correlativa al derecho de propiedad se ha de
entender restringida por el concepto de su función social.
EL MUNDO DEL FUTURO -5 octubre
1948. El mundo del futuro será sólo de los que posean las virtudes que Dios
inspiró como norte de la vida de los hombres. La República Argentina es
producto de la colonización y conquista hispánica, que trajo hermanadas a
nuestra tierra, en una sola voluntad, la Cruz y la espada. Y en los momentos
actuales parece que vuelve a formarse ese extraordinario conjunto de fuerzas
espirituales y de poder que representa los dos más grandes atributos de la
humanidad: el Evangelio y la espada.
DOCTRINA CRISTIANA -5 octubre 1948.
El imperialismo ruso defiende el comunismo, vale decir, la explotación
del hombre por el Estado. El otro grupo defiende el capitalismo, vale decir,
la explotación del hombre por otro hombre: no creo que para la humanidad
ninguno de los dos sistemas puede subsistir en el porvenir. Es necesario ir a
otro sistema, donde no exista la explotación del hombre, donde seamos todos
colaboradores de una obra común para la felicidad común, vale decir, la
doctrina esencialmente cristiana, sin la cual el mundo no encontró solución,
ni la encontrará tampoco en el futuro, porque no creo que para solucionar las
miserias el mejor medio sea la guerra, que produce una miseria mayor. No creo
tampoco que para solucionar los problemas que el mundo tiene puedan aferrarse
a soluciones que han fracasado en los hechos, porque el capitalismo ha
fracasado y el comunismo también. Son sistemas sobrepasados por los hechos,
están luchando por una cosa que el mundo en el futuro no podrá adoptar. A
esta posición es la que se ha llamado en este país la "tercera posición"
o sea el justicialismo.
LA LIBERTAD -11 octubre 1948. La cuestión substantiva
que debemos plantearnos es la de la libertad. Pero no ciertamente esa
libertad ficticia con la que los agitadores engañan frecuentemente a la
humanidad, si no la gran libertad que es, ante todo, autodeterminación ante
la responsabilidad. La libertad nonos permite hacer en todo momento lo que
deseamos, sino que nos permite elegir entre las diversas posibilidades que el
hombre puede elegir entre varias. Pero si al hombre se le cierran todos los
caminos excepto una, si se le convence de que no existe más que una manera de
sentir, de pensar y de obrar, ese hombre deja fatalmente e ser libre; es
simplemente el instrumento mecánico de una doctrina superior, de una fuerza
absoluta. Es la espada de una intransigencia sólo comparable a los peores
absolutismos de la Historia.
PROPAGANDA TENDENCIOSA -11 octubre
1948. Sin libertad, no hay, no puede haber verdadera expresión de la
inteligencia humana, como no habrá arte en la agonía de las fuerzas naturales
de la inspiración. ¿De qué libertad puede gozar el pensamiento encarcelado
por las noticias de la propaganda tendenciosa? Esa propaganda avanza todos
los días, como una inmensa muralla que nos oculta la verdad; nos dejan en
libertad física, pero nos aprisionan dentro de la muralla de la propaganda,
que dice cuanto conviene a sus intereses, pero no a los intereses públicos.
LA VERDAD Y LA LIBERTAD -11 octubre
1948. No olvidemos que así como el cuerpo es materialmente sólo alimento, la
personalidad, el espíritu, la mente humana no son más que idea, conocimiento transformador.
La libertad no se configura plenamente sino en la verdad y la verdad es una
sola y universal. El momento es difícil y nadie escapa al rigor de su
incidencia. Abundan, por fortuna, los hombres y los pueblos que se han
impuesto como ideal fundamental la defensa de ese ideal de libertad. La
experiencia ha enriquecido su concepto al dictarnos que ésta no se produce
donde falta una certera conciencia de la responsabilidad. La novela, el
teatro, el cine son las modernas academias donde los pueblos aprenden a
pensar, a sentir, a crearse su ideal íntimo, a representarse su vida ideal y
a situarse ante la realidad del mundo circundante.
El espectáculo moral eleva su
espíritu, del mismo modo que lo envilece y lo mancha la visión de toda
deshonestidad. De una escena afortunada, de unas palabras rápidamente
pronunciadas, depende a veces la estructuración moral de muchos seres, cuya
formación intelectual no es capaz de resistir a los efectismos momentáneos
del arte. He aquí el concepto de responsabilidad que va aparejado al de
libertad, concepto que ciertamente no se refiere sólo a la moral, porque
abarca la ética, la formación del padre, del ciudadano, del hombre que
respeta la ley y tiene un alto sentido de la convivencia. Es difícil atenerse
en todo momento, sobre todo cuando el torbellino de la inspiración invade al
creador, a las máximas sociales y éticas y a la solución del más pedagógico
de los recursos.
Pero no hay duda de que un más elevado concepto de la responsabilidad
impide siempre el extravío. Hoy, cuando la libertad se ve amenazada, cuando
son muchos los pueblos que sufren violencia, cuando todo parece confabulado
para retener y apagar la fecunda llama del genio es, precisamente, cuando con
más interés debe el mundo formularse el problema de la libertad y la responsabilidad
y cuando con más ardor deben los intelectuales consagrar su existencia y obra
al triunfo de la dignidad humana. Intentarán dividir el pensamiento en dogmas
para luego avasallar el de los que restan auténticamente libres, pero nada
podrán si éstos, plenamente conscientes de su elevada misión, se mantienen
infatigables en la brecha.
LA LIBERTAD INDIVIDUAL -25 octubre
1948. En un sistema tal como el preconizado por las Constituciones del siglo
pasado, la libertad individual ha establecido el verdadero desequilibrio que
existe entre los hombres que poseen poder o influencias y los hombres que
están desposeídos de todo poder y de toda influencia. Y la ley les decía:
"Ustedes son iguales". ¿ Y yo me voy a conformar con que la ley les
diga que son iguales, mientras estoy viendo todos los días que no puede haber
una desigualdad mayor entre ese potentado que compra la ley, que compra al
juez, que compra al abogado y el otro pobre diablo que no puede ni siquiera
comprar para comer. ¡Ah! ¡Pero los tienen libertad! Uno tiene libertad para
explotarlo al otro y al otro le queda una sola libertad: la de morirse de
hambre!
LUCHAS EN CONJUNTO -13 noviembre
1948. Yo estoy luchando por cambiar en nuestro país el espíritu individualista,
porque creo que es un complejo de inferioridad. Una de las verdades más
grandes del hombre moderno es renunciar a su yo, para compartir ese yo con lo
demás; y esa escuela es la que nos llevará al triunfo. Nuestra raza latina de
profundo y amplio genio, ha pasado al segundo orden dentro de la humanidad
porque no ha sabido formarse en equipos y luchar en conjunto. Otros pueblos,
quizás con menor inteligencia que la del nuestro, trabajando por equipos nos
han superado. Esa es la realidad y la verdad. Si a nuestro pueblo le hacemos
cambiar el sentido individualista para que trabaje por equipos, superaremos
ese espíritu de inferioridad.
LOS HOMBRES DEL 49 -1º mayo 1949. Otros hombres y
otros tiempos, influidos por nuevas ideas y nuevas formas de vida, verán la
necesidad de modificar las disposiciones de la nueva Constitución, de ajustar
nuevamente sus preceptos, de perfilar contornos que ya resulten borrosos o
desvaídos. Sería injusto pretender que nuestra obra fuere imperecedera, pero
la buena fe con que han actuado cuantos han intervenido en las reformas
actuales nos permite esperar que, cuando nuevas reformas sean necesarias, los
hombres el 49 merezcan el mismo respeto y reverencia que nosotros hemos sentido
y proclamado por los hombres del 53.
REFORMA CONSTITUCIONAL -1º mayo
1949. La constitución de 1853, pese a su bondad intrínseca relacionada con
la época de su promulgación, estaba anticuada en muchos extremos y entorpecía
las actividades nacionales, por ello requería urgentes modificaciones. Si en
proclamar su reforma existiese alguna responsabilidad, la recabo totalmente
para mí y no quiero compartirla ni siquiera con aquellos que desde hace
muchos años venían afirmando lo mismo y que ahora, por pasión política,
quieren hacer ver que el que toca un punto o una coma de ella significa un
atentado a nuestra tradición y a nuestros próceres. Y como la modificación de
cualquier texto constitucional representa un hecho histórico, la
responsabilidad aludida la recabo tanto ante el juicio de mis contemporáneos
como ante el juicio de la Historia.
NECESIDAD DE LA REFORMA
CONSTITUCIONAL -1º mayo 1949. Es inútil el empeño de sostener que
la Constitución de 1853 no ha sido obstáculo para el desarrollo de la
Argentina. El argumento es capcioso por múltiples consideraciones, dos de ellas
fundamentales: que la evolución de la Argentina, como la de todo el mundo, se
ha verificado desde mediados del siglo pasado hasta la segunda década del
presente dentro de una misma tendencia u orientación política y económica,
mientras que en los últimos treinta años las cuestiones sociales adquieren
importancia capital y llevan al mundo a una completa transformación: que
cualquier texto legal es bueno para cualquier eventualidad siempre que se
esté dispuesto a desconocerlo o a vulnerarlo con apariencias legales cuando
lo exijan imperativos de la realidad.
En este segundo aspecto radican dos
posiciones distintas en el modo de considerar la función pública. Para unos
la esencia de la ley no tiene mayor importancia porque lo interesante es
arbitrar los modos (cubriendo siempre las formas externas) de aplicarla en
provecho propio y en perjuicio ajeno. Es indiferente que la ley electoral sea
buena o mala, porque para quienes adoptan la posición que podríamos llamar
"formalista" será el fraude, encubierto si se puede y descarado si
no se puede, la norma verdaderamente rectora del sufragio. De nada sirve una
legislación social de apariencias protectoras de los obreros si luego se
dispone de los organismos de aplicación suficiente para desconocer o para
limpiar los derechos de los trabajadores.
Por eso cuando nuestros opositores afirman que la Constitución
anterior era lo bastante dúctil como para permitir el desenvolvimiento social
del país, dicen una verdad desde su punto de vista, porque no era obstáculo a
la evolución siempre que se dirigiese en un sentido determinado, vale decir,
siempre que se mantuviese dentro de los conceptos predominantes en el siglo
pasado en materia política, económica y social.
RESPETO DE LA LIBERTAD INDIVIDUAL -1º
mayo 1949. El respeto a la libertad individual no puede ser, en una concepción
moderna, un derecho ilimitado, no ya porque ese derecho se ha de armonizar
con el de lo demás sino porque en ningún caso se ha utilizar como elemento de
lucha contra la esencia misma de la libertad. Únicamente al amparo de un
inconsciente liberalismo incontrolado se ha hecho posible la propaganda de
regímenes de despotismo que han acabado por la implantación, en naciones de
tipo democrático, e sistemas de tiranía de izquierda o de derecha. A quienes
tal posibilidad no les inquiete y no vean la precisión de precaverse contra
ella será porque en el fondo la desean y añoran una dictadura capitalista o
una dictadura proletaria, según sea la posición que ocupen dentro de la organización
social.
VOZ ARGENTINA -11 abril 1949. La argentina se
ha colocado en el camino del mundo. La Argentina esgrimirá ahora su verdad
permanente. La argentina dirá su diaria inquietud, su resolución vital, su
aporte metódico al progreso general de los pueblos. Esta voz que lanzamos
hacia el horizonte es la voz de una nación que puede dejarse escuchar y
quiere dejarse escuchar apelando al fondo insobornable de eficiencia que hay
en la verdad. Esta voz argentina llegará al extranjero, sin retaceos ni
matices burdos. Esta voz llegará con un acento legítimo, directo, hablando a
los demás como habla consigo mismo, leal pero implacable, porque la buena fe
de las causas se conoce por el cuño de las obstinaciones. Y nuestra
obstinación es la obstinación natural del hombre que sabe dónde está su
camino y se resuelve a seguirlo, desechando la tergiversación, la mentira
encubierta de grandilocuencias. Nuestra voz es voz de fe en el destino futuro
del hombre, concebido como criatura con derecho a inalienables prerrogativas.
La de trabajar y disponer del fruto de su trabajo. La de prever y la de
precaverse. La de advertir y la de comunicar periódicamente su vital experiencia
humana. Estamos haciendo una fragua de nuevos hombres y esta voz argentina
tendrá cada día su optimismo de creación, su gozo de ensayo, su realismo, su
sinceridad.
UNIVERSIDAD Y LIBERTAD -9 abril
1949. He dicho en una oportunidad, y quiero repetirlo hoy delante de los muchachos
de esta Universidad, que la Historia de la humanidad es el texto de cuando ha
sufrido la libertad en el mundo, vale decir, que es el texto de la tragedia
de la libertad del hombre y de los pueblos durante los siglos que ha vivido
la humanidad. Si esa libertad ha de tener su bandera levantada para que no
sea abatida jamás, debe tenerla en la Universidad Argentina. Es ahí donde debe
estar el fuego sagrado de la lucha por la libertad del hombre por la libertad
de la Patria. Si en la Universidad Argentina no estuviese ardiente fogosa esa
llaga, es probable que el destino nos anunciara la caducidad de nuestra
Patria. Mientras haya universidades que levanten esa bandera de libertad y
que estén decididas a superarse a sí mismas para que ellas se prolonguen en
el tiempo, nuestra Nación será libre y será grande.
PERFECTIBILIDAD CONSTITUCIONAL -19
mayo 1948. La reforma de la Constitución Nacional es una necesidad impuesta por
la época y por las necesidades de una mayor perfectibilidad
orgánico-institucional. Por grande que fuera el sentido de previsión de
nuestros constituyentes, el mundo ha evolucionado de una manera tal que
cuanto se estableciera hace un siglo ha debido ser influido por la fuerza de
nuevos y decisivos acontecimientos.
La evolución es para los pueblos un agente de rejuvenecimiento
indispensable y permanente y si bien la estabilidad constitucional debe
imponer un espíritu de prudencia ante toda reforma es menester también, a
favor de la perfectibilidad constitucional, no aferrarse o excederse en el
mantenimiento de prescripciones arcaicas o inconducentes, por haber sido
sobrepasadas por el tiempo y por los hechos , al solo efecto de mantener un
respeto y una prudencia que pueden ser perjudiciales para el pueblo y para la
República.
NUEVOS CONCEPTOS -27 enero 1949. La evolución de
los pueblos y el simple transcurso cambian y desnaturalizan el sentido de la
Legislación dictada para los hombres de una época determinada. Cerrar el paso
a nuevos conceptos, nuevas ideas, nuevas formas de vida equivale a condenar a
la humanidad a la ruina o al estancamiento. Al pueblo no pueden cerrársele
los caminos de la reforma gradual de sus leyes: no puede impedírsele que
exteriorice su modo de pensar y de sentir y los incorpore a los cuerpos
fundamentales de su legislación.
DEFENSA DE LA LIBERTAD -27 enero
1949. O hubiéramos reparado en nada si para devolver su verdadera vida al
pueblo argentino hubiera sido preciso transformar radicalmente la estructura
del Estado; pero, por fortuna, los próceres que nos dieron honor, patria y
bandera y los que más tarde estructuraron los basamentos jurídicos e nuestras
instituciones, marcaron la senda que indefectiblemente debe seguirse para
interpretar el sentimiento argentino y conducirlo con paso firme hacia sus
grandes destinos. Esta senda no es otra que la libertad individual, base de
la soberanía; pero ha de cuidarse que el abuso e la libertad individual no
lesione la libertad de otros y que la soberanía no se limite a lo político
sino que se extienda a lo económico o, más claramente dicho, que para ser
libres y soberanos no debemos respetar la libertad de quienes la usan para
hacernos esclavos o siervos.
Por el instinto de conservación individual y colectivo, por el sagrado
deber de defender al ciudadano y a la Patria no debemos quedar indefensos
ante cualquiera que, alardeando de su derecho a la libertad, quiera atentar
contra nuestras libertades. Quien tal pretendiera tendrá que chocar con la
muralla que le opondrán todos los corazones argentinos.
MENSAJE A LA POSTERIDAD -27 enero
1949. Con las reformas proyectadas por el Partido Peronista, la Constitución
adquiere la consistencia de que hoy está necesitada. Hemos rasgado el viejo papelerío
declamatorio que el siglo pasado nos trasmitió; con sobriedad espartana
escribimos nuestro corto mensaje a la posteridad, reflejo de la época que
vivimos y consecuencia lógica de las derivaciones que habían experimentado
los términos usados en 1853.
El progreso social y económico y las regresiones políticas que el
mundo ha registrado en los últimos cien años han creado necesidades
ineludibles: no atenderlas, proveyendo a lo que corresponda, equivale a
derogar los términos en que fue concebida por sus autores.
VALOR DE LOS PRINCIPIOS -27 enero
1949. Hay que tener el valor de reconocer cuándo un principio aceptado como
inmutable pierde su actualidad. Aunque se apoye en la tradición, en el derecho
o en la ciencia, debe declararse caduco tan pronto lo reclame la conciencia
del pueblo. Mantener un principio que ha perdido su virtualidad, equivale a
sostener una ficción.
EL PUEBLO ARGENTINO -11 enero 1949.
Pueblo Argentino, lleno de sinceridad y de patriotismo, desprendido,
sin ambiciones, que solamente está luchando por hacer la grandeza de nuestra
tierra; pueblo argentino que nos ha demostrado su lealtad y su grandeza:
pueblo argentino que ha demostrado, a lo largo de la Historia, que cuando no
se lo engaña él no traiciona jamás a sus conductores; pueblo argentino,
finalmente, que llega hasta los umbrales de esta reforma de la Constitución y
entrega a sus representantes la autorización para modificar, seguro de que
sabrán interpretarlo y cumplir sus deseos.
LIBERTAD, JUSTICIA Y SOLIDARIDAD -11
enero 1949. Yo creo que la antigua fórmula de la libertad, igualdad y fraternidad,
en nuestros días tiene que ser cambiada por la de libertad, justicia y
solidaridad, de modo de poner al día el concepto de esa libertad, conjugada
al impulso de otros sentimientos que el egoísmo y el individualismo.
Esa libertad, conjugada así, puede ser efectiva. De otra manera es un
engaño y los pueblos engañados reaccionan tarde pero violentamente. Lo que
queremos evitar a la República es que se vea frente a esa reacción tardía
pero violenta, porque la destrucción de valores no es lo que aconsejamos para
la República.
REFORMA ECONÓMICA, POLÍTICA Y
SOCIAL -11 enero 1949. Se impone una reforma política, una reforma
económica y una reforma social que venimos sosteniendo desde hace mucho
tiempo y que es lo que el pueblo argentino ha aceptado como su propio
programa de acción. Por ello las masas populares argentinas se han volcado al
peronismo y lo han votado en proporción inigualada en toda la historia
política de la Nación. No se debe a hombres; no se debe a nada. Simplemente
se debe a que lo que hemos interpretado fielmente, a que hemos sabido poner
en acción esa interpretación popular y a que hemos sabido realizar una obra que
el pueblo anhela, con la cual él está conforme.
LA CONSTITUCIÓN DEL 53 -11 enero
1949. La virtud más extraordinaria que tiene la Constitución de la Nación
Argentina del año 1853 estriba, casualmente, en la suprema síntesis que ha
realizado para dar el fundamento constitucional en tan escaso número de
artículos, que expresan en forma completa todo lo que una constitución debe
contener. Yo he querido respetar esa síntesis porque, evidentemente, la
Constitución de 1853 fue hecha por hombres extraordinariamente inteligentes.
Comparándola con muchas otras instituciones ampulosas, detalladas,
prescriptivas y reglamentarias, que desvirtúan el concepto de lo que debe ser
una constitución, afirmo que esta constitución Argentina ha sido realizada
por hombres que han dejado patente el sello de su inteligencia en esta
síntesis maravillosa de ciento diez artículos que cuánto más se analiza
aparece más grande y más perfecta. Yo he querido respetar esa síntesis y
quiero rendir culto a la inteligencia de esos hombres que supieron llegar a
ella para dar una idea general de fondo en las concepciones constitucionales
argentinas, que pudieran ser interpretadas y reglamentadas por la legislación
a cargo del Congreso de la Nación. Sería un crimen destruir esa idea de
inteligencia de nuestra Constitución y por esa razón no solamente hemos
respetado su texto sino que, en los agregados y nuevas prescripciones
constitucionales, nos hemos ceñido a la misma síntesis que hicieron los
constituyentes del año 1853, porque no queremos que en el futuro se nos
juzgue como hombres que no hemos sabido ponernos a la altura de la capacidad
de aquellos que realizaron esta obra maestra del derecho constitucional.
ASEGURAR LA IGUALDAD -11 enero
1949. Se había sostenido hasta ahora que todos los argentinos eran iguales
ante la ley y se creyó asegurar esa igualdad dando a cada uno la libertad de
proceder por su libertad y contra la libertad de los demás en nombre de una
igualdad que desde ese momento resultaba desigualdad. Creo yo que esa igualdad
frente a la ley ha de estar condicionada a las posibilidades de su
realización, compensando las debilidades naturales de un sector con derechos
que los pongan a cubierto contra todo avance de los otros sectores de mayor
influencia o de mayor poder económico. De ello surge la necesidad de
equilibrar las actuales desigualdades económicas con derechos mínimos, para
que el hombre no esté sometido a abusos de otro sector más poderoso o influyente.
|
Doctrina Peronista
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario